Durante semanas, habitantes de colonias y fraccionamientos que colindan con la Acequia Madre han padecido olores fétidos luego que el drenaje del poniente de la ciudad fue canalizado hacia esa infraestructura por la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS).
Aunque la descentralizada anunció que esta semana comenzará a limpiar el canal, vecinos afectados dijeron a Norte Digital que fue un error enviar las aguas negras a la Acequia Madre, ante el riesgo de contaminar los mantos acuíferos y provocar enfermedades a las personas.
Consideraron que será difícil limpiar por completo el canal y temen que durante la temporada de calor pudieran sufrir padecimientos gastrointestinales debido a la contaminación que se generó.
Las aguas de cloaca fueron vertidas a la Acequia Madre debido a las obras de reposición del colector Norzaragay, que da servicio al norponiente de la ciudad, cuya tubería se encontraba en mal estado, provocando brotes en las calles de ese sector que llegaban hasta el río Bravo.
Activistas fronterizos denunciaron el hecho desde 2022, lo que generó que, al paso del tiempo, la JMAS desviara los desechos residuales a la Acequia Madre con la promesa de que, con las nuevas obras, ese problema terminaría.
Denisse Varela Olivas, abogada ambiental, dijo a Norte Digital que varias personas hicieron de su conocimiento que los habitantes de fraccionamientos como Country Raquet, Campestre, San Marcos, Campestre Senecú, Residencial Senecú y otros, construidos en torno a la Acequia Madre, enfrentaban olores fétidos provenientes de esa infraestructura.
Se adentró en el tema por considerarlo de interés público y declaró que fue un error canalizar las aguas negras a ese cauce, situación que fue originada por presiones internacionales y la mala planeación de los diferentes órganos de gobierno.

Fotos: José Zamora
La Acequia Madre no es un drenaje
Enfatizó que la Acequia Madre no es un drenaje y que su estructura hidráulica tiene como propósito que el agua de riego avance con lentitud hasta los cultivos del valle de Juárez.
Esa corriente, explicó, ha permitido que por años en los bordes de la Acequia Madre existan árboles de gran tamaño y que sea el ecosistema para un gran número de especies.
Los vecinos del área enfrentan ahora un problema que posiblemente dure un año o más, indicó.
Dijo que, en la actualidad, en pleno invierno, se perciben los malos olores y, de continuar el vertedero de aguas negras al canal, con la llegada de la temporada de calor y el aumento de la temperatura, se generarán plagas de moscas, cucarachas e incluso ratas.
Varela Olivas especificó que la situación produce potenciales afectaciones a la salud pública que causan deterioro en la calidad de vida de los ciudadanos.
Especialmente, añadió, impacta a los miembros de las familias más sensibles, que son niños, adultos mayores, personas con el sistema inmunocomprometido y quienes sufren alergias.
Como consecuencia del derrame de aguas residuales en la acequia, manifestó, se dificulta realizar actividades normales, como salir a caminar o correr por ese sitio aprovechando la sombra de sus árboles, no solamente por la molesta pestilencia, sino por el peligro que representan los desperdicios.
Con base en su experiencia litigando a favor de la salud publica ambiental y la preservación de las acequias de esta frontera, convocó a quienes estén interesados en llevar a cabo acciones legales para frenar antes de la primavera la actividad, que calificó como una “atrocidad”.
Solicitó a los participantes que se comuniquen con ella únicamente a través de mensajes de WhatsApp al número (915) 474 40 88.

Kilómetros de aguas residuales estancadas
La Acequia Madre comienza en el punto conocido como Las Compuertas, en el norponiente de la ciudad, cerca de la intersección del viaducto Gustavo Díaz Ordaz e Ingeniero Bernardo Norzagaray; atraviesa el Centro Histórico en dirección hacia el oriente para llegar al Valle de Juárez, pasando por diferentes colonias y fraccionamientos de esta frontera.
Vecinos del canal, que hablaron con Norte Digital bajo la condición del anonimato, se quejaron de los fuertes olores que soportan desde hace semanas.
Incluso, algunos se agruparon y hablaron con funcionarios de la JMAS sobre la problemática, pero les dijeron que la responsable del hecho era la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Los afectados se mostraron preocupados por los daños a la salud que podrían generarse y si legalmente puede estar a cielo abierto un drenaje.
También mostraron inquietud por lo que ocurrirá con la flora y fauna que crece y habita en esa zona, cuántos años va a tardar en restablecerse y si los funcionarios están conscientes del daño que le provocan a la ciudadanía.
Además, es de su interés la posible contaminación a los mantos freáticos.
Noches y madrugadas nauseabundas
“Los olores fétidos salen en la noche con más fuerza, son espantosos los olores, de veras, por la tarde noche, cuando baja el sol”, comentó una de las entrevistadas.
Acerca de la denuncia, el representante del Gobierno del Estado en la Zona Norte, Oscar Ibáñez Hernández, indicó que, durante años, las aguas residuales corrieron por las calles del sector, lo que se corregirá con las obras que se llevan a cabo.
Indicó que el impacto por verter los residuos al canal es mucho menor al que se produce por la carencia de un colector funcional.
Utilizar la acequia, continuó, era el menor de los males mientras se realizaba el cambio del colector.
Otras opciones eran permitir que el drenaje corriera por las calles del sector o arrojarlo al río Bravo, lo que habría generado conflictos al tratarse de un cauce internacional.
Las obras para reponer cuatro colectores en el norponiente de Ciudad Juárez, incluido el Norzagaray, son financiados con una partida del Banco de Desarrollo Norteamericano (NADBank) por 11.5 millones de dólares.


La Acequia: El menor de los males
La JMAS informó que la primera semana de febrero comenzarán los trabajos de limpieza y desazolve de la Acequia Madre, utilizada “de forma temporal” para verter las aguas residuales mientras se realizaban las labores de reposición del colector Norzagaray.
El uso del canal para evacuar los desperdicios se hizo con anuencia de Conagua, organismo encargado del manejo y mantenimiento de este cauce que se utiliza para llevar agua de riego al Valle de Juárez, dio a conocer César Triana, director de Obra de la descentralizada.
La limpieza de la acequia se llevará a cabo porque se concluyó con la reposición de la primera etapa del nuevo colector, que ya tiene capacidad de recibir las aguas residuales del norponiente.
Entre las acciones programadas está la diseminación de cal en algunos sectores para descontaminar y evitar los malos olores.
Además, la JMAS informó que este martes 4 de febrero realizó el desvío de agua residual a la nueva estructura, por lo que se dejó de utilizar la acequia para evacuar las aguas negras.
Añadió que se harán obras de bacheo en el bulevar Bernardo Norzagaray para proceder a su reapertura, labores que tardarán entre dos y tres semanas.
Las acciones, indicó Juan Carlos Díaz, coordinador de Supervisión de Obra de la JMAS, se llevaron a cabo en coordinación con personal de Conagua y de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
En la licitación pública 18 de 2024 para la contratación de los trabajos de construcción del colector Norzagaray, en el tramo comprendido entre el Monumento al Nuevo Ciudadano (Cigarro) y el Puente Negro, con una longitud de 2 mil 858.24 metros lineales, fue lanzada el pasado 15 de mayo.
Faltan tres etapas
Fue la primera etapa para el cambio de cuatro colectores en el norponiente de la ciudad: Nadadores, Arroyo del Mimbre y Arroyo de las Víboras, que beneficiarán a 58 mil 776 familias que residen en ese sector, unas 250 mil personas, informó la JMAS.
El primer tramo comprende mil 070 metros y abarca desde Arroyo de las Víboras hasta la calle Telurio; el segundo va de Telurio al viaducto Gustavo Díaz Ordaz, con una longitud de mil 019 metros; mientras el tercero, es de 873 metros, entre el viaducto al Puente Negro.
Una segunda etapa del colector Norzagaray abarcará desde ese punto hasta la calle República de Cuba, con lo que se sustituirán 5 mil 208 metros de tubería de 60 pulgadas de diámetro.
Para las siguientes etapas, dio a conocer la paraestatal, será repuesto el colector Nadadores, entre el Monumento al Nuevo Ciudadano y la calle Canutillo, con una extensión de 2 mil 357.45 metros de 24 pulgadas de diámetro.
Así mismo, el Arroyo del Mimbre, entre el Monumento al Nuevo Ciudadano y la calle Cuacos, con una extensión de 2 mil 523.41 metros de 12 pulgadas de diámetro.
El colector Arroyo de las Víboras será restituido entre el Monumento al Nuevo Ciudadano y avenida 16 de Septiembre, con una longitud de mil 931.43 metros lineales de tubería de 30 pulgadas de diámetro.
A finales de enero anterior, el director ejecutivo de la JMAS, Sergio Nevárez Rodríguez, informó que la obra lleva un 70 por ciento de avance y que beneficiará a alrededor de 250 mil juarenses.
En la actualidad, dijo, son tres frentes de obra los que se desarrollan con una inversión de 260 millones de pesos.
El material utilizado en la construcción del colector proveerá un servicio útil de al menos 50 años, aseguró.


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