El calor de julio se pegaba al asfalto en Ciudad Juárez. En el fraccionamiento Portal del Roble, un conjunto de casas idénticas se extendía como un tablero de ajedrez en tonos arena. Ventanas cerradas, rejas oxidadas, perros ladrando detrás de los portones: un barrio que, a simple vista, parecía dormido en la rutina de la frontera.
El 17 de julio, una joven de 20 años salió de su casa con el peso de siete meses de embarazo. No volvió. Ese mismo día, una mujer de 44 años entró a un hospital de la colonia Zaragoza cargando en brazos a un recién nacido. Lo presentó como suyo y pidió atención médica urgente. El bebé fue trasladado al Hospital Infantil, donde los médicos descubrieron lesiones que comprometían su vida. Desde entonces permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, conectado a máquinas que le ayudan a seguir respirando, con un pronóstico reservado.
Entre el lugar donde fue localizada la joven y el hospital donde apareció el bebé hay más de siete kilómetros de distancia. Un trayecto que separa dos escenas y que, al mismo tiempo, une la historia de una vida arrancada con la de otra que lucha por no apagarse.
Ocho días después de la desaparición, el 25 de julio, el secreto salió a la superficie. En un patio trasero de Portal del Roble, bajo tierra removida, encontraron el cuerpo de la joven.
Los peritos forenses determinaron que había muerto desangrada, víctima de una extracción uterina. El hijo que esperaba había sido arrancado de su vientre.
La investigación condujo a Martha Alicia M.A. Su nombre comenzó a circular en comunicados y notas de prensa, asociado primero a un caso de trata que no prosperó en tribunales.
La historia no se detuvo allí: la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres reunió pruebas suficientes para señalarla ahora por feminicidio agravado y lesiones calificadas contra el recién nacido.
La tarde del 10 de septiembre, agentes de la Agencia Estatal de Investigación la detuvieron en la carretera Chihuahua–Aldama. El parte oficial habla de un kilómetro preciso: el 3.5, donde concluyó la huida. En la audiencia inicial, un juez le informó los cargos. Martha Alicia escuchó que estaría en prisión preventiva mientras avanzaba el proceso y que el 12 de septiembre sería la fecha para definir su vinculación formal.
Detrás de las cifras frías —una víctima de 20 años, un recién nacido, una mujer de 44 años acusada—, la ciudad está frente a una historia que parece increíble incluso en un lugar acostumbrado a la violencia. Una vida truncada antes de tiempo y otra aferrada a cada latido en una incubadora revelan la crudeza de un crimen.
El caso no solo exhibe la brutalidad de un feminicidio, sino también la fragilidad de las instituciones para proteger a las más vulnerables. En las calles del Portal del Roble el silencio es ahora más pesado: allí quedó marcado el sitio donde se cavó una fosa clandestina en un patio cualquiera, como si la violencia pudiera esconderse bajo tierra.
El juicio apenas comienza. La justicia tiene la última palabra. Mientras tanto, un recién nacido resiste desde la cuna de cuidados intensivos.
Cronología del caso
-17 de julio → Desaparición de la joven de 20 años (7 meses de embarazo). Ese mismo día, Martha Alicia M. A. llega con un recién nacido a un hospital en la colonia Zaragoza.
-25 de julio → Hallan el cuerpo de la víctima enterrado clandestinamente en un domicilio del fraccionamiento Portal del Roble. Causa de muerte: choque hipovolémico por extracción uterina.
-10 de septiembre → Detención de Martha Alicia M. A. en la carretera Chihuahua–Aldama (km 3.5).
-11 de septiembre → En audiencia inicial, se le imputan los delitos de feminicidio agravado y lesiones calificadas. Se dicta prisión preventiva.
-12 de septiembre → Fecha programada para la audiencia de vinculación o no a proceso.
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