Con un rezago de 15 años en monitoreo ambiental, que trajo como consecuencia una década perdida de información sobre la calidad del aire en esta frontera, los habitantes de la región Juárez-El Paso no cuentan actualmente con elementos necesarios para prevenirse ni enfrentar los problemas de salud que esto genera.
Contrario a las décadas de los ochenta y noventa, cuando se planeó y siguió una estrategia binacional contra la contaminación, actualmente apenas se retoman acciones para resolver la situación.
A esto se agregan los recientes recortes presupuestales del Gobierno federal que, según el doctor Felipe Adrián Vázquez Gálvez, meteorólogo y académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, eliminan a las instancias federales.
Violencia y desinterés oficial
El académico señala que son muchos otros los factores que contribuyen al rezago. Destacan la situación de violencia que por años imperó y que privilegió el tema de la seguridad.
Igualmente tienen que ver los cambios de gobierno, que muchas veces obligaron a reiniciar esfuerzos y la gestión de nuevos recursos. Lo anterior, amén de la falta de interés que en ocasiones caracteriza a los funcionarios en turno.
Los datos que no están
“Ese rubro del monitoreo prácticamente se quedó rezagado por 15 años. En ese tiempo no actualizamos los equipos. Por eso ahora llevamos prácticamente una década perdida de datos que, si se tomaron o no se tomaron, quién sabe, pero no están. No los tenemos en disponibilidad ya sea porque los equipos no funcionaron, ya sea porque quedaron archivados en algún lado. Pero el caso es que no tenemos la información como deberíamos tenerla”, comentó.
Indicó que a diferencia de los años setentas y ochentas, cuando Juárez contaba con “niveles exorbitantes” de contaminación por factores como la mala calidad de los vehículos, falta de pavimentación, proliferación de ladrilleras y el tipo de gasolina, a la fecha emisiones como las de monóxido de carbono, plomo, dióxido de azufre y óxido de nitrógeno no representan tanto problema como el de las partículas de polvo grueso y fino. Y especialmente, los altos niveles de ozono.
Retroceso
“Durante casi 20 años se invirtieron gran cantidad de recursos y el esfuerzo de muchos investigadores de calidad internacional que trabajaron en la cuenca, para investigar, modelar, hacer mucho trabajo científico y primero entender el problema; a medida que hemos avanzado los niveles de contaminación han bajado significativamente” señaló.
Puso como ejemplo las emisiones vehiculares que antes elevaban a niveles altos la cantidad de monóxido de carbono, y que a la fecha, con la gasolina oxigenada, particularmente en el invierno, no son tan altos.
Expresó que desgraciadamente por la relajación de medidas, la pérdida de datos de Ciudad Juárez y la falta de acciones coordinadas que de un tiempo a la fecha existen en la región, se logró el decremento de la calidad del aire en la cuenca.
Buscan corregir el rezago
Dijo que por ello se busca encauzar de nuevo esfuerzos coordinados de monitoreo y estrategias de reducción de contaminantes.
Indicó que como resultado de las iniciativas, a final del 2021 se creó un fideicomiso en el marco del Banco de Desarrollo de América del Norte. Esto, con la participación de los gobiernos de Estados Unidos y México, a través de la Semarnat, Gobierno del Estado y Municipio, según declaró.
Agregó que esto es una opción para crear lo que llamó “un cochinito”, un recurso que dé continuidad a los programas de calidad del aire, y evitar que se tenga que empezar de cero con cada cambio de administración.
Federación ausente
“La idea es mantener los programas vigentes y corriendo, independientemente de quiénes estén administrando la ciudad y el estado”, dijo.
Dijo que se busca involucrar más a las instancias federales en las reuniones, pues se reporta falta de presencia de sus representantes.
“Esto es algo que preocupa porque las políticas públicas que se tienen que implementar tienen en la instancia federal a un componente importante. Pero por lo pronto, en los últimos años no vemos su intervención”, puntualizó.
“A veces, inclusive hay dificultad del Gobierno federal de participar siquiera en las reuniones. Ya no digo que lleguen con dinero, pero por lo pronto para que vayan a las juntas, hemos batallado”, concluyó.
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