Mientras hojea un libro de la Segunda Guerra Mundial, en el que aparecen algunos de sus pilotos aviadores alemanes favoritos, Antonio Escárcega Anaya no titubea al nombrar a la milicia comandada por Adolfo Hitler como la mejor de la historia.
“El alemán era uno de los ejércitos que más cumplía sus órdenes, disciplinados, eso fue lo que los caracterizó. Lo demás que vino después –el holocausto y los judíos– fue otra cosa”, dijo.
Ingeniero de profesión, Escarcéga Anaya nació en Parral y estudió en León, Guanajuato, y desde que tiene uso de memoria se reconoce como un ferviente coleccionista de antigüedades con las que asegura, si quisiera, bien podría abrir un museo por pura diversión.
“Hitler, en 1938 –en la noche de los cuchillos largos– acabó la corrupción en Alemania. Con su ejército especial, SS, acabó todo eso, la que tenemos que acabar aquí”, señala, mientras observa una imagen del führer que cuelga en una de las paredes de su vivienda.
La pasión por la recolección de objetos antiguos es un valor de familia, ya que sus hijos como su esposa también son amantes de recolectar artículos del pasado.
“De la Segunda Guerra tengo una serie de preciosidades gracias a mi hijo, el es un gran conocedor del tema”, comentó.
Y es que en su haber lo mismo pueden encontrarse cientos de fotografías relativas a la Revolución Mexicana, la Segunda Guerra Mundial, que una serie de gramófonos, cámaras, aviones a escala e incluso aerolitos y fósiles que ha ido acumulando a lo largo de sus 84 años de edad.
“Siempre he coleccionado algunas cosas antiguas porque están hechas de una manera a principio rústica, de calidad, y les han puesto mucho amor, porque actualmente todo está hecho ya por masa, sin alma”, dijo.
Entre su colección de fotografías destacan unas que recuperó de una cámara del ejército alemán, en las se observan distintas acciones del campo de batalla y militares de distintos rangos.
En su colecciones hay aviones a escala, principalmente de la primera mitad del siglo 20, periodo al que guarda gran aprecio.
“Este avión es de lámina hecho a mano, soldado, es una réplica exacta de un Ford americano trimotor”, comenta orgulloso, mientras explica cómo él mismo le hizo las hélices que encienden con un mecanismo que le colocó en la parte baja al aparato.
Este tipo de aviones pertenecían a la primera línea aérea que cubrió la ruta Juárez, Chihuahua, Aguascalientes, San Luis y México, de la Lamsa (Líneas Aéreas Mineras S.A. o Líneas Aéreas Mexicanas S.A.), en su tiempo una de las más grandes, dijo.
Entre sus tesoros se encuentra también un Focke-Wulf alemán, tiene un avión a escala a control remoto que él mismo armó y volaba en sus ratos libres.
Escárcega Anaya fue catedrático de la Universidad Autónoma de Chihuahua durante 18 años en la Facultad de Ingeniería y trabajó en el ramo de la minería durante gran parte de su vida profesional.
Por esta razón es que en su vivienda pueden encontrarse cientos de diferentes tipos de rocas, minerales e incluso aerolitos que ha ido recolectando a lo largo de su vida.
En su colección hay Ammonites, nombre común de un grupo de cefalópodos extintos que solían tener un caparazón en espiral enrollado sobre sí mismo. Estos animales, parecidos a los calamares, aparecieron durante el devónico, hace unos 380 millones de años, y desaparecieron junto a los dinosaurios al final del cretácico, hace 65 millones de años.
Cuenta también con un fósil de trilobites, que tiene más de 40 millones de años; son una clase de artrópodos extintos, dentro del subfilo Trilobitomorpha. Son los fósiles más característicos de la Era Paleozoica (Era Primaria).
Entre sus tesoros están un par de insectos en ámbar, los cuales, asegura, datan de hace miles de años.
“Podríamos pasarnos tardes enteras revisando lo que hay aquí, son muchos años de recolección, de recuerdos, de pedazos de historia que he ido acumulando”, comentó.
Es su colección de radios y gramófonos, tal vez, la que llama más la atención dentro de sus posesiones, ya que cuenta con casi una decena de aparatos que son desde principios a mediados del siglo 20.
“Estos aparatos son muy bellos, además del sonido que producen remontan a otra época, es un viaje en el tiempo a través del sonido”, puntualizó.
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