Ysla Campbell (Chihuahua, Chih.) es una reconocida académica de Ciudad Juárez, es profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), fundadora de la Licenciatura en Literatura Hispanomexicana de esta universidad, es la coordinadora de las ediciones críticas de las obras completas de Juan Ruiz de Alarcón, también tiene publicada la obra de teatro en verso San Lorenzo o la persecución de los cristianos (2021); sus poemas se han publicados en libros y revistas.
En esta ocasión les hablaré acerca del poemario Prólogo del alba (2024). Este libro está dividido en siete partes: “Frescos al tiempo”, “El eco de las páginas”, “De soledades”, “Para quien no viene”, “El polvo de los muertos”, “Elegías para Diana” y “Mara”. Algo que marca todo el volumen es su manejo métrico y rítmico de manera excelsa. Hay una musicalidad que acompaña cada poema con maestría.
Es imposible hablar en unos cuantos párrafos de todo el libro y hacerlo con suficiencia, no obstante, sí quiero destacar algunos aspectos, que tienen que ver sobre todo con el título: Prólogo del alba. El libro se sitúa en esa antesala del amanecer, cuando todo es posible, cuando se enfrenta cualquier persona con ese nuevo día, saca su mapa, sus herramientas o sus armas y hace el balance de lo que puede ocurrir en ese día. Así, cuando empiezan a despuntar los primeros rayos solares, ya se ha dejado el lecho, la cama tibia, el calor de los cuerpos y hay un sonido de la vida que lo va inundado todo poco a poco.
Este amanecer está en consonancia con los ciclos de la vida y por eso canta la voz poética: “¡Qué hermosas las muchachas/ cuando salen al alba/ y pasean por el parque/ sonrientes y agitando/ las manos y las faldas!”. La juventud es el alba del día, pero también esa misma alba anuncia el límite de la vida y de la soledad, por esos las elegías, los poemas dedicados a la partida de seres queridos: “¿A dónde te escondiste, amada mía,/ con tu pájaro rosa en la garganta?”. Este poemario se agradece porque es un libro con versos sencillos, como quería José Martí, pero con una profundidad también como la de aquel poeta cubano. Así que ahí está la invitación para que conozcan y se sumerjan en las páginas del Prólogo del alba, de Ysla Campbell.
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