Tras exponer en Norte Digital que la violencia familiar es el delito más denunciado en Ciudad Juárez en los últimos años, la directora de Casa Amiga asociación civil, Lidya Cordero Cabrera, mencionó que hay condiciones que pueden potenciar esa acción, como sería que el perpetrador use drogas o alcohol y que tenga armas, o bien, que pertenezca a alguna célula del crimen organizado.
Especialistas han advertido que el consumo de alcohol o drogas está muy asociado a la violencia familiar, sin embargo, sobre este tema, la experta local entrevistada mencionó que no se les ve como causantes en sí de la violencia, sino que en todo caso el uso de esas sustancias adictivas es un potenciador.
“Si llega a haber un consumo por parte de quien genera la violencia ya sea de alcohol o de drogas, puede ser un potenciador, en el sentido de agravar o escalar la violencia a niveles más altos, pero no es un factor que desencadene o determine el tema de la violencia”, señaló.
Anotó que cuando en la organización que dirige se hace un estudio de medición de riesgo de las usuarias, una de las preguntas que se les hacen para saber si se encuentran en riesgo de una escalada de violencia más alta, es: si el agresor consume algún tipo de droga o alcohol.
Dijo que se pregunta para saber si existe ese factor que pudiera, en una posibilidad, generar una escalada en algún momento en que esa violencia estalle.
Explicó que se considera esa circunstancia, porque se sabe que el alcohol desinhibe o genera mayor valentía a quien está bajo su influjo de dicha sustancia, sin embargo no es en sí la causa de la violencia.
No obstante estiman que entre un 15 y 20 por ciento de las mujeres que sufren violencia en la pareja, se encuentra que hay consumo de sustancias prohibidas por parte del agresor.
Precisó que desde la postura de Casa Amiga, hay otros factores más determinantes, tales como uso de armas o que estén en alguna célula del crimen organizado, que también potencian el riesgo de una mujer a una escalada de violencia y que puede culminar en feminicidio.
Aclaró que las causas de la violencia familiar tienen que ver con el género, uso del poder, el querer controlar.
La misma Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, menciona que la violencia familiar es el sometimiento de la mujeres a los hombres principalmente, en una connotación de poder y de control, externó.
Añadió que ese dominio se ejerce a través de la violencia física, psicológica, económica, entre otras, donde se le pide a la mujer que no salga, que no trabaje, que no tenga trato con otras personas, entre otras formas de sometimiento.
Cordero Cabrera explicó que en la espiral de la violencia, si está presente el consumo de alcohol, “puede, ‘y de nuevo lo subrayo’, puede haber una expresión de mayor magnitud debido a que la persona que está agrediendo está bajo el influjo de algún psicotrópico o alcohol y entonces puede llegar a desinhibir o generar mayor valentía”.
Agregó que en el ciclo de la violencia, ciertamente también puede la mujer ejercer violencia contra los hijos, sin embargo sería una conducta derivada de las afectaciones psicológicas.
“Ellas, ejercen violencia con sus hijos e hijas, como parte de la dinámica del ciclo y la espiral de la violencia”, enfatizó.
La directora de Casa Amiga indicó que los hijos mayores ejercen violencia asimismo contra hermanos pequeños, en una cadena, donde el más chico puede llegar a atacar a su vez a las mascotas.
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