Presas de la modernidad

Solían ser los elementos principales de las plazas, de los parques, en algunos jardines e incluso en casonas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Servían para que la gente se reuniera en torno a ellos y escuchara la música, el mensaje político, el religioso, el canto, el sonido fiel de las expresiones populares.

Hoy, como fieles testigos del abandono gubernamental y de la gente, los quioscos de la ciudad se han quedado presos en un entorno donde ya nadie los visita.

Raúl Flores Simental, profesor–investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, autor de libros como “Crónicas del desierto”, refirió que la idea persistente en los gobiernos locales desde hace décadas ha sido que, en un afán de buscar la modernidad, han arrasado con lo viejo y con ello con la historia arquitectónica de la ciudad.

El quiosco es un elemento del equipamiento urbano que se encontraba dentro de la plaza principal de los pueblos y ciudades, en donde el primer cuadro se conformaba con la edificación de la iglesia, las oficinas de Gobierno, el mercado y el poder judicial, recordó Flores SImental.

Pero además de cumplir con la función de adornar y embellecer el espacio público servía como foro para que las personas que tenían algo qué comunicar a su comunidad lo hicieran subiéndose.

“El quiosco era usado para que tocaran las bandas del pueblo, para eventos políticos, un espacio que funcionaba como punto de confluencia de los habitantes de los pueblos y cumplía su función porque se usaba en momentos que no existían los grandes auditorios ni estadios”, dijo.

Flores Simental, autor también de “Crónicas del Siglo Pasado”, mencionó que pese a su belleza, algunos gobernantes comenzaron a creer que los quioscos dejaron de ser funcionales, y –peor aún– olvidaron preservar los aún existentes.

“A veces los afanes modernizadores invisibilizan lo antiguo y a veces lo antiguo se ve como viejo y lo desaparecen, así han mutado los quioscos en la ciudad”, comentó.

A diferencia de otros lados del país donde la conservación de los quioscos y su utilización sigue siendo permanente, en Juárez el espíritu permanente de cambiar ha provocado la devastación de su arquitectura.

“Es cierto, por mucho que queramos a Juárez, Juárez no tiene propiamente una identidad arquitectónica, somos una mezcla de muchísimas cosas, encontramos pocos elementos coloniales en la misión de Guadalupe, otros del siglo XIX en la vieja aduana y ya después otros de los primeros años del siglo XX en la Juárez y en la 16 de Septiembre y así combinadas con otras arquitecturas de las décadas posteriores”, mencionó.

Para el también cronista urbano dijo que dentro de las necesidades que tiene la ciudad, los quioscos deberían ser rescatados como monumentos históricos que forman parte de la tradición mexicana y reactivarlos para que, con ello, se dé también la reactivación de las convivencias vecinales.

“No creo que resulte tan complicado, es cosa de recontar los que hay, reconstruirlos e incluso mandarlos hacer, porque son elementos prácticos, atractivos y sirven y pueden seguir sirviendo como espacio para socializar”, puntualizó.

Algunos quioscos de la ciudad

Plaza de Armas

Es el principal de la ciudad, se utiliza de manera frecuente por grupos religiosos y para manifestaciones políticas.

Versiones populares que circulan de manera oral señalan que anteriormente existía otro quiosco que fue removido a mediados del siglo XX y que se encuentra en el jardín de un expolítico local (los nombres y los años varían en la leyenda urbana)

Parque Chaveña

El quiosco de la Chaveña originalmente se encontraba en el parque del monumento a Benito Juárez, pero una década después de que fue colocado allí se le trasladó a donde hoy se encuentra en la colonia Chaveña. Su estado actual es descuidado

Parque Bellavista

Es otro de los quioscos que forman parte de la predilección popular. Aunque existen grupos de vecinos que tratan de darle mantenimiento, este espacio lucha cotidianamente contra el vandalismo, observándose algunos daños en su estructura

Parque Chamizal

Se encuentra sobre un pequeño espacio junto a la oficina de Parques y Jardines del Municipio, es utilizado durante los fines de semana para días de campo.

Calle Rosales, colonia Galeana

Abandonado, en un terreno que carece de árboles y que se encuentra encerrado con una malla metálica

Parque Borunda

Es uno de los que actualmente tiene mayor actividad, principalmente durante los fines de semana que acuden cientos de familias juarenses.

Plaza Zaragoza

Es usado principalmente para actividades relacionadas con el Gobierno local, es un punto donde se concentra parte de la gente que viaja al Valle de Juárez y a la zona suroriente de la ciudad.

El origen del nombre

Quiosco, nos dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, proviene del árabe kûsk y del persa kü’sk (palacio, pabellón): “Templete o pabellón de estilo oriental y generalmente abierto por todos lados, que se construye en azoteas, jardines, etc., para descansar, tomar el fresco, recrear la vista y otros usos. Pabellón o edificio pequeño y generalmente circular u ochavado, que se construye en plazas u otros parajes públicos para vender periódicos, fósforos, flores y otros artículos de poco precio”. Banda, Del gót. bandi, lazo: “Cuerpo de músicos militares que tocan juntos. Por ext., se da también este nombre a otros”.

Fuente: México desconocido No. 271 / septiembre 1999