La evolución del Protocolo Alba hacia un protocolo homologado introduce tiempos para el inicio de la búsqueda de mujeres desaparecidas que podrían no favorecer a las víctimas, señaló la investigadora Martha Dena.
Dena, doctora en Ciencias Sociales, participa en el estudio “Respuesta institucional ante la desaparición de mujeres en Ciudad Juárez”; un proyecto conjunto del Colegio de la Frontera Norte (Colef) y el Observatorio de Justicia Social en Ciudad Juárez.
“El Protocolo Alba señalaba búsqueda inmediata. El Protocolo Homologado plantea tipos de búsqueda diferenciada; en cada uno de esos tipos maneja periodos de tiempo distintos para el inicio de la búsqueda”, destacó la académica.
Consideró que ese ajuste genera complicaciones, porque se manejan periodos de inicio de 72 horas y hasta de cinco días, a partir de la noticia.
“Todo puede pasar en esos lapsos de tiempo”, indicó Dena.
La investigadora presentó esta semana un avance del proyecto en el que trabaja; dicho trabajo lo presentó dentro del primer encuentro “Violencia contra la mujer, un enfoque multifactor para su erradicación”.
El estudio analiza instrumentos y políticas públicas que se han implementado para atender la desaparición de mujeres.
Para ello, utiliza la base de datos elaborada por la doctora e investigadora del Colef, Julia Monárrez.
Dena recordó que el Protocolo Alba es interesante porque trabajó sobre lo que había qué hacer para evitar la ineficiencia en atención de los casos.
“Entonces, el Protocolo Alba surge para mejorar esos procedimientos y prácticas pendientes; para lograr informes de personas desaparecidas que sean objetos de investigación rápida e imparcial”, agregó.
Dijo que cuando Amnistía Internacional hizo su informe sobre Juárez, estableció que debían generarse mecanismos de búsqueda urgente, con participación de familiares. Ese pedido se incluyó en el Protocolo Alba.
Agregó que luego se hizo una actualización del protocolo para establecer una ruta crítica para el inicio de la búsqueda; que debe ser ejecutada por la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género.
El Sistema Nacional de Búsqueda
Señaló que entre las respuestas más recientes del Estado ante la problemática, está la creación del Sistema Nacional de Búsqueda.
“El Sistema Nacional de Búsqueda tiene algo favorable, que es la creación de un mecanismo extraordinario para la identificación forense que no existía. También se da la creación del protocolo homologado de búsqueda y el protocolo adicional”, detalló Dena.
La especialista explicó que hay algunas bondades en los documentos más recientes, porque ya se incluye un trabajo de estructura en la elaboración y diseño de política pública.
Ese trabajo más elaborado incluye estrategias, objetivos y líneas de acción más específicas, consideró Dena.
Sin embargo, advirtió, es una tarea que todavía sigue en construcción y hay distribución de estructuras de mando un tanto confusas.
“El protocolo de búsqueda aparece, en su diseño, con estructuras de mando confusas; presenta así un amplio espectro de errores, actores y responsabilidades, porque es muy grande”, añadió la investigadora.
Dijo que el personal de la comunidad gubernamental necesita capacitación para poder estar inmerso en los procesos y esquemas de búsqueda.
«La capacitación es necesaria porque el protocolo maneja un amplísimo espectro de actores a los que hay que seguir y a los que hay que informar», explicó.
Martha Dena identificó un problema en el diseño de la política pública, porque quienes se deben beneficiar, resultan afectados.
Los instrumentos no logran lo que se está pidiendo de ellos y no se logran entonces los objetivos de la propia política pública, sobre todo en materia de prevención.
Destacó que los instrumentos hablan de evitar que después del evento de la desaparición ocurra algún otro evento criminal, pero ninguno habla de cómo evitar la desaparición.
“Ya están todos los instrumentos y aún así sigue estando presente el incremento del fenómeno de la desaparición de niñas y mujeres, al menos en el caso de Juárez”, concluyó la investigadora.
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