Luego de que el Gobierno federal detuvo la obras del Puente de la Vicente Guerrero, hasta en tanto se cumple con la ley, Mario Cepeda, presidente de Coparmex, dijo que “lo que sigue es su cancelación definitiva, por ilegal”.
Señaló que a través del senador Juan Carlos Loera de la Rosa, se dio un paso importante y que ahora falta que la cancelen y que el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar se abra al diálogo para acordar con los juarenses el proyecto que más convenga a la ciudad.
Sostuvo que el proyecto suspendido por la empresas Ferrocarril Mexicano S.A. (Ferromex), por instrucciones de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), es lo correcto, porque el paso deprimido tiene que pasar por debajo de las vías, no por arriba, porque la obra les resulta menos costosa.
Recordó que representantes de las empresas, en una reunión que tuvieron con ellos en la Ciudad de México, reconocieron que el paso deprimido les cuesta 200 millones de pesos adicionales a los casi 350 millones que ya invierten.
Señaló que es importante que las autoridades y la empresa ferroviaria, tomen la mejor decisión los más pronto posible, a fin de reducir el daño económico a las actividades empresariales que son afectadas por las obras que inicialmente terminarían en 18 meses.
“Lo más importante es que detuvieron la obra y si la van a continuar de la manera correcta, como esperamos, quizás los sectores empresariales, organizaciones civiles y ciudadanos que proponemos un rediseño del proyecto, es importante que la SICT y Ferromex socialicen y consulten las decisiones que van a tomar con los sectores representativos de la ciudad”, pidió Cepeda.
También propuso que en lugar de “acabar” con el corredor histórico de la avenida de la Vicente Guerrero que quedaría “muerto” debajo del puente, con un paso subterráneo, en la parte de arriba se abre la oportunidad de generar nuevos espacios para la convivencia de los visitantes del Centro Histórico y se le daría un impulso a la deteriorada imagen urbana, además de que se apoyaría a las actividades comerciales de la zona.
Pero insistió que la resistencia aún no termina, lo cual ocurriría hasta la cancelación del proyecto en curso y la autorización de uno nuevo, que cuenta con el consenso y legitimidad de los juarenses.
Sostuvo que el puente de la Vicente Guerreo, como es construido, carece de estudio de impacto ambiental, protección civil, dictámenes de congruencia de otros niveles de Gobierno, tales como opinión técnica del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), solo por mencionar algunas acciones legales que no han sido cumplidas.
También recordó que el plan rector de desarrollo urbano de la ciudad, el cual tiene valor vinculante, considera la convivencia de las vías del tren por el Centro Histórico, a través de pasos a desnivel; de los cuales ya se construyeron dos.
Manifestó que la propia empresa ferroviaria dispone de aproximadamente 3 mil 200 millones de pesos para ejecutar obras de infraestructura cuando el 2013 obtuvo la autorización del Gobierno de México para ampliar la concesión que usufructúa
Por último, consideró que con recursos propios pueden hacer frente al faltante de 200 millones para que se construya el paso deprimido , al mismo tiempo que cumplan con la legislación como se los pide la SICT y se acojan a los términos de la concesión.
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