En la vida vamos logrando proyectos que fueron planeados con la intensión de que sean fructíferos. Cuando uno de esos proyectos es vivir en matrimonio interfieren muchos factores como lo emocional, lo económico, lo social y algo tan maravilloso si así se decide, que es ejercer la maternidad o paternidad.
Si por diferentes motivos, esa intensión de tener un buen matrimonio no es posible, viene la ruptura, en donde a pesar de las dificultades que se presentan debe de considerarse el bienestar de la expareja y los hijos que se procrearon en conjunto.
Aspectos básicos que son ideales en la separación, (a pesar de que durante la vida juntos no se hayan logrado) es el respeto, la comunicación, la empatía, entre otros. Porque lo que se disuelve es el ser esposos, cónyuges, no el ser madre o padre de familia. Es básico que se lleguen a acuerdos tanto en lo legal, lo económico, lo escolar y todo lo referente a la custodia de los hijos, que sea lo más conveniente para su desarrollo emocional y tomando en cuenta la etapa de crianza que se está viviendo.
Es hacer ver a los hijos que siguen siendo importantes para cada uno de los padres, que quizá sí vendrán cambios en la rutina familiar, pero que el amor de papá y mamá permanecerá para ellos.
Comúnmente y en apoyo con la ley, la madre de familia es quien goza el derecho y cuidado más cercano a los hijos, aunque existen excepciones.
Cuando el papá sale del hogar, continúa con derechos y obligaciones (que también se pueden perder) siendo de gran beneficio para la salud y personalidad de los menores que sigan fortaleciéndose y que los cambios en el sistema familiar no afecten y tengan consecuencias aversivas.
Es benéfico que mamá fomente y permita que se ejerza la coparentalidad. La figura de papá es importante en todas las etapas de crianza, lo que él brinda con su presencia, ejemplo y sobre todo demostraciones de cariño que puede ser con escucha, juego, respeto a la mamá de sus hijos, trabajo, cercanía, interés en temas escolares, de salud, es decir todo lo que encierra a los intereses y necesidades de los menores.
Es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Que como padre eres elemental a pesar de la distancia, así como confiar en que si existe una buena cercanía permite seguridad, manejo de emociones y autoestima.
- Hacerse presente en lo cotidiano de la vida de los hijos.
- Promover la buena comunicación con la mamá, que el objetivo sea el bienestar de los hijos.
- Evitar hablar mal de la expareja, eso afecta notablemente a los menores.
- No tomar a los hijos como mensajeros.
- Las verdades que necesite saber el menor, que sean acorde a su edad.
- Cumplir lo que se acuerde, como promesas y horarios.
- Cuando sea el momento de convivir con los hijos, evita la tecnología o algún distractor. También es importante no dejarlos encargados con alguien más, que tú como papá y ellos disfruten esos momentos.
- Es ideal que los espacios de convivencia sean cotidianos, no siempre tienen que ser lugares de recreación como restaurantes, cines, etcétera.
- Que comparta la dinámica normal de papá, porque en algunas ocasiones solo se desea compensar la ausencia y los hijos necesitan algo más que solo regalos y diversión.
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