Durante décadas el área que ocupa el Programa Nacional Fronterizo (Pronaf), fue reconocida como una zona en la que los juarenses podían ir a presenciar eventos culturales, turísticos, económicos o, en general, para pasar una buena noche en cualquiera de los restaurantes o bares del lugar.
Concebida para tal fin, a principios de la década de 1960, fue impulsada por el entonces presidente de México, Adolfo López Mateos y un grupo de empresarios industriales, liderados por el por el político y empresario Antonio J. Bermúdez.













Fotos y video: Christian Torres Chávez
No obstante que tuvo una gran época de apogeo y bonanza, en un recorrido realizado por Norte Digital se observó que los tiempos de la fiesta y de ser un polo turístico, han sido sustituidos por el descuido y por letreros de “Se Vende” o “Se Renta” en edificios cuyas fachadas en destrucción indican que han perdido todo el “glamour” que algún día llegaron a tener.
El recorrido inició en la Plaza Las Américas, donde aún se apuesta a la inversión para atraer clientela, pero una remodelación del comedor no nos permitió conocer su estado actual.
En la esquina donde coinciden las calles José Reyes Estrada e Ignacio Mejía, se comienzan a observar los lugares donde el abandono es notorio, es el área donde se ubican los bares más concurridos por alumnos de distintas universidades.

Allí se pueden ver los daños en los locales vecinos. Además, nos encontramos con los primeros letreros que anuncian oportunidades inmobiliarias. Incluso en el mismo estacionamiento de la plaza, nos topamos con maleza que ha ido ganando terreno sobre el concreto del pavimento.
Nos adentramos por la calle Ignacio Mejía y los edificios de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, como el Gimnasio Universitario, contrastan con los que están alrededor, lucen abandonados, espacios que fueron lugares turísticos, pero que ahora funcionan como el hogar de hierba crecida, basura y sirven como un lienzo perfecto para grafiteros.
Por la avenida Abraham Lincoln el panorama se vuelve peor; donde hace no pocos años deslumbraban establecimientos como La Mulata, Don Quintin, María Chuchena, así como tiendas de azulejo y alfarería, hoy solamente quedan los edificios y decenas de números telefónicos de agentes inmobiliarios, por si existe alguna persona con ganas de revivir una zona que muere lentamente.








Fotos: Christian Torres Chavez
Al glamour lo sustituyó la inseguridad

El pasado 10 de octubre de este mismo año, reportamos el hallazgo de un cuerpo sin vida envuelto en una cobija dentro de un predio abandonado entre la avenida Benjamín Franklin y López Mateos. En el lugar, donde permanece la infraestructura de un edificio que nunca se concluyó, se han encontrado al menos otras 4 personas sin vida en lo que va del año, según reportes periodísticos.
A pesar de que el terreno está a poco más de 500 metros de las oficinas de nada más y nada menos que… ¡La Fiscalía General de la República! Nada ha evitado que delincuentes lleguen y de la manera más impunemente posible.
Tal es la necesidad de algún control en la zona que, donde estaba ubicado el Bar ”3 Mentiras” ahora es un cuartel de la Guardia Nacional.
Inaugurado el pasado 28 de diciembre, el lugar cuenta con camas, comedor, cuarto de lavado y demás comodidades para que los militares auxilien las labores de seguridad.
El programa que ya no rindió frutos
En 1961, el Programa Nacional Fronterizo (PRONAF) se creó con la intención de que las ciudades fronterizas, entre ellas Ciudad Juárez, fueran más atractivas para que el consumidor estadounidense pudiera disfrutar del turismo sin tener que alejarse demasiado del borde fronterizo.

No obstante, a más de 62 años de la instauración del programa, algunos objetivos como “elevar el nivel de vida de los habitantes de las regiones fronterizas” o “Cambiar la apariencia física de las poblaciones fronterizas en beneficio de la fama y buen nombre de México”, han quedado atrás.
Ahora solo están las ruinas de una zona que fue uno de los motores económicos de la ciudad, pero que se quedó atorada en el tiempo y en la que los intentos de revivirla han hecho más que provocar un menor interés y miedo para quienes deseen invertir en la zona.
