Cuando a Jove García Montoya, director artístico de la orquesta Esperanza Azteca Revolución UACJ y de la Filarmónica Joven de Ciudad Juárez, se le pregunta qué fue de su vida antes de la música, responde: “Ya no recuerdo lo que viví”. Y es que la música, en sus años de adolescencia rebelde, ni por gusto ni por obligación.
Recuerda que sus padres lo impulsaron para que aprendiera un instrumento, pero como él no quería escogió el más caro: el saxofón. Jove García no supo de donde consiguió su mamá un saxofón y después de sus primeras clases dejó intencionalmente el estuche recostado sobre las llantas traseras del auto. Como lo esperaba, cuando su mamá echó para atrás el carro, lo aplastó.
Pero su trampa no lo libró de estudiar música, su madre perseveró y le dio a elegir un nuevo instrumento.
“Le pedí un violín, pensando igual que no tendría manera de comprarme uno, porque costaban caros. Y ándale que mi mamá lo sacó del catálogo de JC Penny. Así que no me quedó más que estudiar y me empezó a gustar mucho, mucho, mucho. Aproveché que me inscribieron a los talleres de Lupita Esparza, maestra de violín de la UACJ, e iba como 3 horas. Avancé mucho”.
Así quedó prendado de la música, y ya joven decidió profesionalizarse en UTEP. A la par que se formaba como músico, también compartía su amor por las notas del violín, pues daba clases en el CMA (Centro Municipal de la Artes) y en la UACJ Bellas Artes, talleres, ahí donde apenas adolescente él aprendió.
Jove García Montoya: la inspiración
«Tocar y luchar«, un documental sobre el sistema de orquestas y coros de Venezuela en el que se ve el trabajo con cerca de 500 mil niñas y niños, fue inspiración para Jove García. Ver este documental lo impactó positivamente y tuvo un acercamiento al trabajo de Juan Antonio Abreu, quien fue un músico, economista, político, activista y educador venezolano que fundó la Orquesta Nacional Juvenil, pues descubrió que la música orquestal y coral les podía ayudar a las niñas y niños a fomentar los valores, la disciplina y a encontrar un mejor camino para sus vidas.
“Una frase que me gustó mucho y que decía el maestro es: “Antes esto de la música clásica era de minorías para las minorías. Luego se volvió de minorías para las mayorías, pero el objetivo debe ser que sea de mayorías para mayorías”.
Materializar un sueño
Fue así como inició un sueño: la Orquesta de Cámara Juvenil de Ciudad Juárez. Con tan solo dos amigos más y motivados a hacer esto posible empezaron a tocar puertas. Y muy pronto ya daban clases a alrededor de 60 niñas y niños, pero el deseo de extender el proyecto los hizo tocar más puertas. Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentaron, evidentemente, era el costo de hacer una orquesta de este tipo.
Entonces, con esta experiencia, empezó a ver a la música, más allá que el arte de combinar sonidos, como aparato de cambio social. Lo que lo llevó a encontrar en un empresario de la ciudad, el apoyo que necesitaba.
“Nos apoyó el ingeniero Daniel Domínguez y continuamos con las clases ahí en el Colegio de las Américas, donde estaba la federal 2. Ahí se hizo la escuelita, pero era una zona peligrosa y nos empezaron a romper vidrios de los carros de maestros y de los padres”.
Llegaron los instrumentos
Una convocatoria del Gobierno del Estado le permitió a Jove García adquirir los instrumentos para que 25 niños pudieran seguir con sus estudios en música; sin embargo, al momento de presentar los resultados que había logrado durante el periodo que establecía la convocatoria, Jove quedó decepcionado: no importaba comprobar el avance de los estudiantes, sino las facturas de inversión del dinero que había recibido.
La insatisfacción reinó y, sobre todo, la desilusión de los niños que durante este tiempo trabajaron. Pero de las barreras que la vida nos pone siempre se aprende algo. Después de esta experiencia, en 2010, Jove recibió la llamada que cambiaría no solo su vida, sino la de cientos de menores.
Muchas dificultades, una orquesta
“Recibí una llamada de Puebla. Era una persona que supo de nosotros y me dijo que tenía un proyecto de la Fundación Azteca y querían que se fuera el proyecto a Chihuahua. Yo les dije que era mejor en Juárez por la situación de la ciudad. Nosotros teníamos la presentación de la orquesta para cerrar el proyecto de Gobierno del Estado y vino esta persona. Era un viernes cuando nos escuchó y dijo que eso era lo que se quería: abrir una orquesta y coro de 200 niñas y niños”.
El proyecto tuvo gran relevancia. Empezó con 12 orquestas en todo el país y la que encabezó Jove en Ciudad Juárez fue de las primeras. Había adquirido el compromiso no solo de enseñar sino de que, en cerca de ocho meses, tendría montada la primera presentación.
Nadie apostaba por un proyecto como el que habían emprendido, muchos les dieron la espalda: no tenían dónde dar las clases. No existía la disposición para rentar o prestar un lugar donde los niños y el grupo de 15 maestros pudieran tomar e impartir las clases. Así, con una dificultad tras otra, la Universidad Regional del Norte abrió sus puertas y, tiempo después, el Instituto Visión México. En agosto de 2010 arrancó de manera formal la orquesta Esperanza Azteca.
Jove García: tocando vidas
“Después de 11 años de trabajo con la orquesta confirmo que ha habido cambios muy importantes con esto. Me acuerdo mucho de un chico que se fue a inscribir solito, él no estaba en la secundaria. Y le dije que un requisito era estar estudiando, pero una de las cosas que me importaba era dar oportunidades, así que lo inscribí en la orquesta y le dije que tenía que entrar a la secundaria. Pues se metió a secundaria, acabó la prepa y entró a la universidad”.
Uno de los primeros lugares a los que llegó la orquesta fue Disney. Se consiguieron las visas de 150 niñas, niños y profesores, a donde fueron para dar un concierto en San Diego a un portaaviones y a un estudio en Disney para grabar. Después un concurso nacional de orquestas los llevó a la Ciudad de México a tocar en el Auditorio Nacional. Cerca de 200 niñas y niños viajaron en avión, muchos por primera vez.
Y la orquesta llegó también hasta las colonias más vulnerables de Ciudad Juárez, ahí en las diversas iglesias las niñas y niños llevaron su música y su esperanza a las y los habitantes de su comunidad.
Ángeles guardianes
Pasados unos años se acabó el financiamiento de la Fundación Azteca y Esteban Moctezuma, quien se convirtió en secretario de Educación Pública, trató de rescatar este programa a nivel federal y se lo dio en comodato a la SEP. Para agosto del 2019, Jove y su orquesta fueron incluidos en el proyecto de Orquestas de la Nueva Escuela Mexicana (ONEM). Fueron tiempos difíciles. No se estaba pagando a los maestros a tiempo y la pandemia solo llegó a complicarlo todo. Finalmente, en octubre de 2020 el proyecto de ONEM se canceló.
“A pesar de la suspensión del financiamiento siempre tuvimos nuestros ángeles guardianes que fueron los integrantes de nuestro patronato con el ingeniero Domínguez encabezándolos. No se dieron por vencidos. Seguimos buscando recursos. Decidimos constituirnos como asociación civil para lograrlo y nunca en ningún momento pensamos en terminar este proyecto. El compromiso estaba hecho con los cientos de niñas, niños y jóvenes, con sus maestros y con esta comunidad de la que salimos y a la que queremos regresarle algo a través de la música”.
Una luz de esperanza llegó cuando, en mayo, la Fundación del Empresariado Chihuahuense aceptó el proyecto Orquestando el Tejido Social a través de la Música. En junio se reactivaron las actividades y se aceptaron a nuevos estudiantes, se recuperó lo que se había construido e iniciaron los ensayos del nuevo proyecto que encabeza: la Filarmónica Joven de Ciudad Juárez.
“En todo este tiempo he sido testigo de cómo pertenecer a la orquesta les cambia la vida a las niñas y niños. Uno de los chavos ya estudia medicina, pero cada vez que hay conciertos va y se suma con nosotros. A un niño, en los años difíciles de la violencia, le mataron a su papá en un asalto. El tenía 12 años, y yo hablé con su mamá. Le dije que entendía si el niño ya no quería venir, pero sorprendentemente dijo que él no podía faltar porque tenía un compromiso con todas y todos sus compañeros. Tenemos una gran familia con retos muy pesados muy difíciles, pero mi objetivo y el de todos los que estamos en este proyecto es continuar dándoles las oportunidades que merecen”.
* Director artístico de la orquesta Esperanza Azteca Revolución UACJ y de la Filarmónica Joven de Ciudad Juárez, maestro de violín
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