A lo largo de 50 años de trayectoria, Tomás Mena Sánchez ha hecho de la ingeniería un camino de éxito, lo cual ha sido producto de su trabajo y esfuerzo, pero sobre todo de saber aprovechar las oportunidades.
El juarense nacido un 17 de septiembre de 1947, es hijo de padre mexicano y madre americana, quien siempre fue una firme creyente de que lo más importante era la educación, por lo que él como sus ocho hermanos crecieron con el objetivo de acabar una carrera profesional, siendo Tomás quien decidiera estudiar en la escuela Secundaria Técnica número 21, de la que se graduó como técnico en electricidad.
Esa misma escuela, el 3 de octubre de 1964 se convirtió en el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez, donde siguió con la preparatoria y más adelante con la carrera.
“Soy de la primera generación de bachillerato y aparte soy de la primera generación de ingenieros industriales mecánicos del Tecnológico”, de la cual se recibió en el verano de 1971, año en que comenzó su trayectoria dentro de la industria maquiladora, a la par de su labor como docente en el ITCJ, al cual volvió un año después como profesor de mecánica, estática y dinámica, clases que impartió hasta 1987, pues su trabajo dentro de la industria maquiladora no lo dejó continuar, dedicándose a ella hasta hace un par de años, cuando se retiró.
Al Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez volvió hace seis años para ocupar el cargo de presidente del Consejo de Vinculación, que le ha permitido fomentar las certificaciones para hacer de los alumnos profesionistas más competitivos, además creó el Centro de Innovación y Desarrollo donde antes de graduarse los jóvenes ya realizan sus propios proyectos, obteniendo la experiencia necesaria para enfrentar el mercado laboral.
Mena Sánchez fue clave en la firma de un acuerdo con Citybanamex que otorga 25 becas anuales al mismo número de jóvenes para que estudien en las mejores universidades del mundo. También se encargó de la regulación de las prácticas profesionales, en las que las empresas ofrecen contratos y sueldos a los alumnos, así como horarios que les permiten cumplir con sus responsabilidades.
Otra de sus grandes aportaciones es la renovación de las aulas para que las clases sean de mejor calidad y los estudiantes puedan tener acceso a redes y así intercambiar opiniones con colegas en otras partes del mundo.
Todas estas acciones, Mena las ha llevado a cabo solo por responsabilidad civil, ya que no recibe ningún sueldo por su labor como presidente del consejo, es “como parte de algo que tengo que darle a la sociedad”, a la misma que invita a formar parte del Tecnológico para entre todos mantener en alto el nivel de la institución.
Tan buena ha sido su labor que en diciembre pasado el ingeniero presentó su renuncia, la cual que no fue aceptada, al contrario, los demás integrantes del consejo le pidieron quedarse un par de años más, “pero después de ahí yo me retiro… ya tuve una carrera medianamente bien, creo que estoy arribita del estándar”, afirma orgulloso.
Agrega que ya tuvo la oportunidad de viajar por el mundo y poner al límite sus capacidades, lo cual también desea puedan hacer las nuevas generaciones del Tec, a quienes pide “seguir estudiando, hay que buscar la superación personal, eso es muy importante, mantenerse bien, los tiempos se dan, hay que aprovechar los años de la juventud para poder crear y hacer una carrera que los vaya a fortalecer en el futuro”.
Su trayectoria profesional
• Se graduó en el verano de 1971 del ITCJ.
• Antes de terminar la ingeniería, ya trabajaba en una empresa llamada Estructuras Mecánicas del Norte.
• En 1972 comienza a trabajar como profesor en el ITCJ, al mismo tiempo que se integra a la RCA, donde labora por 15 años y llega a ser gerente de planta.
• En 1985, junto con un grupo de emprendedores juarenses, crea Delamex, empresa que ofrecía contratos de manufactura a otras de procedencia extranjera.
• En 1987 renuncia al Tecnológico de Ciudad Juárez.
• Fue presidente local de la AMAC, ahora INDEX, por dos años (2005-2006), así como vicepresidente de la misma asociación a nivel nacional.
• En 2008 Delamex es vendida a la empresa Plexus, la cual le pidió quedarse, desempeñándose como director de diseño por ocho años hasta su retiro, el cual se vio interrumpido cuando un nuevo grupo lo invita como Country Manager de una nueva empresa.
• En 2012 volvió al ITCJ como presidente del Consejo de Vinculación.
Su otra pasión
Su profesión le dio la oportunidad de conocer una gran pasión, la fotografía, actividad que comenzó gracias a sus múltiples viajes y que había desarrollado como aficionado pero que ahora lo tiene tomando clases profesionales y que incluso le ha permitido exponer sus obras, siendo una de las más recientes, la exhibición que mantiene en el Centro Cultural de las Fronteras, donde ha recibido excelentes opiniones.
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