El domingo por la tarde la vida se le descompuso a Francisco Javier O. L., de 29 años. Se le volvió un “día de perros”.
Hasta el domicilio donde se encontraba, en la colonia Campestre Virreyes, llegó la policía, por una insólita denuncia ciudadana.
Los olores fétidos que emanaban de una camioneta Ford F-150 color plata de reciente modelo, perturbaron la calma del barrio. Además de sus puertas escurría sangre podrida.
A Francisco Javier se le descompuso –también–, el vehículo, su principal herramienta de trabajo; esa fue la razón por la que no pudo completar la faena y llevar a más de 118 perros al crematorio, para que fueran incinerados.
Más de un centenar de cadáveres perrunos en descomposición, fueron argumento suficiente para ser detenido y para que los polimunicipales los pusieran a disposición de las autoridades ministeriales.
Había muchos aspectos por investigar sobre ese tétrico hallazgo.
En su defensa, ante la autoridad ministerial, Francisco Javier, alegó que las cosas no fueron favorables para él ese fin de semana. Los cadáveres se le acumularon, el vehículo se descompuso, su esposa lo dejó y para colmo de males, la policía llamó a su puerta y lo detuvo.
A tres días de distancia del hallazgo, él permanece en prisión, pero pronto saldrá porque a decir del Fiscal de la Zona Norte, Carlos Manuel Salas, no cometió ningún delito. No cometió maltrato animal, dijo.
Salas explicó que Francisco Javier solo es empleado del crematorio Eternal Pet, negocio que ofrece la incineración de mascotas, propiedad de Ismael Salazar Meraz.
Eternal Pet a diario recibe entre 40 y 50 mascotas, pero solo tiene capacidad para cremar a 20 o 30, dijo Francisco en su declaración.
El resto de las mascotas las tiraban, luego de acumular cerca de 100 cuerpos, relató.
Carlos Manuel Salas, informó que, aunque Francisco Javier quedará en libertad, la investigación contra el negocio continuará, “aún hay muchas cosas que el dueño deberá aclarar”.
El fiscal señaló que Eternal Pet estaba cobrando por un servicio que no necesariamente prestaba, ya que un gran porcentaje de mascotas fallecidas terminaban en el basurero; además laboraban sin los permisos correspondientes.
Clausuran la incineradora y funeraria de mascotas
Este lunes, la Dirección General de Ecología del Municipal clausuró las instalaciones de Eternal Pet, lugar en cuyo exterior autoridades municipales, encontraron los 118 perros muertos en una camioneta, y dos más en un congelador.
César Díaz, titular de esa dependencia, dijo que de momento se desconoce si la persona detenida cuenta con permisos para operar el crematorio de mascotas en el domicilio de la colonia Campestre Virreyes.
Díaz dijo que la clausura del inmueble se llevó a cabo con la intervención de oficiales de la FGE clausuraron el crematorio de mascotas.
Las mismas autoridades reportaron que el domicilio se encuentra en el cruce de las calles Privada Revillagigedo y Privada Iturrigaray del conjunto habitacional.
Díaz señaló que presumiblemente los canes tenían dueños o personas que estaban bajo su protección, los cuales habrían requerido los servicios de cremación.
El funcionario dijo que también indagan si algunos de los crematorios de mascotas autorizados pudieron subcontratar al crematorio de Campestre Virreyes.
En Ciudad Juárez fallecen más de tres mil mascotas anualmente.
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