Uno de los espacios más difíciles de decorar en el hogar es la cocina, ya que por lo general se prefiere la funcionalidad antes que la estética.
Tener ambos es posible si incluyes estantes abiertos en su diseño, los cuales permiten que estén a la vista elementos claves como las ollas, sartenes, vajillas y otros utensilios.
Si quieres transformar tu cocina por completo, opta por aquellos que van anclados a la pared sobre la estufa, el fregadero o la encimera.
Estos son perfectos para añadir elementos decorativos desde plantas, flores y cuadros hasta tus libros favoritos de recetas.
Los estantes largos de pared a pared son otra opción, aunque si tu espacio es pequeño, lo mejor será jugar con diversos tamaños.
Pros y contras
Una de sus principales ventajas de los estantes abiertos es que son más económicos que los armarios y muebles con puertas; y como ya lo mencionamos, son muy eficaces, ya que permiten tener todo a la mano.
En cuanto a los contras, se debe cuidar mucho el orden y qué es lo que se desea mostrar para que la cocina luzca espectacular en todo momento.
Tips para elegir su color
- Si tu estilo de cocina es nórdico, es decir, sencillo, funcional y cómodo, y cuentas con una pared blanca, apuesta por estantes de madera en colores claros para mayor luminosidad.
- Para un modelo más rústico, elige algún tono marrón, ya sea como el de la madera o el gris de las piedras.
- En un diseño industrial los estantes que más favorecen a la cocina son los metálicos de acero inoxidable o aluminio en colores plata, oro, bronce y rose gold.
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