La sonrisa de oreja a oreja que lo distingue en ocasiones logra atraer miradas, pero no tanto como su letrero peculiar, que dice “Se escuchan historias de amor gratis”.
Y es que si para mucha gente resulta extraño acercarse a contar parte de su vida a un completo desconocido, para otros es más fácil abrir su corazón y dejar salir parte de su historia personal a un hombre que con dos sillas coloridas y un pizarrón quiere poner su granito de arena al escuchar a diversos personajes de una ciudad dolida.
El objetivo de este proyecto, que desde hace dos semanas emprendió en esta frontera Héctor Saavedra, es la realización de un libro y un blog donde se expongan los mejores relatos de amor contados por habitantes que entre las calles pasan desapercibidos para la mayoría de la población.
Un viaje a Barcelona, la inspiración
La idea surge después de un viaje realizado a la ciudad de Barcelona, donde él mismo contó a un joven situado en la Plaza España su loca aventura en busca del amor: “El chico a su vez hacía lo mismo que su padre, con la gran diferencia que él escuchaba las historias debajo de la torre Eiffel, en París”, dice.
Con dicho proyecto pretende reactivar el periodismo social y humano que en la misma época de violencia que le tocó vivir se perdió.
“Quiero en la medida de mis posibilidades, e incluso desde mi profesión y mi personalidad, servir a mi ciudad. Sé que existen infinidad de maneras para hacerlo, pero yo creo que soy bueno para escuchar. Habrá gente que lo es dando consejos, otros dando terapias, yo no hago nada de eso, solo escucho e incluso al final les enseño a abrazar con el alma, del lado izquierdo uniendo corazón con corazón”, dijo.
Para él esta es una manera de retribuirle a la ciudad lo mucho que le ha dado, de poner un granito de arena, pero sobre todo de nivelar la tristeza, el dolor y la carga emocional que le causó vivir cerca de la ola de violencia.
“Como reportero cubrí un gran número de eventos sangrientos en la ciudad que se quedaron en mi subconsciente. Al escuchar estas historias es como nivelar todos esos sentimientos”, comenta.
Asegura que hay historias de amor románticas, otras crueles e incluso algunas que te llegan a impactar, pero al final, si se ven de manera positiva, cada una de ellas deja una enseñanza.
“El amor por sí solo es complejo y difícil y no pretendo descubrir el hilo negro, solo quiero abrir el espacio para empezar a escuchar esas voces que claman y gritan en medio de un silencio que en ocasiones llega a asfixiar”, expresa.
Espacio itinerante
Son las 6 de la tarde del 27 de junio, la sensación que dice sentir es extraña: incertidumbre, nervios combinados con emoción a lo desconocido sin pensar que él mismo representaría dicho papel en un escenario que muestra la remodelación del Centro Histórico.
Después de observar el entorno, al fin decide dónde colocar sus sillas llamativas; eso sí, mucho menos que el letrero que lo acompaña y que brinda la información necesaria del porqué y el para qué esta ahí.
“Se escuchan historia de amor gratis”, cada una de las letras escritas en tonalidades diferentes logran que más de una persona voltee extrañada, algunos incluso solo pasan, miran, pero no observan hasta después de unos segundos, cuando el mensaje de lo leído pareciera hacerles un click en su cerebro.
El regreso al lugar, pese a haber dado algunos pasos adelante, es inevitable, se vuelven a acercar pero no con la confianza suficiente para sentarse.
Vivencias impactantes
Pasan dos horas hasta que una mujer de entre 35 y 40 años se acerca para contarle su historia.
Ella es una de las tantas personas foráneas que llegó a la ciudad en la época de mayor prosperidad de la industria maquiladora. Aquí encontró el amor, se casó y tuvo hijos.
“En ese momento supe que lo hecho tenía sentido, me sentí tan bien que a los pocos minutos se sentó otra persona hasta llegar al número 15”, relata.
De esas historias, Héctor afirma que las más impactante fue la de una mujer tarahumara que por sus creencias culturales y de etnia fue alejada del hombre al que amaba para casarla con otro mucho mayor que la ha hecho infeliz.
“Me contó que tenía tres hijos, los cuales no siente como de ella porque no los concibió por amor. Esa confesión me partió el corazón, porque te deja ver que esos niños no son queridos porque carecen del amor primordial que es el de una madre, entonces cómo no pensar en la delincuencia cuando lo fundamental es inexistente”, cuenta.
Otra de las historias escuchadas tiene que ver con el amor inconcluso de una joven que a pocos días de casarse su novio perdió la vida en un accidente automovilístico. “Esa historia fue desgarradora, la chica no paró de llorar, hubo otra en la que la muchacha tiene más de cinco años ocultándoles a sus padres el noviazgo que tiene con una persona mucho mayor que ella”, continúa.
Uno más de los relatos, que menciona usará en su publicación, es la de un hombre que se acercó cuando estuvo en el monumento a Benito Juárez y contó que por ser machista y golpeador se ha quedado sin sus parejas, replicando el mismo patrón de su abuelo y su padre.
Asegura que en ningún momento él da consejo alguno, “antes de que me empiecen a contar les digo de qué se trata el proyecto y que yo solo estoy para escucharlos, no para darles ni consejos ni canalizarlos a ningún lado. Al final les doy las gracias por compartir su tiempo y les pido un abrazo de corazón a corazón, o sea de lado izquierdo”.
La mecánica para que sean escuchadas las historias es que tienen que ser gente completamente desconocida ubicada en diferentes puntos representativos de la ciudad, pues la idea es conocer a través de dicho ejercicio la respuesta de la población, la confianza que les despierta o si incluso todavía existe la resistencia y la percepción de inseguridad.
En las tres semanas en que se ha hecho el ejercicio, el reportero del amor ha visitado la explanada de la antigua presidencia, la Plaza de Armas y el monumento a Benito Juárez. Todavía falta por acudir al Parque Central, la Plaza de la Mexicanidad, mejor conocida como la X, y otros espacios que solo él sabe cuál escogerá, por lo que si te lo topas no dudes en platicarle lo que siente tu corazón en las cuestiones del amor.