“Esto son ocurrencias, no son normas, lo que diga el ingeniero x, y o z, es lo que puede decir y le puede ocurrir en su mente que (el carril confinado a 15 centímetros de grosor) resiste, pero hay normas y este es un país de leyes no de ocurrencias, o nos sujetamos a las leyes o nos sujetamos a las ocurrencias”.
Esas fueron las palabras de ex sub secretario de Comunicaciones y Obras Públicas del gobierno del estado en la zona norte Andrés Carbajal Casas, al señalar que en dicha dependencia no hayan rectificado la decisión de construir el carril confinado de la segunda ruta troncal con solo 15 centímetros de espesor.
“Las diferentes normas que rigen en el país limitan los espesores que deben tener las carpetas de concreto hidráulico o pavimento rígido, no solo por la resistencia que pueda tener la carpeta para soportar el tráfico pesado por encima de ella, sino también un fenómeno muy importante, muy destacable en Ciudad Juárez, que es los cambios de temperaturas”, refirió Carbajal.
Después de referir la impericia por decisiones mal tomadas por los actuales titulares de Comunicaciones y Obras Públicas -Gustavo Elizondo en el estado y Roberto Barraza en la frontera- el también fundador de la UACJ y perito en Ingeniería Civil certificado lamentó:
“Si el licenciado Corral no quiere mandar revisar esto pues indudablemente lo lamento muchísimo, yo quisiera que no estuviera viviéndose esta situación”.
En Chihuahua y El Paso, no ¿por qué en Juárez sí?
Entrevistado en una de las ubicaciones de la obra señalada -Paseo Triunfo de la República frente al Hospital de la Mujer- el también exdirector de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), Andrés Carbajal Casas, cuestionó por qué si en la vecina ciudad de El Paso y en la propia capital del estado las vialidades de concreto hidráulico se hacen a 23 centímetros o más, en Ciudad Juárez hayan decidido hacerlas más delgadas.
En el caso de Chihuahua el espesor del carril del BRT fue de 25 a 27 centímetros, es decir, diez o doce centímetros más de lo que se está construyendo en esta frontera, refirió.
No aprendemos del pasado
Andrés Carbajal también usó ejemplos de obras desarrolladas aquí, como el caso del Plan de Movilidad Urbana (PMU) en el que las vialidades tuvieron hasta 30 centímetros de espesor.
“En Juárez el PMU que hizo el ingeniero (Héctor) Murguía son de hasta de 30 centímetros en concreto hidráulico, ¿por qué lo hizo? para cumplir normas tanto de temperatura como de cargas”, apreció.
En contraparte recordó la pavimentación de la avenida Ejército Nacional que originalmente se hizo a 15 centímetros y que por esa razón se rompió en pocos años y tuvo que ser reparada y reencarpetada con concreto hidráulico de 23 centímetros.
Sobre lo que se esta haciendo actualmente en el carril confinado, tanto en la Tecnológico como en Triunfo de la República, lamentó que por la “ocurrencia” de alguien “nos estén dando un chango sin orejas”.
Ponen en riesgo el futuro de la obra
Llevar la estructura vial al límite de la capacidad -dejándola en el mínimo de grosor- es arriesgar el éxito de la calidad y la durabilidad, advirtió el ex subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas en la zona norte Andrés Carbajal Casas.
“Por eso mi preocupación y la preocupación de muchos que aunque argumenten que los números les dicen que sí, nada más que nos presenten una sola carpeta de concreto en El Paso, Texas con este espesor, en calles primarias o secundarias o para conducir el transporte, o que nos presenten una en Chihuahua”, retó.
Las reglas de ingeniería -explicó- siempre traen un factor de seguridad; por ejemplo, no se puede llevar la carga al límite en un avión para volar porque se llevan vidas humanas y es por eso que debe haber un factor de seguridad suficiente que evite el riesgo.
En otro ejemplo -dijo- las normas de seguridad de los puentes para llevar cargas tanto de ferrocarriles como de autobuses no se ponen al límite, se les da un margen.
“Pudieran resistir un cincuenta o sesenta por ciento más de carga esos puentes, pero no se llevan a ese límite porque así lo establecen las normas”, insistió.
Carbajal recordó que el proyecto del BRT2 lo mandó hacer el gobierno municipal de Juárez a través del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) con la aportación a fondo perdido del Banco Mundial y nunca contemplaba carpetas de quince centímetros que ahora “en el escritorio de las ocurrencias” aparecieron.
Bajo la lupa del Banco Mundial
“El Banco Mundial a fondo perdido le regaló a Ciudad Juárez un proyecto de 20 millones de pesos ¿qué tal que el Banco Mundial se entera que no se están siguiendo las normas autorizadas en el proyecto que ellos pagaron? ¿Quién va a ser el responsable de las fallas? Los cien años que ofrecieron en la Ejército Nacional hace 40 o 50 años que lo hicieron, no duraron ni veinte y no hubo a quien cobrarle el engaño”.
“Esto va a suceder lo mismo, van a venir los agrietamientos y las fallas, y a quien se las vamos a cobrar ¿el Colegio de Ingenieros Civiles se responsabiliza de esto? ¿Se responsabiliza el director de Obras Públicas? ¿Dónde están las fianzas? ¿Dónde están las garantías? ¿Por qué no vamos y vemos a El Paso Texas, o vamos a Chihuahua?”, cuestionó.
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