Luego de la doble zarandeada que se llevaron los empresarios y los representantes gubernamentales por tratar de agenciarse espacios públicos para el proyecto del Centro de Convenciones de Ciudad Juárez, no les quedó de otra que buscar terrenos privados.
Ya supo Mirone que traen en la mira varias ubicaciones, pero principalmente analizan terrenos en tres zonas: sobre el bulevar Cuatro Siglos, sobre la avenida Francisco Villarreal Torres y atrás del Parque Central.
Suenan bastante bien las dos primeras opciones, sobre todo por la accesibilidad y conectividad que ahí no representan problema alguno. Están cerca de la línea fronteriza, con espacios amplios y sin broncas para la movilidad.
La opción adjunta al Parque Central no suena tan bien, precisamente por la enorme saturación vial que ahí se genera. Es de locura en horas pico. Para los hoteles, los centros comerciales y los parques no alcanzan los espacios y las calles, menos si se le agrega un Centro de Convenciones con toda la mano.
Lo que anda buscando el Fideicomiso del Centro de Convenciones es un terreno de al menos 65 mil metros cuadrados.
Desde cuándo que lo hubieran buscado y comprado. Ahorita ya estarían construyendo. Pero como lo querían de a gratis, ahí está el origen de los últimos atorones y reveses en Los Hoyos de El Chamizal, el viejo Galgódromo y el Parque Central.
A ver cómo les va con el precio del terreno. Tenemos ya una buena referencia, por el arreglo que hizo el Gobierno Municipal con la inmobiliaria Pejorza de la familia Zaragoza Fuentes. Por 54 mil metros cuadrados, pagarán los juarenses 81 millones 600 mil pesos, es decir, a mil 511 pesos el metro cuadrado
Considerando ese mismo precio, para los 65 mil metros cuadrados, requerirían los empresarios de 98 millones 215 mil pesos.
Nada más que ese precio “barato”, es precio de la parte más alejada de la ciudad, en el extremo suroriente. En el Cuatro Siglos o en el bulevar Francisco Villarreal el terreno seguramente será más caro.
A menos, claro, que se encuentren un terrateniente comprometido con la causa y se los deje más bara, quien quite y hasta se los done. La verdad, es que los grandes desarrolladores y terratenientes de la ciudad se han caracterizado más por su voracidad que por su generosidad.
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Chihuahua estará en el foco nacional este fin de semana por la visita de Claudia Sheinbaum a la Sierra Tarahumara, específicamente a Guadalupe y Calvo.
La gira presidencial llegará el sábado hasta Baborigame, en lo más recóndito de la Sierra, ahí donde Sheinbaum cumplirá el compromiso de entregar tierras a la comunidad rarámuri.
Con el Plan de Justicia para la Sierra Tarahumara, de alguna manera se les restituye a los pueblos originarios, de lo que antes fueron despojados.
Llama la atención que la presidenta apenas tenga nueve meses en el cargo y ya haya pisado tierra chihuahuense en dos ocasiones. La anterior estuvo en Ciudad Juárez. Fue el 21 de diciembre del 2024, cuando Sheinbaum inauguró el Hospital General Regional No 2.
En esa ocasión, la presidenta también visitó la Sierra. Estuvo en Mogótavo, municipio de Urique, donde realizó la Firma de Decretos de Reconocimiento de Propiedad Comunal Tradicional de Tierras a Comunidades Indígenas.
Se supone que se están atendiendo demandas históricas relacionadas con la tenencia de la tierra, acceso a servicios básicos y proyectos de desarrollo comunitario.
En la Tarahumara están los dominios y los quereres de la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, quien seguramente estará al lado de la presidenta, junto a algunos otros integrantes del Gabinete federal.
Se espera también que todos los liderazgos morenistas se aparezcan por la gira. Nadie que traiga proyectos para el 2027 se perderá la ocasión de placearse y hacer contacto con la presidenta.
A ver qué les dice ahora Sheinbaum a los acelerados que siguen en las mismas y nomás han cambiado un poco las formas, pero andan bien encampañados.
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Desde el miércoles, circuló bastante en redes una columna de Andrés Wainstein publicada en La Política Online, con nombres del acordeón o listado presuntamente palomeado al más alto nivel, por quienes se votará en la 4T para que se hagan de los espacios en la Suprema Corte.
Se supone que hubo cónclave de la mesa política que cada semana encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum con los titulares de algunas de las Secretarías, pero también con la presidenta y el secretario de Organización de Morena, Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán, respectivamente. Incluso, acuden los delegados morenistas de las cinco circunscripciones en que se divide el país.
El tema principal de la semana fue la elección judicial y la operación política para el Día D.
Fue la encerrona en el Palacio de Cobián, con el pretexto de que la presidenta acudió a conocer el despacho de su secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
Claro que oficialmente nada más se habla de lo permitido por la ley, que es la promoción de la participación ciudadana en la elección; sin embargo, como ocurre en todas partes, incluyendo a Chihuahua, el tema de los listados o el acordeón con los nombres de las personas candidatas a promover es, bajo el agua, lo prioritario.
Como lo señala el texto de Wainstein, lo más importante es “el armado del acordeón que todos los liderazgos de Morena están esperando con ansiedad”.
Por lo pronto, según la versión, ya hay acuerdo en cuanto a las ministras de la Corte, para promocionar en combo a Loretta Ortíz, Lenia Batres, Yasmín Esquivel, María Estela Ríos y Sara Irene Herrerías. Al menos serían las elegidas de Palacio Nacional. Falta lo que digan Adán Augusto y Ricardo Monreal, quienes, ya se ha visto que se mueven por vías separadas.
En cuanto a los hombres, se manejó en esa información un combo con una variable en el cuarto nombre. Se perfila a Hugo Aguilar Ortíz como el ministro de los derechos indígenas. También a Arístides Guerrero, y Giovanni Figueroa, como una cuota del gobernador de Nayarit.
Sobre el cuarto nombre hay versiones encontradas. Una apunta a que Ernestina Godoy empuja a Irving Espinosa Betanzo, pero otra señala que la presidenta prefiere a Eduardo Santillán.
Se supone que los listados se bajarán a los estados, pero ahí ya puede torcerse la historia en cuanto a que haya quien baje los nombres al pie de la letra, o quien se declare en rebeldía.
En cuanto al Tribunal de Disciplina Judicial, la publicación asegura que se mantendrán Bernardo Bátiz, Verónica de Gyvés y Celia Maya; además, ingresarán Indira Isabel García (posición concedida a Mario Delgado) y Rufino León Tovar (impulsado por Ernestina Godoy).
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El Bloque Empresarial Fronterizo (BEF) de Thor Salayandía, afina otro encuentro con candidaturas a personas juzgadoras para el jueves 22 de mayo.
Promete el BEF algo distinto y más sustancioso que la mera presentación de perfiles de quienes buscan el voto popular en el proceso que culminará con la elección del 1 de junio.
Se supone que es de una envergadura mayor a cualquier otro encuentro que hasta ahora se haya organizado, ya que se están conjuntando esfuerzos de distintas agrupaciones empresariales y de profesionistas para ampliar la convocatoria y atraer a más interesados.
Sin embargo, entre más interesados haya en participar, más se complica el formato y más difícil se pone la logística.
No hay que olvidar que nada más en Juárez corren unas 300 candidaturas dentro de las mil que suman en el estado de Chihuahua los dos procesos convergentes: el estatal y el federal.
Por lo menos tendrán una participación de medio centenar de candidaturas, lo que de suyo ya suena muy complicado para acomodar y escuchar en un mismo salón, para un evento de 3 horas (de las 17:00 a las 20:00 horas).
Y va todo mezclado. Aspirantes a jueces y juezas federales y estatales, pero también las candidaturas a magistraturas. En ambos casos con las distintas materias: penal, familiar civil, de menores, laboral o mixto.
Unas mesas o páneles con quienes aspiran al Poder Judicial de la Federación y otras (las más) a quienes pretenden llegar, en los estatal, tanto al Tribunal Superior de Justicia del Estado como al Tribunal de Disciplina Judicial.
Lo que pretenden los organizadores es que las candidaturas respondan preguntas muy específicas sobre las problemáticas en la impartición de una justicia lenta, costosa y desigual que se pretende dejar atrás.
Las y los pasarán al frente, para luego soltarles la batería de preguntas y después evaluar sus respuestas.
Ya se verá en qué resulta el ejercicio, inédito como el actual proceso electoral. Por cierto, traen el aval del Instituto Estatal Electoral, instancia que también promoverá el encuentro y el registro de la mayor cantidad de candidaturas.