Usos y costumbres al estilo del viejo PRI, imperaron en la logística del evento que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, presidió el viernes pasado en esta ciudad, para socializar las bondades y alcances de la reforma energética.
El evento fue convocado para comenzar a las 5 de la tarde en uno de los salones del complejo Las Anitas, de la zona de Waterfill, pero don Adán se dio su taco y al igual que lo hacen los artistas de medio pelo, llegó a las 6:45 pm, esperando que el recinto se llenara.
Cientos de empleados municipales y federales lo esperaban en el salón de convenciones, a donde fueron convocados por sus jefes, con su respectivo pase de lista, para cumplir con los ortodoxos protocolos priistas, perdón, morenistas, y arropar a sus líderes de la 4T.
Cuando el secretario entró al salón, se dio la señal para que comenzaran las porras y aplausos y los ánimos se encendieran; mientras el jefe Adán caminaba abriéndose paso al templete, donde lo esperaban la diputada federal Andrea Chávez Treviño, el presidente Cruz Pérez Cuéllar y el delegado federal de Bienestar, Juan Carlos Loera, quienes llegaron antes para supervisar que la asistencia fuera suficiente para darle un digno recibimiento, al ritmo del viva viva.
Los aires acondicionados no funcionaban o no fueron prendidos, y el bochorno se sentía en todo el salón, hasta las diez de la noche que terminó la reunión.
El jefe de la política interna del Gobierno federal destacó en su mensaje, que ahí no había gente acarreada, mientras las imágenes mostraban lo contrario con niños y niñas jugando en la alfombra y muchos servidores del municipio y de las dependencias federales, con rostros de fastidio, porque fueron “invitados” por sus jefes a un evento donde la asistencia era obligatoria.
En las primeras mesas se sentaron los funcionarios federales y municipales fifís de la 4T. Directores, jefes de área y asesores de medio pelo, que ahora forman parte de la nueva clase política. Todos vestidos impecablemente, para que se viera que en la austeridad republicana no hay miserias.
Si algunos de los acarreados pensaron que por lo menos iban a informarse en boca del secretario, sobre la reforma eléctrica, se equivocaron.
La reunión fue un burdo acto de proselitismo, a favor de la figura de AMLO y contra el Instituto Nacional Electoral que pretende desaparecer el ejecutivo federal.
El secretario fue el primero que rompió con el orden del día y luego lo siguieron el alcalde y el delegado federal, secundándolo con vivas y porras para el jefe de la 4T, que a esas alturas ya había sido elevado al rango de mesías.
La reunión terminó convertida en un mitin “lopezobradorista”, con una arenga para votar en la elección de revocación de mandato del 10 de abril, para que el preciso siga en el cargo.
Los empleados del Municipio y del Gobierno federal, que llenaron el salón sentados en la parte de atrás, fueron los primeros en salir, cuando el reloj marcaba las diez de la noche del viernes y habían permanecido más de cinco horas en una reunión que trató de todo, menos de la reforma energética, para la que fueron convocados.
En fin, esa gente “invitada” revivió los tiempos idos de la política rupestre, practicada por décadas por el PRI, donde predominaba el acarreo de empleados de gobierno a los actos partidistas, que se convertían en sesiones de culto para los hombres en el poder. Por algo dicen que chango viejo no aprende maroma nueva.
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Frente al gasolinazo del sábado pasado a los juarenses, nuestros representantes sociales en el Congreso de la Unión y en el Estado se han quedado mudos, impasibles frente a la escalada de precios que sigue.
De los legisladores morenistas, esos prosaicos porristas de la 4T, era de esperarse que no fueran a pronunciarse en contra, porque era tanto como darse un balazo en el pie.
Pero tampoco los grupos parlamentarios del PAN ni del PRI se han visto preocupados por la “madrina” que el gasolinazo les pondrá a los bolsillos de todos los juarenses. Y decimos todos, no solamente de los que utilizan vehículos de motor, porque el gasolinazo se reflejará en los precios de productos de la canasta básica donde los aumentos no tardan en llegar.
Todavía es hora de que la ciudadanía se pregunta en las redes sociales, para qué sirven los representantes en las cámaras si no hacen nada contra los atentados a la economía y se muestran indiferentes frente a la carestía que se espera.
El único que hasta ayer había levantado la voz, en contra el gasolinazo de la 4T, y eso de manera individual, fue el diputado panista Gabriel García Cantú, quien coincide en que este golpe no solo será en la gasolina, sino también se verá reflejado muy pronto en la canasta básica, en los costos de empresas de reparto, de transporte público y de otros servicios básicos para los juarenses.
“Yo todavía estoy esperando que algún legislador de Morena levante la mano para defender los intereses de los juarenses, y espero que el alcalde se pronuncie también y haga algo para que se revierta este lamentable hecho”, dijo textualmente el legislador juarense.
En las redes sociales, donde los ánimos están caldeados por este asalto en despoblado, muchos critican la postura pasiva de los diputados, otros piden que les den el beneficio de la duda y los más, apoyan la idea de que se exhiban sus fotografías y sus nombres en las redes y en la vía pública, para que les de vergüenza y actúen en consecuencia.
Ahora la pregunta es: ¿tendrán realmente vergüenza?
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Con la suspensión del servicio de 29 camiones chatarra del transporte público de pasajeros, el director de Transporte del Estado, Ricardo Tuda, se puso en evidencia, pues en días pasados hasta se molestó cuando Norte Digital informó sobre las peligrosas unidades que estaban circulando en peligrosas condiciones mecánicas y físicas.
Fue el 10 de febrero cuando el funcionario estatal juarense negó rotundamente que existieran unidades chatarra en servicio y hasta se atrevió a decir que todos los camiones autorizados por la demanda que la pandemia provocó, cuando el aforo en los camiones se redujo, cumplían con las condiciones mecánicas y físicas para el servicio.
Ahora resulta que eso era otra vil mentira, porque en los últimos 15 días han sacado de circulación 29 camiones de las rutas 1-A y 1-B, por las pésimas condiciones en que se encuentran y que sin duda alguna los coloca en la clasificación de chatarras.
La misma dependencia admitió que las unidades fueron retiradas del servicio por las malas condiciones en que estaban circulando, poniendo en riesgo la vida de los pasajeros.
Entonces, señor Tuda, ¿hay o no vehículos chatarra en la calle?
Ahora falta saber cuántos de esos camiones y sus respectivos operadores, quedarán fuera de circulación con el operativo-show que emprendió la Dirección de Transporte el fin de semana, después de la balacera protagonizada por choferes malandros y sus chalanes en la ruta Universitaria.