Ayer apenas se cumplían 24 horas de que nuestras autoridades estatales, convencidas de su polémico proyecto de la Plataforma Centinela, anunciaron a bombo y platillo la colocación de la primera Piedra de la Torre Centinela, cuando este jueves el diablo se desató en la ciudad.
No cabe duda que nos acomoda a la perfección aquel dicho popular que dice que cuando no nos llueve nos llovizna. Así, una repentina riña en el Centro de Readaptación Social Estatal No. 3, que dejó como saldo preliminar tres muertos y más de 20 heridos, puso en jaque nuevamente a nuestra ya de por sí vapuleada Juárez, dejando en evidencia, otra vez, la carencia de una estrategia sólida que permita dar tranquilidad a nuestra ciudadanía.
Según los testimonios del horror vivido ayer en las instalaciones del penal local, las familias y amigos de los internos del reclusorio se encontraban en su día de visita, cuando un grupo de personas privadas de su libertad desató una trifulca, que dejó muertos y heridos.
Los testigos aseguraron que por más de media hora el infierno se apoderó de las instalaciones, donde incluso se realizaron detonaciones de arma de fuego, hasta que ingresaron las autoridades para controlar el caos. O al menos eso es lo que dieron a conocer al salir a dar la cara a los medios que cubrían la nota.
La seguridad con la que se vigilan las cárceles de nuestro estado se pone en entredicho al suscitarse este trágico acontecimiento, el primero en su tipo en la era de Maru Campos, y se da justo un día después que la gobernadora anunciaba, tras colocar la primera piedra de la Torre Centinela, que esta inversión de 4 mil millones de pesos se convertirá en la esperanza para que las familias chihuahuenses puedan vivir, crecer y trabajar en paz, según el comunicado oficial.
“Con mucha emoción ponemos la primera piedra de lo que será la sede de la Plataforma Centinela, acción con la que queremos decirle a todo el estado, particularmente a esta ciudad, que la esperanza continua viva y que nuestro Gobierno está más comprometido que nunca con la seguridad pública”, señaló.
Esa primera piedra ha caído de peso, también en las calles, donde a los hechos violentos que se han vuelto tristemente cotidianos, como lo son los ataques a balazos que dejan heridos y muertos por todos los rincones de la ciudad, se suman una serie de incendios en tiendas de conveniencia.
Los ataques sistemáticos a dichos establecimientos reviven el terror que hace apenas unos días se vivió en Guanajuato, donde 25 tiendas Oxxo fueron quemadas por integrantes de un grupo del crimen organizado.
Al cierre de esta columna, se reportaban un incendio en locales de este tipo y dos mujeres muertas, mientras que en otro establecimiento se registraba también un ataque armado que dejó al menos dos personas lesionadas, uno de ellos un niño de 12 años de edad, según las primeras versiones, aunque otras mencionaban que eran cuatro.
El miércoles, la gobernadora, emocionada, repetía a los presentes en la inauguración de la construcción de la Torre Centinela:
“Los problemas de inseguridad deben ser atendidos a través de una estrategia bien definida, bien pensada, bien diseñada, para que cada esfuerzo emprendido por cada miembro de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado sea eficiente en el combate a la delincuencia, la procuración de justicia y por supuesto la seguridad ciudadana”.
Pero, ella fue más allá al mandarle un mensaje a los delincuentes a “Chihuahua no se meten”. La respuesta de los criminales fue contundente con sus acciones, ya están adentro.
Gobernadora: los juarenses coincidimos plenamente con usted, pero le pedimos que esa estrategia se implante de una vez por todas, sin simulaciones, y no cuando el destino nos alcance y esta ciudad termine de nueva cuenta en la ruina total.
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En dos días, el Maruquismo tuvo que dar tremendas frenadas a dos de sus acciones más controversiales y peor calculadas de lo que va del periodo y a escasos días de su primer aniversario.
Primero, le dieron las gracias a Gerardo Cortinas Murra por su papel de Llanero Solitario y cancelaron el juicio político contra Javier Corral.
Ahora, cuando tenían un verdadero incendio en redes sociales por el asunto de los uniformes del Bachilleres, salieron a primera hora de la mañana a anunciar que el programa no va.
En lo del Cobach reculó por las críticas e inconformidad generalizada de padres de familia a los que pretendían obligar a compra de nuevos uniformes escolares carísimos.
Cuando la papa estuvo demasiado caliente aventaron al secretario de Educación y Cultura, Javier González Mocken, a salirle al quite para deshacer el negocio del director de Cobach, Marco Licón Barraza, quien supuestamente tomó la decisión por sus pistolas, cosa que nadie cree.
La Secretaría de Educación informó que la cancelación se determinó, porque la administración estatal es “sensible a las problemáticas de las familias”.
Eso dijeron oficialmente para calmar las agitadas aguas, pero más que sensibilidad, fue una metida de pata mayúscula, con un propósito absoluto de lucro, por más que lo traten de disimular.
O sea que un gobierno que está hipersensible a todo lo que se publica en los medios de comunicación se enteró apenas ayer que a “alguien” se le había ocurrido incluir la compra de uniformes en el formato de inscripción, y que eran 2,600 “del águila”.
Si sabían y no reaccionaban, malo. Pero si alguien buscó hacer el negocio sin preguntar, también muy malo. Tarde llegaron al tema y tardía también llegó la destitución de Marco Licón Barraza director general del Colegio de Bachilleres de Chihuahua (Cobach), porque el problema lo dejaron crecer.
No es el primero ni el único caso de la administración estatal, donde se ven obligados a meter reversa por equivocación, precipitación, desinformación, o todas estas causales juntas.
Anterior al Cobach fue la ubicación inicial de la Torre Centinela en el estacionamiento del Museo de la Revolución en la Frontera, que, ante las protestas de los comerciantes del centro de la ciudad, tuvieron que cambiar la sede de la obra.
Y antes de eso el polémico resbalón por la postura a favor del Centro de Convenciones y de los integrantes del fideicomiso del proyecto, sin saber que la decisión para levantar esta obra en el parque público, no era de su competencia porque había escalado hasta el nivel federal.
Estas fallas que no son asuntos menores, hacen pensar seriamente que los inquilinos de palacio siguen fielmente aquella famosa sentencia de Artemio Iglesias, el “Filósofo de Rubio”, de que la reversa “también es cambio”-
Aunque faltaría un nuevo golpe de timón, que podría anunciarse en breve. Algunos dicen que será el inicio anticipado del programa “Borrón y cuenta nueva” con el cual los deudores de impuestos y multas obtienen cuantiosos descuentos. Otros dicen que será la ampliación del programa de replaqueo hasta el fin de año.
Y… falta, desde luego, capturar al escurridizo “Chueco”, pero ese será un trofeo que deberán compartir con la 4T, guste o no.
Ante todo este desbarajuste, cabe preguntase ¿pues en dónde está el piloto?
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Quienes se quedaron chiflando en la loma, por querer colgarse del problema de los uniformes, fueron los diputados de Morena del congreso del estado, que acudieron encabezados por Cuauhtémoc Estrada, a presentar denuncias ante la Función Pública y la Comisión de Derechos Humanos, al mismo tiempo que Educación y Cultura metía reversa a la medida.
Si la diputada de su fracción, Rosana Díaz, ya se había pronunciado en tribuna contra la exigencia de los uniformes y la sospecha del negocio que se pretendía hacer con ellos, ¿por qué se tardaron en darse cuenta que la disposición era violatoria de los derechos fundamentales y hasta discriminatoria con aquellos alumnos que no pudieran comprarlos?
La respuesta es simple. Se esperaron hasta que la molestia en los padres de familia creció y pretendieron colgarse la medalla en un acto de vil oportunismo político.
Se vieron demasiado lentos y en consecuencia, hicieron el ridículo, porque ahora, a toro pasado, sus denuncias no tienen materia.
Don Cuauhtémoc Estrada deberá pedirles a sus asesores que le escojan mejor sus batallas, para que no gasten papel ni tinta en causas donde les ganan el mandado.
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Le fallaron el miércoles las huestes a Ulises Pacheco al momento de acudir a registrarse como candidato a la presidencia del Comité Municipal del PAN, cuya elección será el 11 de septiembre.
De los cien simpatizantes que esperaba para mostrar su fuerza y achicar a quienes serán sus rivales, solamente llegaron 30, en su mayoría adultos mayores.
Con toda la intención de aprovechar la asistencia de los panistas, que tradicionalmente van a las sesiones semanales de los miércoles a las 5 de la tarde, en la casona de la 5 de Mayo, Ulises programó la hora de su registro media hora antes, pero no le funcionó, porque no llegó más gente de la que llevó.
Le pidieron que usara la sala Hiram Contreras, con capacidad para el reducido grupo que lo acompañaba, pero se rehusó a hacerlo confiando en que llegarían cuando menos un centenar de sus seguidores, lo cual nunca ocurrió.
Lo acompañaron en su registro Pepe Márquez, el eterno aspirante a la dirigencia del PAN municipal y el abogado Carlos Angulo, ex diputado federal que le disputó a Javier Corral la nominación interna por la candidatura a la gubernatura y después formo parte de su gabinete ampliado, pero ni con sus liderazgos pudieron juntar medio centenar de simpatizantes. Ahí va diciendo su capacidad de arrastre.