Mientras el Balcón pasado era puesto en “send” –sábado por la tarde– hacia la redacción central de Periódico NORTE para su publicación correspondiente, en la capital del estado varios grupos políticos antagónicos se trenzaban a garrotazos frente a las puertas de Palacio de Gobierno.
Uno de los grupos estaba conformado por panistas encabezados por el senador blanquiazul Javier Corral Jurado y por militantes de izquierda liderados por el dirigente estatal de Morena, Víctor Quintana Silveyra. Ellos forman la denominada Unión Ciudadana.
El otro grupo fue identificado completamente con el PRI, encabezado por una lideresa de muy baja estofa que debe ser vergüenza aun para los decentes habitantes de la precaria colonia donde vive. Ella es conocida como Tomasa Rojo, La Negra Tomasa. Nomás de verla dan toques.
Desde días antes, los integrante de la Unión Ciudadana habían anunciado que harían una manifestación en las afueras de Palacio contra el gobernador del Estado, César Duarte; al arribar a ese espacio, el lugar había sido ocupado por La Negra y un violento grupo de golpeadores. De inmediato se armó el zafarrancho. Varios lesionados de ambos lados.
El hecho encendió de inmediato las luces amarillas para el proceso electoral federal que está en marcha y coloca las primeras banderas de confrontación hacia el 2016.
Institucionalmente el PAN no participa en la Unión Ciudadana ni mucho menos tiene alianza con las izquierdas aglutinadas en Morena. Inclusive la dirigencia estatal blanquiazul mantiene serias divergencias contra Corral, pero vimos a lo largo de la semana que el presidente del PAN en la entidad, Mario Vázquez, aprovechó la coyuntura para colgarse del corralismo e irse duro contra el gobernador Duarte.
Con su postura en ese y otros temas significaría que Vázquez está buscando dejar atrás los acuerdos que tenía con el Gobierno priísta, entre ellos colocar gente suya en distintos espacios de la Administración estatal para encaminarse hacia las campañas electorales en plan de guerra total.
Si así fuera, sólo quedaría prendido con alfileres ese compromiso de Vázquez con Duarte a través del líder de la bancada del PAN en el Congreso del Estado, César Jáuregui, que se ha esmerado en cuidar muy de cerca el buen ambiente con Palacio. Batallaron, pero ya están en el redil negociador con Palacio las diputadas Maru Campos y Daniela Álvarez.
El domingo pasado nos concentramos en el análisis de la entraña priista y su tremenda ebullición. Dijimos: las distintas corrientes contrarias a Palacio de Gobierno se aprestan a dar la gran batalla para recuperar espacios de poder. Entre paréntesis, los próximos días habrá de incursionar Marco Adán Quezada en Juárez con la A.C. Sumemos Voces, operada por su esposa Lucy Chavira y la exdirigenta estatal del Onmpri, Tepo Romero, declarados ya en guerra contra el duartismo.
También dijimos aquí, pues, que Palacio ha dado muestras de que no sólo tiene la firme intención de retener el poder en el estado, sino que busca extenderse hacia la Presidencia de la República. Los mensajes al respecto son graneaditos, sin espacio para dudas. Desde el centro los mensajes son contradictorios: que el gobernador se va a Palacio Nacional, al PRI nacional o a ninguna parte.
Unidos todos los factores tenemos el estudio bastante redondeado sobre el escenario político–electoral presente y las vísperas de lo que viene. Los garrotazos del sábado pasado forman parte del contexto general, la posición institucional del PAN igual, la Unión Ciudadana y Morena también en un mismo bloque… los priistas duartistas por supuesto, y los priistas antipalacio no andarán en la campaña electoral de este año porque quizá ni los inviten, pero estará trabajando en lo suyo con la misma intensidad o más que los propios candidatos y sus equipos. Ejemplos hay a pasto: el ya dicho de Marco Adán, Teto, Graciela, Lilia… Reyes Baeza andará en Chihuas la semana próxima, etc.
La olla política hervirá intensamente hasta conocer el resultado de junio. En ese inter nadie va a ceder porque no se ven intenciones de negociación ni acuerpamiento en uno solo. Aquí está incluido el PAN.
Vázquez y Jáuregui están seguros de que ganarán entre tres y más distritos; por eso Vázquez se da el lujo de deshacerse de panistas con mucha influencia interna y externa, pero que le son bastante incómodos.
Si las predicciones de Vázquez se cumplen, la lógica los lleva a la convicción de que se quedan en la antesala de la gubernatura. Si ganan esos tres, cuatro o más distritos –analizan– quedarán satisfechos, porque sabrán que hicieron lo correcto en materia de asepsia interna y estarán listos para comerse el mundo entero. La guerra iniciada contra los Pérez Cuéllar, contra los Corral y ahora contra Duarte se ampliará contra quien se ponga enfrente. Los spots contra el gobernador que ordenó bajar el INE por una frase mal colocada, regresarán muy pronto.
La lucha de Corral no es para este año, definitivamente. No hay por dónde ni le interesa. Más fácil para él y Morena porque no tienen nada que perder y sí todo que ganar hacia su objetivo real, el 2016. Cada garrotazo que les apliquen son votos que se irán acumulando a su favor. Eso creen. Y una campaña ajena es el escenario ideal para obtener resultados sin riesgo. El riesgo, cabe decirlo, es para la carne de cañón que reciba las tranquizas en cada desencuentro. Nada más.
Ya dijimos que los priistas contrarios al duartismo velarán armas hasta junio por las razones que quedaron expuestas el domingo pasado. Para ese priismo estratégicamente es mejor la espera. De ahí en adelante las decisiones más importantes en relación con su partido llegarán desde el primer priista del país. Solamente deberán estar bien pertrechados y mejor aprovisionados para que el primer priista sepa que ahí están y que son mejores que quienes van concluyendo el sexenio.
Por todas esas razones, Palacio de Gobierno no tiene derecho a los errores de ningún tipo: ni en su relación con los partidos de oposición, ni en relación con la administración del Gobierno estatal, ni en su relación con la sociedad, ni en relación con los priistas opositores, ni en relación con el mundo mediático de la imagen: redes sociales, periódicos, radio, televisión… y, por supuesto, ni en relación con Los Pinos y la Presidencia de la República.
Quien muestra intenciones de retener el poder, o más aún, de ampliarlo, no se puede dar el lujo de llevar a cabo acciones que le resten votos aunque sea en cantidades modestas. Es imposible llevar la fiesta en paz con todo mundo, y más en el mundo político, pero es innegable que hoy la ostra en Palacio se cierra cada vez más porque hay la convicción de que están haciendo las cosas bien y que como lo han hecho han obtenido resultados favorables a su causa.
La pregunta final es hasta dónde llegará Palacio en su defensiva y en su ofensiva para conseguir su propósito de mantener y ampliar los espacios de poder, y hasta dónde llegarán quienes buscan un relevo, priistas y panistas.
Lo ocurrido hasta ahora nos indica que cada fuerza va por su lado sin negociación ni mucho menos cesión, cuando mucho algo de prudencia en algunos casos como los priistas opositores.
Malo para Chihuahua porque en cualquier momento se multiplican “las negras” Tomasas en cualquier parte y en cualquier sector social, que no son exclusivas de segmentos económicamente precarios de la sociedad .
¿Qué hará el PRI nacional, qué hará la Presidencia de la República en todo este embrollo capitalizable para poderosos grupos empresariales, para la poderosa delincuencia organizada?
Kamel Athié y una Ley de Aguas vs la población
Sin agua, simplemente no se sustenta la vida, menos algún proyecto de desarrollo económico, por eso es que la sola idea de privilegiar el uso industrial y comercial de ese recurso por encima de la del consumo humano, genera una gran polémica.
De ahí que la nueva Ley General de Aguas Nacionales, impulsada principalmente por el diputado federal chihuahuense Kamel Athié, haya desatado una fuerte oleada de críticas a lo largo y ancho del país.
Cobra mayor importancia para una ciudad como Juárez, asentada en la zona desértica, que si bien ahora tiene una de las mayores coberturas del servicio de agua potable las 24 horas del día, a diferencia de otras poblaciones del estado, no cuenta aún con políticas adecuadas que garanticen el uso racional del recurso y, sobre todo, el aprovechamiento de las aguas tratadas.
La crónica escasez de agua en el árido territorio chihuahuense hace que ese recurso indispensable sea insuficiente, no solo por el exponencial crecimiento de la población fronteriza, producto de la migración, sino por lo caro que resulta llevar el servicio de agua entubada a los asentamientos humanos dispersos en una ciudad que ha crecido horizontalmente en forma desordenada.
El 60% de la población del estado se ubica en Juárez y en Chihuahua, el 15% en otras 10 ciudades y el 25% restante en las más de 12 mil localidades dispersas, a las que resulta oneroso llevarles el servicio de agua potable.
Los juarenses ya pagamos caro por el agua potable con disponibilidad permanente en los hogares que cuentan con el servicio. Incluso, el organismo operador es uno de los pocos que paga una renta por la utilización del acueducto Conejos–Médanos, construido por el grupo Carso, del magnate mexicano Carlos Slim.
Y es justo en el punto del interés económico por el control del agua, donde se centra la polémica en torno a la nueva Ley General de Aguas Nacionales, que según ambientalistas y expertos en la materia contiene criterios contrarios a garantizar el derecho humano al agua e implicarían un incremento de tarifas a los consumidores.
Por encima de ese derecho humano al agua, han sido colocados los intereses de los poderosos grupos económicos que invierten capitales en el sector energético, minero, de desarrolladores turísticos, inmobiliarios y comerciales.
La industria extractiva de minerales a cielo abierto, con la que las grandes empresas trasnacionales pretenden desarrollar proyectos en suelo de Chihuahua, requiere ante todo de grandes volúmenes de agua, lo mismo que la extracción de gas shale, con la técnica de fractura hidráulica. El nombre lo dice todo.
Apenas esta semana que termina, aquí en Juárez se anunció el próximo inicio de actividades de la empresa Samalayuca de Cobre, filial del grupo minero canadiense VVC Exploration Corp., que hace más de dos años compró a la empresa Camex las acciones del yacimiento minero localizado en las inmediaciones de la reserva natural protegida que conforma el desierto de Samalayuca, considerado uno de los más frágiles ecosistemas.
Por más de dos años el proyecto se mantuvo como secreto de Estado, si acaso surgieron algunos datos generales, y aun hoy, cuando ya el Gobierno de Chihuahua habla de la llegada de capitales extranjeros por más de 4 mil millones de dólares en el sector minero, nadie atina a informar de dónde sacarán el agua para los mismos.
La zona de los Médanos es de donde Ciudad Juárez está obteniendo ahora el agua que necesitan sus habitantes. ¿De dónde saldrá el agua que requiere la empresa Samalayuca de Cobre para realizar el proceso de lixiviación que separe el cobre del material rocoso triturado?
Esos son los puntos que dan la voz de alerta sobre el cuestionado contenido de la nueva Ley General de Aguas, que se mantiene aún en “stand by” en la Cámara de Diputados.
El diputado Kamel Athié, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, y los legisladores de la Comisión de Agua Potable y Saneamiento, la dejaron reposar para el próximo martes, ante el rechazo generalizado ocasionado por el albazo legislativo en la aprobación del dictamen.
Ahora ya con la lumbre sobre los aparejos, cuando todo está prácticamente cocinado, el diputado federal chihuahuese sale con que está abierto al debate, para dejar en claro que la iniciativa en comento no tiene afán de privatizar el recurso natural más preciado para la vida.
La postura de Kamel Athié no convence ni a propios ni a extraños. En todo el país se escuchan voces de rechazo por la clara intentona de beneficiar al sector privado con el contenido de la legislación.
En Chihuahua los conflictos por el agua ya los tenemos encima. Los poderosos agricultores menonitas han hecho chilar y huerto de la legislación actual, amparados por la perenne corrupción en la gerencia estatal de la Comisión Nacional del Agua, donde han conseguido títulos falsos sobre derechos de explotación de aguas del subsuelo para perforar pozos y convertir tierras de agostadero en agrícolas.
Es historia vieja, sobre la que se afincan conflictos sociales serios, de los que obran denuncias en organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el caso del homicidio del matrimonio conformado por el dirigente de El Barzón, Isamel Solorio, y su esposa Manuela Solís. Y más recientemente, el asesinato del empresario y agricultor de Villa Ahumada Eduardo Almeida, también involucrado en las movilizaciones en defensa de los recursos hídricos de la región.
La guerra por el agua está también a las puertas de la capital del estado, con la lucha de los agricultores de El Sauz, que se oponen a la apertura de nuevas tierras al cultivo de nuez en la zona, sin que nadie atienda sus reclamos.
A todos ellos, el diputado federal por Chihuahua no les dijo ni agua va, cuando se puso a negociar con los grandes intereses económicos el contenido de la nueva Ley General de Aguas Nacionales que pretenden aprobar esta semana en la Cámara de Diputados.
Pero el diputado ahora dice que está dispuesto al debate. ¿A qué hora, con qué objetivo, si ya aprobaron el contenido en comisiones y está listo para votar la polémica ley?