En dos distintas arenas donde se juegan tanto intereses económicos como políticos, el factor Cruz Pérez Cuéllar generó peleas y divisionismos.
En el caso de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), lo que a final de cuentas complicó los acuerdos que últimamente habían alcanzado sus agremiados para rotarse o repartirse el poder, fue la construcción de la candidatura de Iván Pérez Ruiz, el exdirector de Desarrollo Económico Municipal, quien es abogado fiscalista y tiene su negocio de artículos de limpieza.
A muchos actores no gustó la idea de una eventual o posible injerencia crucista en Canaco y buscaron otras opciones, con todo y que los dos Rogelios, Ramos “El Boxeador” y actual dirigente, así como Rogelio “El Pescador de Ilusiones” González, también expresidente, se apostaron con el exfuncionario municipal.
La forma en que los Rogelios se dejaron querer con el subsidio de 4 millones pesos que de las arcas municipales salieron para organizar un evento nacional de mujeres empresarias, fue otro elemento que agregó suspicacias sobre la metida de mano de Pérez Cuéllar a la Canaco.
Por eso hubo quienes prefirieron hacer equipo con Elizabeth Villalobos, empresaria de la carne, quien trae el apoyo de varios expresidentes y, se supone, tiene en la bolsa el aval de la familia De la Vega, los dueños de la cadena de tiendas Del Río y Superettes que siempre quieren actuar como si también fueran los dueños de toda la Cámara.
Con la irrupción de múltiples tiendas Oxxo, las fuerzas quedaron divididas, ya que la cadena de capital neolonés le entra también a ese tipo de definiciones políticas y, por lo visto, esta vez lo hizo en favor del proyecto de los Rogelios.
Además, surgió de último momento una tercera candidatura, la de Ángel Corral Hernández, lo que incluso puso en tela de duda que los De la Vega mantengan el apoyo a Villalobos. En ese contexto tan revuelto, es que se dio el incidente del puñetazo de Ramos al otro expresidente de la Canaco, Gilberto Cueva.
El otro caso de conflicto interno, donde salió a relucir el nombre del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, tiene que ver con todo el movimiento masón en esta ciudad, donde hubo ayer, al mismo tiempo, dos eventos conmemorativos del natalicio de Benito Juárez.
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El maldito dinero está en el centro del divisionismo entre masones. Y fue Cruz Pérez Cuéllar el que colocó la manzana envenenada, al ponerse dadivoso y entregar el año pasado 385 mil pesos al líder de la Logia Cosmos, Fernando Martínez Acosta.
Resulta que el exsíndico priista es amigo del alcalde, quien impulsó el subsidio que en su momento aprobó el Ayuntamiento en pleno, recursos destinados a la organización en Juárez del Consejo Masónico Nacional realizado por la Confederación que preside Martínez.
Unos dijeron que no fueron transparentes los manejos financieros, otros mostraron recelo, y otros más de plano reprobaron la “maiceada” con recursos públicos, el caso es que no hubo acuerdo entre distintas logias para hacer un solo evento conmemorativo, como regularmente ocurre.
La gota que derramó el vaso del divisionismo, fue que en el evento “oficial” municipal, únicamente se agendó la participación del amigo del alcalde, exclusión que no fue aceptada por dirigentes de otras logias.
Los excluidos, integrantes de logias como la Paso del Norte, Renovación y Valle de México, hicieron su ceremonia en El Chamizal, mientras que Cruz y Martínez estuvieron en el Monumento a Juárez del Centro Histórico.
Por cierto, para asegurar que hubiera buena presencia en el Monumento, supo Mirone que se armó un operativo municipal a cargo de otro “hermano” masón, nada menos que el secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz.
Así que por ahí hubo bastantes funcionarios municipales y hasta patrulleros convertidos, por obra y gracia de su jefe, a la masonería.
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Rogelio “El Lento” Ramos, compartió su “veldá” sobre los moquetes que le puso a Gil Cueva, con el periodista Héctor González, quien platicó los pormenores en su programa radiofónico de 860 AM.
Siguiendo la narrativa de González, el presidente de Canaco se encontraba en santa paz en su oficina, en donde recibía unos documentos a otro agremiado, cuando sin decir agua va, como borracho pateando las puertas de cantina en el viejo oeste, irrumpió Gil Cueva, quien “entró a la brava” y le dijo “a mí también me recibes”.
El (vio)Lento Ramos afirmó que él le señaló a Cueva, quien también es vicepresidente de la Canaco, “oye Gil, no son maneras de entrar a la oficina, ten respeto por las instalaciones que nos representan a todos los comerciantes” y que este le respondió “pero a mí me recibes hijo de tu tal por cual”.
Entonces se dio un giro inusitado, cuando Ramos le admitió a su entrevistador: “A ver Héctor, yo soy de rancho, la verdad sí soy de sangre caliente, de mecha corta y si van y me manotean y me gritan y me quieren amedrentar y con aspavientos, pues…”.
Luego se puso todavía más bueno el chisme. “Me puse de pie, lo invité a salir, me volvió a encarar y me empujó y yo le contesté”, dijo Héctor que le contó Ramos. Aquí fue cuando sonó a parte informativo policiaco, el momento en que los agentes mencionan algo así como “al darse la persecución, el presunto responsable cayó de una barda y resultó con lesiones en distintas partes del cuerpo”.
Cuando Ramos dice que le respondió, se refiere al uno-dos que le aplicó en el rostro a Cueva, quien se quedó viendo estrellitas, que lo llevaron a un famoso hospital fifí a recibir atención médica.
“¡Ni le hice nada, sí, si lo aventé! Se meten todos los que están presentes para separarnos y fue todo”, afirma González que le refirió el campeón de los guantes de oro.
Por lo pronto, los diversos grupos de la iniciativa privada han comenzado a manifestarse sobre este deshonroso capítulo del empresariado juarense, uno de ellos el encabezado por Manuel Sotelo, líder de la Asociación de Transportistas.
En un desplegado, Sotelo pide a la Fiscalía General del Estado dar seguimiento a la denuncia que interpuso Gil Cueva. También solicita a los agremiados de la Canaco el cese inmediato como presidente de Ramos Guevara.
Lo más interesante de ese posicionamiento es el llamado a todos los demás organismos donde Ramos tiene un asiento, para que reprueben su comportamiento y le retiren el nombramiento.
Ahí les hablan, Consejo de la JMAS, Consejo Coordinador Empresarial e incluso la Confederación de Cámaras de Comercio, entre otros espacios que acapara el dueño de los hoteles María Bonita.
Resultaría una verdadera burla que Ramos conserve su asiento en organismos como Ficosec y la Mesa de Seguridad, instancias que buscan la paz para la ciudad, todo lo contrario a lo que reflejan las actuaciones violentas del empresario.
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A cinco días de que se cumpla un año de la tragedia en la estación migratoria provisional donde 40 migrantes extranjeros murieron víctimas de un incendio y otros 27 resultaran con lesiones que les dejarán marcados para toda la vida, en las inmediaciones del Bravo, se vivió ayer una situación de peligro que pudo hacer llegar la sangre al río.
Cientos de extranjeros provenientes de países como Venezuela, Perú y Guatemala, concentrados en las inmediaciones de la Puerta 36, participaron en una repentina embestida humana para ingresar a los Estados Unidos, frente a la mirada de la Guardia Nacional de Texas.
La muchedumbre, fuera de sí, luego de permanecer varios días a la intemperie, soportando el clima, el hambre y la sed, tomó una determinación radical y comenzó a librar el cerco formado con alambres y navajas.
Con herramientas diversas, piedras, cobijas e incluso con sus propias manos, los migrantes vencieron la barricada y corrieron una veintena de metros para acercarse al muro metálico construido por Donald Trump cuando era presidente de la nación americana.
Hincados, maltrechos, heridos, como una escena propia de una pintura negra de Goya, los cientos de migrantes que lograron cruzar la valla impuesta por la milicia texana, esperaban por ser recibidos por la Patrulla Fronteriza.
Al menos tres camiones, aguardaban del otro lado del muro, para transportarlos en el viaje a su solicitud de asilo; atrás de ellos, en un extraño limbo que se ha formado en el campamento improvisado, en la ribera norte del Bravo, decenas de personas que no pudieron cruzar, permanecían en silencio, cubiertos por una densa nube de polvo.
Las situaciones de este tipo que se presentan en el límite entre México y Estados Unidos han ido subiendo de tono. Si los Gobiernos de ambos países no toman cartas en el asunto con seriedad, algo malo, muy malo pudiera ocurrir debido a la indiferencia de las dos naciones.