Como si no tuviéramos suficiente con la pandemia que aún padecemos, ahora ha surgido en la entidad una plaga de malandrines cibernéticos, que están robándose las cuentas de Facebook de ciudadanos y hasta de servidores públicos para cometer fraudes en línea.

La ciberdelincuencia aumentó de manera alarmante desde el 2020, a consecuencia de la pandemia, para obtener contraseñas de las cuentas de correo y Facebook, y cometer delitos como la obtención de créditos y compras por internet con la información de las personas suplantadas.

Para robar las contraseñas de Facebook, los cibermalandrines suelen enviar un mensaje donde solicitan reaccionar a una publicación, y cuando se da click en un enlace o link, tienen acceso al perfil para suplantarlo y obtener información confidencial, como claves y números de cuentas, principalmente.

Cómo estará de grave el asunto de la suplantación de identidad que hasta el secretario de Seguridad Pública del Estado, Gilberto Loya Chávez, ya lo sufrió en carne propia.

La corporación informó ayer que los delincuentes robaron la cuenta de Facebook del jefe policiaco, e hizo un llamado a hacer caso omiso a cualquier solicitud de información o dinero que surja de la cuenta falsa, ya que a nombre del titular de esta secretaría no se solicitan datos a terceras personas, ni depósitos de dinero para ningún trámite.

La suplantación ocurrió a pesar de que esas cuentas están supuestamente blindadas y que bajo su mando opera la Policía Cibernética, responsable de los delitos que se cometen en el ciberespacio.

Bueno, pues en esta ocasión, los hackers lograron suplantar la identidad de Loya Chávez, por lo que la Policía Cibernética informó que se implementó un procedimiento de rastreo de la cuenta «apócrifa», para dar con quien se encuentra suplantando la identidad del secretario.

Lo que no dijo fue si lo encontraron o siguen buscándolo, lo cual es importante porque su captura puede dar pie para desactivar estas bandas que están operando en el estado.

Son muchos los reportes que se conocen, todos los días, de civiles, periodistas, empresarios, activistas y servidores públicos que son víctimas del robo de identidad en las redes sociales.

Por lo mismo, la Policía Cibernética del estado puso a disposición el número de teléfono 614-429-33-00 en la extensión 10-955 y el correo electrónico ciberpolicia.sspe@chihuahua.gob.mx, para denunciar este delito.

Esperemos que la atención que están poniendo para atender el delito del que fue víctima su jefe, sea la misma que brinden a los casos que denuncien los simples mortales.

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Muy mal se vieron las autoridades municipales ayer en la sesión de instalación del programa de Respuesta a la Alerta de Violencia de Género, donde todos se olvidaron de cumplir los protocolos sanitarios contra el Covid-19, ya que no usaron cubrebocas y mucho menos respetaron la distancia de un metro y medio de persona a persona.

Los que les pusieron el ejemplo fueron los reporteros que cubrieron el evento en las instalaciones del Instituto Municipal de la Mujer, quienes nunca se quitaron la mascarilla, mantuvieron la distancia en todo momento y usaron el gel antiviral.

Ni siquiera el hecho de que la reunión fue presidida por el alcalde Cruz Pérez Cuéllar motivó a los organizadores ni a los asistentes a cumplir con las medidas sanitarias básicas.

En la sala donde se realizó el evento había aproximadamente 100 personas, entre funcionarios municipales y activistas de la sociedad civil, que tampoco respetaron el control sanitario.

Tal parece que el hecho de haber pasado al color amarillo en el semáforo epidemiológico ha relajado las medidas, y los que deben poner el ejemplo a la población en general son los primeros en actuar irresponsablemente.

El miércoles pasado, en conferencia global, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que estamos muy lejos de volver a la normalidad porque el virus sigue evolucionando y, por lo tanto, las medidas sanitarias deben seguir respetándose.

El alto funcionario hizo ver que en torno a la pandemia hay una narrativa equivocada, en el sentido de que gracias a las vacunas y a la menor gravedad de la variante Ómicron, no es necesario prevenir el contagio. Por eso actúan imprudentemente y se olvidan de seguir las reglas de sanidad obligatorias.

Esa imprudencia fue precisamente la que se vio ayer en la sede del Instituto Municipal de la Mujer, que esperamos, no sea contagiosa.

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Ahora resulta que todos los morenistas niegan que estén realizando encuestas en torno al proceso de revocación de mandato, para saber si los juarenses quieren con amor jarocho al presidente de la república, o, por el contrario, quieren que se vaya antes del 2024.

El profe Martín Chaparro, dirigente estatal de Morena (con lo queda de su liderazgo), negó ayer que su partido esté al frente de este ejercicio de opinión pública, que fue detectado en varias colonias de la ciudad, donde los encuestadores que se identificaron plenamente como amlovers andan casa por casa.

El singular encuentro con uno de ellos, grabado por una ama de casa que después de sopearlo lo mando por un tubo con su cuestionario y su petición de datos personales y credencial de elector, fue denunciado ayer por Mirone en este espacio.

Sin embargo, el moreno mayor en el estado se deslindó y aventó la bolita a la organización de la 4T «Que siga la democracia», cuyo líder, Ulises García, también negó que estén realizando las encuestas.

Su negativa es obvia, porque ambos saben que un ejercicio de esta naturaleza es violatorio de las disposiciones del Instituto Nacional Electoral, que ya les puso una buena sacudida por irregularidades en el pasado proceso electoral, con una multa por 26 millones de pesos.

Ahora, Ulises García se trató de quitar el broncón echándole la culpa a los panistas del movimiento “Si por México”, que dirige Claudio X González, quien la semana pasada estuvo en la capital del estado, donde instaló el capítulo Chihuahua de esa organización anti-4T.

Ulises dijo, a botepronto al ser cuestionado sobre el tema, que se le hacía sospechoso que a los pocos días de haber estado estos panistas en la ciudad de Chihuahua, hayan surgido encuestadores para culpar a los morenistas de violar la ley.

Sospechoso o no, ni Ulises ni Martín Chaparro negaron la existencia del levantamiento de encuestas y nunca expresaron su intención de investigar su origen. ¿Será que le quieren hacer al Tío Lolo?