Una familia compuesta por padre, madre y su hijo, salieron el fin de semana a la Plaza Portales, uno de los lugares que se encuentran dentro de uno de los “corredores seguros”, en una de las zonas residenciales donde habitan las clases más pudientes de la ciudad, en las inmediaciones del Campestre.
La Plaza Portales está ubicada en la calle Portales y el bulevar Tomás Fernández, donde padre e hijo fueron brutalmente golpeados aparentemente por guardias de seguridad de uno de los establecimientos –o de varios– del espacio comercial y de acaso de diversión nocturna.
Los hechos acontecidos entre la noche del sábado y madrugada del domingo, que tienen a un joven y su progenitor hospitalizados, ponen en la mesa de discusión el papel de las personas empleadas como guardias de “seguridad” de espacios comerciales donde la autoridad formal brilla, pero por su ausencia.
No es la primera vez que ese espacio que debería ser un atractivo turístico, enseña el cobre como una zona de alto riesgo para sus visitantes.
Los archivos periodísticos constatan que desde hace varios años se han registrado hechos de sangre tan lamentables que van desde riñas y atropellos, hasta asesinatos fuera y dentro de los locales, ante la presencia de cientos de clientes.
Es triste ver cómo las grandes inversiones que se realizan por parte de empresarios juarenses se empañen y puedan provocar cierres y clausuras definitivas de fuentes de empleo, debido a la pésima selección del personal que protagoniza hechos tan funestos como el que hoy nos ocupa.
¿Dónde están nuestras autoridades que pregonan estrategias y programas de seguridad que se supone vendrían a dar tranquilidad a Ciudad Juárez?
Tampoco se escuchan los pronunciamientos enérgicos de los empresarios de siempre que piden a gritos mayores medidas de seguridad para recibir a su clientela. ¿Con qué cara van a exigir ahora, cuando son ellos mismos los que contratan a personas que luego son los principales generadores de violencia?
Sujetos como esos mal llamados guardias de seguridad son quienes ponen en jaque tanto a la economía como a la vida de los visitantes, que fueron al lugar con la mejor intención e divertirse, hacer alguna compra y pasar un tiempo de calidad con la familia.
¿De qué nos valen miles de elementos en las calles supuestamente protegiendo a nuestra comunidad, si nunca están cuando más los necesitan?
El problema de nuestros empresarios es que no han entendido que la ciudad necesita algo más que cantinas y bares como una opción para el entretenimiento, Juárez no necesita espacios donde las borracheras se lleven al extremo y más aún, con personas que están en los establecimientos, supuestamente para cuidar y terminan convirtiéndose en la principal amenaza de clientes y de vidas inocentes.
Hay una investigación abierta respecto a este caso, con un guardia detenido y mil preguntas por responder, esperemos que llegue hasta las últimas consecuencias y que no se convierta solo en documentos, meros papeles que van a dar al archivo en una oficina.
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Las redes sociales se agitaron ayer nuevamente contra la diputada consentida de la CuatroTe, Andrea Chávez, luego de que circularan imágenes de pintas anunciando su casa de enlace en bardas de Anapra, donde originalmente había murales por el artista Damasco.
Las pintas adrianescas, al más puro estilo del viejo sistema político mexicano, borraron toda huella de lo que había pintado en la barda a punta de “manos” de cal, donde luego, una vez “sequita” la encalichada, se pintaron las letras color guinda correspondientes a la promoción de la aspirante a senadora.
Así quedaron borrados grafittis o como, en este caso, obras de artistas de talla internacional, ya que se dice, los murales contaron con la participación de reconocidos exponentes del ramo, de países europeos y que están por cumplir una década de haber sido plasmadas y sin daños, salvo el desgaste natural.
Los mensajes partidistas, hasta eso, fueron pintados con el expertise de un rotulista de politiquerías y en ellos aparece el nombre grandote de Andreíta, y la dirección de su casa de enlace, allá por la avenida De la Raza.
Entre los que saltaron ante el escándalo de ponerle en su mauser a las aportaciones artísticas que tienen por objeto generar identidad y arraigo, fue la diputada federal Daniela Álvarez, a quien nada más basta que le nombren a la conse de la CuatroTe para que se ‘ensatanice’ y pues si le dan motivos, con más ganas se pone a recordarle todas sus andreadas pasadas.
Y en este es caso no es para menos, la diputada Álvarez en caliente se ciñó el cinturón porta bandera para encabezar la cruzada para reclamarle a Andreíta la barrabasada, señalándole que “en su afán de seguirse “promocionando” y en su evidente desconocimiento del arte en nuestra frontera, mandó rotular con su publicidad”
Es curioso cómo entre los mismos morenistas no se ponen de acuerdo para preservar el trabajo que los artistas, en este caso los muralistas, muchas veces realizan sin recibir los pagos justos por la aportación que tiene su obra a nuestra comunidad.
Saca de onda las posturas tan opuestas entre los guindas, ya que por un lado, hay ejemplos como el de la presente Administración Municipal que intenta rescatar precisamente los valores para unir a los habitantes a través de un programa con murales en distintos espacios para incentivar al arraigo y el valor de las aportaciones artísticas tanto locales como foráneas.
Pero hay, también por otra parte, acciones penosas como las del equipo de Andrea, porque no creemos del todo que la legisladora haya sido quien ordenó darle en la torre a los murales, pero que la dejan más mal parada, y que hacen que las exigencias de su némesis, Daniela Álvarez, cobren validez cuando afirma que “lo menos que Andrea puede hacer es ofrecer una disculpa pública a la comunidad juarense. Es una tristeza que sea una política tan irresponsable e ignorante”. A ver qué responde Andreíta.
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Los que buscaban sentar en el banquillo de los acusados al exgobernador Javier Corral Jurado y al exsecretario de Hacienda, Arturo Fuentes Vélez la perdieron por goliza.
Fueron tres votos en contra de su propuesta y cero a favor. Y son cero a favor, porque las abstenciones no cuentan, son, como diría un clásico de los legislativos: “es el voto en contra del sacatón”.
La Comisión Jurisdiccional del Congreso del Estado resolvió así las dos demandas de juicio político que tenían pendientes, ambas en contra del exmandatario que ahora se dedica a vender libros, y en una de ellas, además, contra su exsecretario de Hacienda. Ambas llegaron hasta ese punto por iniciativa del abogado Gerardo Cortinas Murra, exasesor de gobiernos priistas, quien ya había recibido tremendo “batazo” en la misma comisión, que en la ocasión pasada las había encontrado “notoriamente improcedentes”.
Pero, ¿de qué trataba todo ese embrollo? Nada: que el diputado Omar Bazán, del PRI, cercano a Manlio Fabio Beltrones, quería que Corral fuera castigado por la vía del juicio político por dos supuestas faltas a cuál más de absurdas.
Primero, por haber propuesto a la abogada Luz Estela “Lucha” Castro para el Consejo de la Judicatura cuando ya tenía unos meses más de edad que la establecida en la Ley –precepto por demás discriminatorio– y segundo, por no pagarle a tiempo su sueldo a los trabajadores de Pensiones Civiles del Estado, quienes, dicho sea de paso, finalmente recibieron su pago.
Ambas acusaciones recibieron, otra vez, un tremendo batazo hacia el jardín izquierdo, otra vez, por “notoriamente improcedentes”, y con eso se terminó la escaramuza contra el exgobernador, al menos por esta ocasión.
A favor de dejar las cosas por la paz votaron Alfredo Chávez, Gabriel García Cantú y Yesenia Reyes Calzadías, todos del PAN. En abstención, Óscar Avitia, de Morena y Omar Bazán, del PRI.
Así que ya no podrá quejarse Corral del trato que le dan sus aún compañeros de partido… al menos por ahora.
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Mañana andará por Juaritos otro de las corcholatas aspirante a coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación: el milusos Ricardo Monreal.
El aspirante a presidente o a lo que se pueda estará este martes 15 de agosto en esta ciudad fronteriza para realizar una asamblea informativa sobre la defensa de la CuatroTe, la cual tendrá lugar a las 7 de la tarde en el Centro de Convenciones “Las Anitas”.
El senador Monreal es de los pocos que se ha aventado a transparentar los gastos que ha venido realizando en sus viajes de precampaña, perdón, de asambleas informativas para buscar sumar votos en sus aspiraciones partidistas.
Según las palabras escritas en su sitio de feis, el aspirante afirma que “la rendición de cuentas y la transparencia son fundamentales para la democracia”.
Por eso, refiere que, a 57 días transcurridos del proceso interno de Morena, los gastos que ha ejercido por concepto de transporte, hospedaje, alimentos, gasolina, vuelos y casetas: 3 millones 288 mil, 290 pesos con 69 centavos, algo así como un promedio diario de 58 mil, 719 pesos con 48 centavos.
Nada mal para uno de los que según los grilleros tiene pocas esperanzas de alcanzar el objetivo de ser el candidato, pero por lo menos les pone el ejemplo a las corcholatas ungidas, que se siguen tardando en dejar las cuentas claras, andan dando puro chocolate espeso.