Mucho morbo despertó la publicación que la revista Quien.com hizo en días pasados sobre el supuesto romance que el cantante Manuel Mijares tiene con la empresaria juarense Pita de la Vega Arizpe. 

La revista de farándula y sociedad publica fotos de la pareja, durante una recepción en la embajada de Qatar, en la Ciudad de México, para celebrar el Día Nacional del Estado de Qatar.

En la página web de la revista aparece la foto y la nota con la cabeza “Confirmado, Mijares estrena romance con Pita de la Vega, heredera chihuahuense”.

En el cuerpo de la nota mencionan que ambos fueron vistos también en el autódromo de la Ciudad de México, durante el gran Premio de la Formula 1, y hace referencia a que Lupita es hermana de la dueña del equipo de futbol de primera división, Bravos de Ciudad Juárez.

La nota, firmada por Renata González, dice en uno de sus párrafos: “Nuestra fuente nos confirmó que Mijares y Pita ya habían sido novios, pero hace casi tres décadas. De hecho, fueron pareja antes de que el cantante iniciara su romance con Lucero, con quien se casó el 18 de enero de 1997, luego de casi cuatro años de noviazgo”.

Luego, se pasa revista a las novias que ha tenido el cantante después de su divorcio con la popular Lucero, incluyendo el nombre de la diseñadora de interiores Camila Pallares.

En varios grupos de Whatsapp de juarenses está circulando la nota, con más morbo que buenos deseos para los reincidentes tórtolos.

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En el sistema político mexicano las promesas que los gobernantes hacen a la ciudadanía, llámense presidentes municipales, gobernadores, diputados o senadores, por lo general no se cumplen y se agregan al catálogo de mentiras que todos ellos tienen en su currículo.

Son usos y costumbres tan arraigados en la grilla nacional, estatal y municipal, que a nadie sorprende ya que prometan desde que están en campaña y lo sigan haciendo desde el poder, sin cumplir con nada de ello.

Por lo mismo, cuando un político o política promete algo ante la opinión pública y lo cumple, es de llamar la atención para reconocerle su honestidad, virtud muy rara en el arte de engañar, perdón, de gobernar.

Es el caso de la diputada federal panista Daniela Álvarez, quien logró lo que parecía imposible dentro del desorden de obras inconclusas y malhechas que dejó el corralato en toda la ciudad. 

La legisladora se reunió el 8 de noviembre con vecinos y comerciantes de la avenida 16 de Septiembre, quienes le manifestaron su malestar por el cierre de la importante arteria, donde los trabajos de la red de transporte fueron suspendidos cuando la empresa que los realizaba se rajó por las malas condiciones del sistema de drenaje.

Posteriormente, el 30 de noviembre, se presentó en la avenida acompañada del director de Obras Públicas, Enrique Marcos Medrano Mendoza, con quien acordó la reapertura de la calle antes del fin de año.

Esto se hizo realidad ayer, cuando la diputada recorrió la avenida para constatar que estuviera abierta a la circulación, como era el acuerdo con los responsables de las obras. Daniela constató el trabajo y vio que la circulación está abierta parcialmente, desde la avenida De las Américas hasta la calle Costa Rica, pero adelantó que la apertura total será realidad la semana próxima. Ayer trabajaban a marchas forzadas las cuadrillas de la Junta de Aguas y de la Comisión Federal de Electricidad.

El hecho tuvo el reconocimiento de los vecinos de la arteria, que todo el año pasaron apuros por la pérdida de clientes, en el caso de los despachos y negocios, y por las dificultades que tenían para acceder a los hogares y oficinas.

Por lo mismo, es justo reconocer que hay una diputada federal que en el territorio que representa en la Cámara Baja, honra su palabra con hechos. Ojalá y su ejemplo cunda con los otros diputados juarenses que ganaron una curul, o se las regalaron, como es el caso del ahora morenista Armando Cabada, y se fueron para no volver.

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La Comisión de Educación de Cabildo está gestionando un curso intensivo de educación primaria para el regidor morenista Antonio Domínguez Alderete, mejor conocido como “El Pañalito”.

El curioso regidor subió a Whatsapp una foto de la reunión que tuvo con la Comisión de Desarrollo Social y la tituló, “desarroyo social”, con “Y”.

El oso del orgulloso representante de la 4T le pasó de noche al bohemio de afición y amigo de las jarras, pero no a sus compañeros de partido, que lo hicieron garras en sus grupos, donde se organizó de inmediato una coperacha para pagarle unas clases privadas de ortografía básica.

Domínguez Alderete presume en su ridículum vitae que cursó la licenciatura en Derecho en el Centro Educativo de Puebla, pero especifica que su titulación está en trámite.

La mala redacción se puede justificar y es comprensible en una persona que no tenga educación, pero que la tenga y practique con tanto entusiasmo un regidor del Ayuntamiento de Juárez, supuestamente con estudios a nivel licenciatura, es imperdonable y vergonzoso.