Mirone quiere iniciar esta entrega con otra pregunta incómoda para nuestras comodinas autoridades policiacas: ¿Cuál es la razón por la que el Valle de Juárez no tiene la vigilancia de las células mixtas del Operativo Juntos por Juárez, y mucho menos el patrullaje de las fuerzas estatales?

Visitar la abandonada zona rural que abarca los municipios de Juárez, Guadalupe y Práxedis G. Guerrero, es recorrer una región donde el miedo se ha apoderado de todos sus habitantes, pues la presencia policiaca brilla por su ausencia y solo la ven cuando van a realizar diligencias donde los sicarios del crimen organizado dejan a sus víctimas sin vida o descuartizadas.

La gente lo dice y los hechos lo confirman: la Policía solo viene a levantar muertos en caliente, pero nunca a detener a los criminales.

Los mismos reportes de novedades, que diariamente hace la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, son la mejor evidencia de esa ausencia en el Valle de Juárez: informan de detenciones de narcomenudistas, de ladrones de autos, de individuos armados y hasta de borrachos en los municipios de Juárez, Chihuahua, Casas Grandes, Cuauhtémoc y Parral, pero nunca se ha informado de alguna acción policiaca y mucho menos aprehensión en los ejidos del Valle.

Ni la célula que realiza el llamado Operativo Espejo, para detener migrantes, se para por aquellos desolados poblados, y eso que es la franja más utilizada por los polleros para cruzar sus cargamentos humanos.

En el Valle de Juárez, todos los días se disputan la plaza criminales de la Línea y Gente Nueva, y como si no fuera suficiente, aparecen también en este escenario de sangre y plomo las “fuerzas especiales” Mexicles. Estos grupos tienen aterrorizados a los vallejuarenses, desde Loma Blanca hasta Práxedis G. Guerrero, sin que ninguna corporación se dé por enterada.

Será por miedo, por complicidades o porque tienen mucho trabajo en la zona urbana, lo cierto es que han dejado a merced del crimen organizado a miles de familias que también son mexicanas, pagan impuestos y tienen derecho a vivir con seguridad y sin miedo a morir en cualquier momento.

A ver qué dicen al respecto los jefes policiacos en su próxima mesa de seguridad, que por cierto, ya ha sido postulada al récord Guinness, porque es la mesa donde más se dicen mentiras.

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Se está haciendo una costumbre digna de holgazanes que, en lugar de investigar y perseguir a los delincuentes con inteligencia y “toda la fuerza del Estado”, como lo marca la ley, la Fiscalía General del Estado ofrezca recompensas para resolver los asuntos calientes, que les hacen mucho ruido con la opinión pública.

Primero lo hicieron con la recompensa de 5 millones de pesos que ofrecieron por la cabeza del criminal José Noriel Portillo, “El Chueco”, pero no les ha resultado, porque a 15 días del asesinato de los sacerdotes jesuitas y del guía de turistas, no lo encuentran por ningún lado.

Ayer lo volvieron a hacer con el principal estafador de la empresa financiera Aras, Armando Gutiérrez Rosas, por quien ofrecieron también 5 millones de pesos a quien proporcione información que permita su captura.

Con esta recompensa que se pagaría con recursos públicos, el Gobierno del Estado quiere enfriar los ánimos de los 4 mil 600 estafados por Aras, que están exigiendo que metan al bote a Gutiérrez Rosas, para tratar de recuperar los ahorros que les fueron birlados.

Resulta ingenuo pensar que la oferta de los 5 millones será la forma más efectiva para atrapar al fugitivo transa, si no han podido hacerlo con la solicitud de extradición, ni con la ficha roja emitida por Interpol.

Si la investigación y persecución del delito será sustituida por una política de recompensas, para no molestarse en quemar neuronas para buscar a los delincuentes, y para no ensuciarse los zapatos, sería bueno que buscaran y contrataran entonces los servicios de “Crime Stoppers”, la organización que nació en Albuquerque, Nuevo México, en 1976 y que combate el delito con base en retribuciones económicas, para quien proporcione información sobre fugitivos.

Hacerlo de otra manera, solamente para silenciar las protestas ciudadanas que exigen resultados, es tanto como colgar las cortinas de humo que tanto le gustan al Tío Lolo (al que le gusta hacerse p…iojito solo).

Es una verdad incontestable que el poder económico de los delincuentes es capaz de superar los montos que ofrece la autoridad, como el caso de la célula criminal del cártel de Sinaloa, que, en el enfrentamiento con el Ejército en Altar, Sonora, ofreció a los soldados 10 millones de pesos por la libertad de su líder, El Duranguillo.

Entonces, si dinero es lo que les sobra a los malandros, cuánto estará ofreciendo cada quién, por su lado, El Chueco y Armando Gutiérrez, para que no los molesten y los dejen en santa paz.

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Mirone fue informado que, ante la crisis de seguridad que vive el estado, el Gobierno de Maru Campos ordenó meterle velocidad al proyecto de la Torre Centinela, pero se encontró con el pequeño problema de que aún no están listos los estudios de factibilidad, que deben desarrollar varias dependencias municipales y una estatal, antes del permiso de construcción.

Por lo mismo, los titulares de Desarrollo Urbano, Protección Civil, Instituto Municipal de Investigación y Planeación, la Sindicatura y la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, se pusieron en friega a realizar los estudios para entregarlos a la brevedad.

Algunos regidores esperan que las dependencias los entreguen formalmente, para saber cómo van a resolver el problema del estacionamiento que requerirá la sede de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, no solamente para las unidades oficiales, sino para los vehículos del personal y del público que acuda a realizar algún trámite.

La Torre quedará a un lado de las oficinas municipales, donde está la Dirección General de Desarrollo Urbano, entre otras, que tiene un flujo importante de ciudadanos que todos los días sufren para encontrar estacionamiento en las calles aledañas.

Los estacionamientos privados en terrenos baldíos vecinos, que tienen 20 o 30 cajones, no solucionan el problema, por lo que no ha faltado quien le eche un ojo a la plaza de toros, que ciertamente tiene poca actividad durante la temporada taurina, pero sigue viva.

A lo mejor sería bueno que le preguntaran al exfiscal Peluche, César Augusto Peniche, si entre las 13 propiedades que adquirió durante el quinquenio del corralato, tiene algún terrenito cerca de ahí, por aquello de que es el dueño de un estacionamiento en la avenida Juárez que antes perteneció al Municipio. Nada pierden con preguntarle.