Muy sui géneris colectivo integran varios exfuncionarios, empresarios y exoperadores priistas y panistas (algunos ya separados de la vida partidista) que se dicen preocupados por el presente y el futuro de la ciudad, por lo que decidieron organizarse para hacer propuestas e incidir en la construcción de políticas públicas.
Siempre han sido grillos, aunque no por eso han dejado de ocupar cargos técnicos, pero juran y perjuran que lo suyo no tiene que ver con la política electoral del momento y que, aunque lo parece, no se trata de alguna extensión o brazo operativo del PRIAN o del Frente Amplio por México.
El colectivo se llama “Más X Juárez”. También puede escribirse “Más por Juárez”, para que no haya malpensados respecto a su causa ciudadana, que no tiene qué ver con cuestiones de mera coyuntura electoral. El grupo, donde hay abogados, ingenieros y arquitectos, surgió desde junio pasado, cuando todavía no aparecía en el mapa político la señora X, nomás para aclarar.
Pues ayer citaron a medios en el Chapa de la Gómez Morín y ahí estaba en la mesa principal su presidente, José Luis “El Cura” Canales, quien bajo las siglas del PRI, ocupó un sinfín de cargos públicos y partidistas, aunque en su etapa final cayó incluso en la administración “independiente”, de “El Divino”, Armando Cabada Alvídrez, donde fue coordinador de programas sociales.
Fue recaudador de rentas en 2014, cuando le vino a dar posesión el entonces secretario de Hacienda, Jaime Herrera Corral, actor clave en Los Expedientes X que hoy tienen en prisión al exgobernador César Duarte Jáquez.
Antes de ser funcionario duartista fue síndico municipal y, más hacia atrás, representante del gobernador José Reyes Baeza Terrazas en Juárez, a quien siempre estuvo ligado, junto con el finado Víctor Valencia de los Santos, antes de pasarse al barco cabadista.
Incluso llegó a ser el subsecretario de Fomento Social (Desarrollo Social) en la Zona Norte, diputado local y federal, además de dirigente local del PRI, en una carrera de casi 50 años.
Es pues, “El Cura”, emblemático en el perfil de los priistas, o quizás habría que decir expriistas, que ahí convergen, entre los que se agregan José Eleno “El Bueno” Villalba, “El Inge” Ernesto Mendoza Viveros, Lorenzo “El Chato” González Lechuga, Juan José González y Leonardo “Nayo” Villar, además de empresarios históricamente vinculados al tricolor como Carlos Castañeda, Jorge Carreón y, entre los no tan veteranos, Juan Ubaldo Benavente Bermúdez, el nieto del exalcalde Jaime Bermúdez Cuarón.
La mezcolanza incluye otros perfiles vinculados al PAN, empezando por el exregidor, exdiputado federal, exdirigente local y suspirante incansable en varios procesos internos blanquiazules, Carlos Angulo Parra, quien siempre campechaneó la política con la actividad empresarial y el ejercicio de la abogacía. Hoy es socio jubilado de la influyente firma Baker and McKenzie.
Ahí estuvo también el biólogo Francisco Núñez, quien como consultor ambiental y experto en temas del agua, ha ocupado distintos cargos en la Junta Municipal de Agua y Saneamiento.
Además, se apersonó Chava Gómez, de los panistas de antaño que luego se concentraron en los puros negocios, pero que tiempo atrás figuraron incluso como parte de la insurgencia electoral que llevó al poder a figuras como Francisco Barrio Terrazas.
Informaron sobre avances en torno a reuniones con actuales funcionarios que tienen que ver con las problemáticas más sentidas de la ciudad (como la movilidad urbana y la migración) para ir luego trabajando en sus propuestas concretas de solución.
Lo que más llama la atención de este Mirone es que estuvieron vinculados al poder público durante décadas. Si hoy la ciudad está como está, con un enorme déficit en infraestructura urbana y equipamiento, desarticulada, dispersa, excluyente y marginal, es porque poco o nada hicieron los políticos y funcionarios de los últimos 50 años para frenar ese deterioro urbano y enorme rezago social, con independencia de que el problema estructural se relacione con la atávica insuficiencia presupuestal.
Ha de ser muy grande la culpa o el remordimiento de conciencias para que ahora, cuando ya prácticamente disfrutan de sus jubilaciones, busquen regresarle a la ciudad lo que les dio (o incluso hasta le arrebataron) en los tiempos en que les tocaba tomar decisiones, encabezar gestiones o representar los intereses ciudadanos de quienes fueron sus representados.
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Este Mirone está a favor de la participación ciudadana y considera indispensable y legítimo el trabajo de colectivos y organizaciones de la sociedad civil para incidir en la cosa pública, aunque hay que decirlo, pagamos por ver, sobre todo cuando surgen en épocas electorales.
Justo para esta mañana está en agenda una convocatoria a medios de comunicación para la presentación de una Asociación Civil. Otra más.
Juárez Seguro A.C. está citando a un encuentro en la avenida Lincoln, el cual servirá de presentación de la organización y sus integrantes, pero, sobre todo, para anunciar la “entrega de instalaciones al Ejército Mexicano y la Guardia Nacional”.
Conforme a la invitación, ahí deberán estar, presidiendo la ceremonia, los comandantes de la XI Región Militar, de la 5/a Zona Militar y la Guardia Nacional.
El presidente es Gustavo Camarena Olloqui, un consultor financiero del sector inmobiliario.
El secretario es Gabriel Flores Viramontes, empresario bastante conocido, porque ya anduvo por diversos rumbos de la política y se cuenta entre los expriistas que se acercaron al calor de la 4T.
Desde el sector empresarial, siguió los pasos de “Teto” Murguía para brincar de la Canacintra a la política y se convirtió en diputado local en la primera parte del sexenio duartista, aunque también fue funcionario estatal y luego anduvo muy cerca de “El Divino” Armando Cabada. Entre sus amigos y grillos es conocido como “El Mangas”.
Su primer impulso en Morena vino de su relación con Yeidckol Polevnsky Gurwitz, quien también fue dirigente a nivel nacional de Canacintra. En el 2021 se anotó como suspirante por la candidatura a la alcaldía juarense y en este 2023, fue uno de los impulsores locales del proyecto de Marcelo Ebrard.
Desde hace tiempo ha buscado la alcaldía juarense y pues ahí aparece ahora, con su cachucha de empresario preocupado por la seguridad pública, como parte de Juárez Seguro.
El tesorero es Antonio González Calleros; el representante del sector empresarial, Miguel Castillo Holguín y el representante ante instituciones de gobierno, Héctor Camarena Olloqui.
Se supone que sus integrantes, que hoy se presentan formalmente, llevan ya un año trabajando en temas de seguridad, con el Ejército y la Guardia Nacional.
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A propósito de los morenitas o primores que anduvieron como “El Mangas” en el proyecto de Marcelo Ebrard, ayer la dirigente estatal, Brighite Granados, les dio shampú de cariño en la capital del estado.
Ahora sí que como dice su santo patrono, “amor con amor se paga”, y Brighite celebró ante los medios, las expresiones que Mayté Vargas compartió el lunes, cuando le pidió a Marcelo no dejar a Morena y sumarse al proyecto de Claudia Sheinbaum.
La diputada federal aprovechó que lo de hoy son los mensajes de unidad, para que a ella y al equipo que respaldó al excanciller, no se le vaya a marginar y la inclusión no sea mero jarabe de pico.
La dirigente estatal correspondió al mensaje y ya quedará en veremos cómo se concreta la unidad, cuando se articule formalmente la estructura de la campaña presidencial.
“Sabíamos que ella es una persona del movimiento, ya habíamos tenido platicas, se va a sumar ella y todas las personas que la acompañaron en este proceso interno y en estos días estaremos platicando con más personas no solamente del equipo que apoyaron a Marcelo (Ebrard), sino también al compañero Adán (López Hernández) y con personas del PT y el Verde”, dijo Granados.
Previamente, el diputado Benjamín Carrera, quien fungió como coordinador estatal del comité #EsClaudia, había confirmado un diálogo con otros apoyadores de Ebrard, como el diputado Daniel Murguía y el senador Rafael Espino.
Se supone que esta semana el acercamiento institucional deberá alcanzar a quienes trabajaron en el proyecto de Adán Augusto López, por quien habían apostado los más afines al súperdelegado Juan Carlos Loera y al dúo de Andrea Chávez y Marcelino Gómez Brenes.
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Comentábamos ayer cómo es que le pueden comer el mandado a la Fiscalía General del Estado, si no se apura en cumplir los procedimientos para traer de El Paso al CEO prófugo de Aras, Armando Gutiérrez Rosas, para que responda por su fraude multimillonario ante la justicia chihuahuense.
La preocupación es porque las autoridades texanas van contra Gutiérrez Rosas, ya que también del otro lado defraudó a inversionistas y allá buscarían que sus bienes sirvan para resarcir el daño, dejando fuera del beneficio a los afectados chihuahuenses.
Quien no ha quitado el dedo del renglón es la diputada juarense, María Antonieta Pérez Reyes, con muchas horas de estudio del expediente, investigación propia y atención a las víctimas.
Por eso pidió ayer en el Congreso del Estado, que el fiscal César Jáuregui presente un informe sobre el estatus de la petición de deportación que supuestamente se había presentado ante autoridades estadounidenses, luego de que se ubicó al CEO de Aras en El Paso, Texas.
“¿Qué va a pasar cuando Texas detenga a Armando G. y sus jueces sí sepan cómo impartir justicia, dando con el dinero escondido seguramente en cuentas personales en paraísos fiscales? ¿Qué va a hacer la Fiscalía de Chihuahua cuando Texas logre recuperar fondos para la indemnización a las víctimas de ese país? ¿Qué les va a decir el fiscal César Jáuregui a las víctimas mexicanas cuando AGR sea encarcelado sin posibilidades de extraditarlo para que rinda cuenta ante las lentas y tortuosas autoridades chihuahuenses?”, cuestionó la legisladora morenista.
Con 12 votos en contra, la petición fue rechazada por el bloque PRI-PAN-MC, con el reclamo de los morenistas porque la mayoría no permite que se toque a los funcionarios estatales “ni con el pétalo de un exhorto”.