Los comerciantes organizados de la frontera han puesto el grito en el cielo, porque a la hora de conseguir un espacio en la Feria Juárez para la venta de sus productos se encuentran con la desagradable noticia de que ya todo está vendido.
No hay nada, ni siquiera un lugarcito para vender chicles, dulces o un platillo tradicional de huarache, porque el presidente municipal Armando Cabada cedió todo el negocio en un gran combo a los ferieros, quienes son los que se están despachando con la cuchara del menudo.
Los descendientes de Atracciones García andan de feria en feria en busca del pan de cada día y están ávidos de negocio, ante el cierre de este tipo de eventos en varias ciudades por la pandemia.
En la negocia del presidente municipal con los empresarios organizadores de ferias también llevan mano empresas como la de Don Boletón y otras de espectáculos afines a la familia Cabada.
La decisión del alcalde dejó fuera a todos los comerciantes locales, que insisten ante la oficina de Comercio Municipal para conseguir algún permiso de venta de productos, pero se topan con pared, porque el director Leonel Ortega dice a los interesados que la dependencia no está de acuerdo con la realización de la Feria. ¡Ups!
Al final del día, los ferieros beneficiados por Cabada son los que están vendiendo los espacios. Dicen en los corrillos de la unidad administrativa Benito Juárez que Armando Cabada y sus hermanitos incómodos traen bien amarrado el negocio.
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Hoy arranca formalmente el proceso de entrega-recepción de la administración municipal, cuando el equipo de transición del alcalde entrante Cruz Pérez Cuéllar se reúna con el saliente de Armando Cabada en el edificio de Francisco Villa y Malecón.
El encuentro está previsto al filo del mediodía. Se sabe que Alejandro Pérez Cuéllar encabezará al grupo crucista y el administrador de la Ciudad, Víctor Manuel Ortega, lo hará para la actual administración.
Se espera que la transición sea tersa y se realice bajo un ambiente de cordialidad, a diferencia de los problemas que ocurren en el proceso de entrega-recepción de la administración estatal, entre el grupo de la gobernadora electa Maru Campos y el de Javier Corral Jurado.
Cruz Pérez Cuéllar y Armando Cabada han pactado llevar la fiesta en paz, alejados de confrontaciones. Incluso, algunos integrantes del actual gabinete cabadista esperan permanecer en sus cargos en el próximo gobierno municipal, aunque Pérez Cuéllar ha dicho en corto a sus más cercanos que ninguno de los funcionarios actuales va a ser considerado en su administración.
Este pacto de facto para una transición tranquila tiene un mal “tufo” para algunos juarenses, pues con esto se puede pensar que no va a haber revisiones a fondo de las áreas neurálgicas del Municipio, como la Secretaría del Ayuntamiento, Obras Públicas, Desarrollo Urbano, Tesorería, Oficial Mayor y algunas descentralizadas como la Operadora Municipal de Estacionamientos.
Por lo pronto, el alcalde electo se reunió en días pasados en un restaurante de comida china de avenida Américas con Héctor Cano Villela, uno de los dirigentes vitalicios del Sindicato Único de Trabajadores del Municipio, así como con integrantes de la actual mesa directiva, para hacer los amarres respectivos al inicio de toda administración municipal.
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Los cubrebocas no pudieron ocultar los gestos de alegría de los regidores electos del PAN, que ayer recibieron sus constancias de mayoría por parte de la presidenta de la Asamblea Municipal Electoral, Cecilia Sarabia Ríos.
El más contento de todos fue el doctor Víctor Talamantes, quien logró colarse como el regidor seis al grupo edilicio del blanquiazul en la próxima administración, encabezada por Cruz Pérez Cuéllar.
Antes de la entrega de constancias, el presidente del Comité Directivo Municipal, Joob Quintín Flores, reunió a los ahora regidores electos en el restaurante Shangri-La y ahí, sin decir agua va, y sin pedir opiniones, les dijo que él va a ser el coordinador del grupo.
Quintín argumentó que el nombramiento del coordinador de la fracción edilicia es una facultad del presidente del partido, y como él es el presidente del partido, pues se autonombró como el próximo líder de la bancada panista en el Ayuntamiento. ¡Órale!
A los regidores electos no les quedó otra que tragar “patito almendrado” y consentir, sin protesta, la decisión de Joob, quien tiene la suerte de dirigir, o cuando menos aparecer, como el presidente del partido.
Ante su agandalle y falta de higiene partidista, hubiera sido más sensato que Joob cabildeara para luego realizar una elección de Comité, en la que pudo haber ganado sin mayor problema.
Un autonombramiento es demasiado cínico, aún para nuestros estándares políticos. Recordemos el caso de Omar Bazán, que se agandalló en dos ocasiones la candidatura plurinominal y hoy goza de una impopularidad tremenda entre los priistas. Eso es solo un ejemplo de lo que ya no deben tolerar los partidos políticos.
En esa comilona-notificación no estuvo Víctor Talamantes debido a que aún no se sabía si entraba al Cabildo. El doctor es el decano de los regidores electos y los que lo conocen saben que a las primeras de cambio buscará la coordinación del grupo.
Ayer, a voz en cuello, dijo a sus compañeros que espera que la gobernadora Maru Campos lo considere para la Secretaría de Salud, y si no su plan “B” será la regiduría, porque no aceptará otra cosa en el Gobierno estatal que no sea la Secretaría. ¿Cómo la ve estimado lector?
Enrique Torres y Amparo Beltrán tienen experiencia como regidores y el doctor Tala como diputado, bien saben que la coordinación quita más tiempo, así que dudan que Joob pueda con las tareas del partido y las propias de la jefatura del grupo edilicio.
Vale recordar que el doctor fue diputado plurinominal por designación del presidente del Comité Directivo del PAN, en aquel entonces Cruz Pérez Cuéllar.
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La consejera presidenta de la Asamblea Municipal Electoral, Cecilia Sarabia Ríos, quedó tan dolida del golpeteo interno y mediático que recibió en las pasadas elecciones, que ayer, sin protocolo y fríamente, entregó “fast track” las constancias de mayoría a los regidores electos del PAN y de Movimiento Ciudadano.
Los regidores electos del PAN fueron recibidos de uno por uno con sus fórmulas por la consejera presidenta y el secretario que les entregaron el documento y adiós. Ni siquiera tiempo les dieron de tomarse la fotografía del recuerdo. Mejor las hubieran mandado las constancias por correo.
Por cierto, el excandidato a la presidencia municipal de Movimiento Ciudadano, Rodolfo “el Güero” Martínez acompañó a su secretaria Tania Maldonado Garduño para que recibiera su constancia de mayoría.
Y el que se quedó con el traje listo fue Alfonso Medina Reyes, quien ya se hacía con la regiduría, pero finalmente no le alcanzó y los ganones fueron los del PAN. Dicen los gurús de la política que fue el karma de Poncho lo que obró en su contra.
Trascendió que las impugnaciones del Partido Verde y del Partido Encuentro Social modificaron los números de votos que impactaron en los porcentajes finales, los perjudicados fueron los de Movimiento Ciudadano, que terminaron con una regiduría menos.
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Una vez que el próximo Cabildo agarre vuelo y se vayan acomodando las calabazas en la carreta, el panorama pinta de pronóstico reservado, y es que, en realidad, la fracción del PAN será la mayoritaria en el ayuntamiento.
Los grupos edilicios finalmente quedarían conformados de la siguiente manera:
- 5 regidores de Morena
- 3 del Partido del Trabajo
- 3 del Panal (que suman los 11 que integraron la planilla encabezada por Cruz Pérez Cuéllar)
- 6 regidores del PAN
- 2 del PRI
- 1 de Movimiento Ciudadano
La historia nos ha enseñado que, a media administración, los grupos terminan peleados y divididos, así que no se descarta que la planilla del presidente Pérez Cuéllar tenga sus desavenencias en el camino, y que los de Morena, los del PT y los del Panal sigan su propio camino marcado por sus intereses.
Habrá que ver qué perfiles van a servir realmente a los intereses de los juarenses y no a los de los políticos que los designaron como regidores. Como muestra están los del PRI, Jorge Gutiérrez Casas y Mireya Porras, que seguramente obedecerán órdenes de la empresaria Adriana Fuentes Téllez.
No se diga de los regidores del Panal, que estarán supeditados a los sindicatos de las secciones 8 y 42 del SNTE, o los del PT, al servicio del clan Aguilar.