Otra vez, al Santa trotskista Gustavo De la Rosa Hickerson, se le fueron las cabras al monte y en uno de sus clásicos exabruptos, les envió un ofensivo mensaje a los periodistas chihuahuenses al decirles: “sigan viviendo pues en casitas de cartón”.

Esto ocurrió después de que, en el pleno del Congreso local, los diputados de Acción Nacional les batearon a los legisladores morenistas la iniciativa que pretendía destinar un porcentaje del presupuesto de Comunicación Social del Gobierno del Estado, para crear un fondo de vivienda para los periodistas.

Cuando la votación les fue desfavorable, el Pichú reaccionó molesto y soltó la desafortunada frase, en otra de sus frecuentes diarreas verbales a las que ya tiene acostumbrados a quienes despachan en la torre legislativa.

No hay duda que la expresión tuvo la clara intención de ofender al gremio, primero, porque fue hecha en términos despectivos y, segundo, porque es una vil mentira. El ejercicio de la profesión podrá tener muchas carencias y diferentes niveles de ingreso para quienes la ejercen, pero nunca se ha sabido de algún colega que viva en condiciones de extrema estrechez económica.

El Pichú lo sabe perfectamente, pero en su desplante de señor de los renos, prefirió soltar la ofensa antes que admitir que la iniciativa fue una ocurrencia sin fundamento y sin la anuencia de los periodistas, con el único fin de sacar raja política usando la bandera de los comunicadores.

Es bueno recordarle al curiosito legislador de Morena, que ninguna organización de periodistas les solicitó que crearan dicho fondo de vivienda, por la simple y sencilla razón de que generaría compromisos que son incompatibles con los principios éticos que norman el ejercicio del periodismo.

Desde el mismo momento en que el diputado Edin Cuauhtémoc Estrada Sotelo presentó la iniciativa, los diputados del PAN se la rechazaron por simplista, por carecer de fundamento jurídico, porque compromete la libertad de prensa y vulnera a los periodistas frente a la autoridad, además de carecer de suficiencia presupuestal, pero, aun así, se aferraron a hacer el ridículo y llevarla al pleno.

Entonces, ¿por qué el berrinche y la burla del Pichú?, quien tiene la fortuna de no vivir en una casa de cartón, porque se ha hecho de terrenos ejidales en el Valle de Juárez sin tener derechos agrarios, ni mucho menos vocación de hombre del surco, donde ha fincado su residencia para no pagar predial ni servicios caros, como el agua y la energía eléctrica.

Nada hubiera pasado si después de tumbarles la propuesta, se hubiera quedado callado. Pero en vez de eso se encolerizó, como si en esa iniciativa se le fuera algún importante negocio, como por ejemplo el que pretendía hacer con los ciudadanos defraudados por la empresa ARAS.

Este caso fue otro de las generosas iniciativas del diputado amlover, cuando “desinteresadamente” puso a sus “bondadosos” asesores legislativos al servicio de un grupo de personas estafadas por ARAS, y para pronto les pidieron su coperacha, sugiriéndoles la creación de un fondo para sus gastos.

Esto, aquí y en China se llama gandallez, no generosidad ni altruismo, y por lo mismo, hace muy sospechosa su contrariedad en el tema del fondo de vivienda para los periodistas. Así de simple.

El ex derechohumanista no debe olvidar que, en su calidad de diputado, está en una vitrina pública donde todas sus ocurrencias, vaciladas y estulticias, no pasarán desapercibidas y tendrán una reacción, cuando cruce la línea del respeto.

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Como si la ciudad no tuviera otras prioridades por las múltiples carencias de servicios públicos e infraestructura urbana, la Comisión de Nomenclatura y Patrimonio Cultural pretende pedir en la próxima sesión de Cabildo, autorización para gastar en monumentos. Aunque Usted no lo Crea.

La comisión que integran la panista Austria Galindo, la morenista Martha Mendoza y la emecista Tania Maldonado, programaron en el orden del día de la reunión previa de cabildo, que tendrá lugar este lunes, tres propuestas para gastar en mantenimiento y creación de otros monumentos.

Las regidoras pretenden reubicar y rediseñar el busto en honor del priista Luis Donaldo Colosio; erigir un monumento en honor del ingeniero Heberto Castillo Martínez, fundador del PRD; y otro  en memoria de Manuel Gómez Morin, fundador del Partido Acción Nacional.

Hay que admitir, eso sí, que la comisión es muy plural en cuanto a sus propuestas y le dan cabida a todas las corrientes ideológicas.

Lo malo es que pretenden que les autoricen un gasto de varios cientos de miles de pesos en tres monumentos, cuando la ciudad tiene más de 100 en completo estado de abandono.

Si una de las responsabilidades de esta comisión es precisamente vigilar el estado que guardan las estatuas, bustos y monumentos que existen en la ciudad, ¿por qué no se preocupan y ocupan primero en rescatar todos los que se encuentran vandalizados y en condición de abandono, antes de construir otros?, aunque se trate de figuras de la política nacional.

Su propuesta da la impresión de que tratan de quedar bien con los partidos políticos, cuando su compromiso es con la comunidad y su prioridad debe ser atender las necesidades básicas de la población, en materia de servicios públicos. Nada más ni nada menos.

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Una buena noticia: después de dos años de permanecer cerradas por la pandemia, las zonas arqueológicas del noroeste del estado se reactivaron en las pasadas vacaciones de Semana Santa y recibieron la visita de 9 mil turistas, del 13 al 17 de abril.

La Delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Chihuahua, dio a conocer la buena nueva que vivieron en las cinco zonas a su cargo en el noroeste, como son las 40 Casas, Cueva Grande y Conjunto Huápoca, localizadas en el municipio de Madera; así como Paquimé y Cueva de la Olla, en Casas Grandes.

Llama la atención que, en las zonas arqueológicas de Madera, enclavadas en la Sierra Madre, hubo una afluencia de 2 mil 152 turistas, mientras que, en Casas Grandes, donde también se encuentra el recién abierto Museo de las Culturas, el registro oficial fue de 6 mil 784 visitantes.

El INAH tiene registrados más de mil quinientos sitios arqueológicos en el estado, que durante 2020 y 2021 permanecieron completamente cerrados por la pandemia.