Desangelada se vio la reunión de seguridad que el jueves pasado se realizó en las instalaciones del CERI, donde brilló por su ausencia el director de la Agencia Estatal de Seguridad, Arturo Zuany Portillo.

Nos informan que en la reunión sí estuvo el secretario estatal de Seguridad Pública, Gilberto Loya Chávez, quien no pudo aportar elementos a los operativos que se configuran en la mesa de los jueves, por la simple razón de que no tiene ni unidades.

Los 13 mandos militares, policiacos y ministeriales que estuvieron en la mesa de seguridad, se mostraban sacados de onda por la ola de homicidios dolosos que se han registrado en los últimos días en la ciudad, pero también muy preocupados, porque empieza a escasear la cinta amarilla para acordonar escenas del crimen.

Tal parece que los 13 muertos y los 7 lesionados de bala en un solo día, el martes pasado, inquietan a los jefes responsables de la seguridad de la ciudad, pero esa inquietud no los hace más eficientes para detener la ola asesina.

Ante la cruel realidad que sigue enlutando hogares y tiñendo las calles de sangre, el ciudadano de a pie se pregunta si esto ocurre por las graves carencias de equipo y poder de fuego de las corporaciones policíacas, por la falta de experiencia de los agentes operativos, por la ineficiencia de los operadores del Centro de Respuesta Inmediata, por la corrupción y complicidad con los grupos de delincuentes que mandan en la plaza o por el miedo a enfrentarlos.

Solamente los responsables de la inseguridad en Juárez, que cobran por un trabajo que no realizan, tienen la respuesta, pero lo cierto es que todas juntas o de manera independiente, las corporaciones no tienen la materia prima principal para combatir a la delincuencia: servicios efectivos de inteligencia.

Por increíble que parezca, todo indica que es el crimen organizado quien cuenta con más inteligencia, literalmente hablando, que los uniformados. Las evidencias no dejan mentir a este Mirone. Cada vez que ocurre un atentado, los sicarios lo hacen con total impunidad.

Saben el lugar exacto donde están sus víctimas y su plan de fuga es, por lo general, infalible, a pesar del desorden y bloqueo por obras en las calles. Y no se trata de seres invisibles o de otro planeta, que viajan en drones. Son matones de carne y hueso, que también sienten ñáñaras y les entran las balas; que actúan siempre cobijados en la cobardía de la sorpresa y con la complicidad de alguna autoridad amante de los dólares.

Lamentablemente, esa criminal eficiencia de los delincuentes, ha reducido a nuestras autoridades a simples contadores de casquillos y colocadores de la cinta amarilla, siempre y cuando no se agote muy pronto.

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Otro que anda muy preocupado y no lo disimula nadita, es el diputado priista Omar Bazán Flores, después de que su empresa Soluciones Emprendedoras del Norte S.A.(Sensa), fue balconeada a nivel nacional por un presunto fraude de 64 millones de pesos cometido contra el Fovissste.

De acuerdo con la información que publica el blog del Gobierno de México, son 84 los trabajadores afectados que usaron su crédito en el Fovissste para comprar vivienda, pero el organismo depositó el dinero en cuentas ajenas al trato de compraventa, con inmobiliarias que niegan tener el dinero y ahora los derechohabientes tienen una deuda, pero no una casa.

El blog oficial precisa textualmente “que derivado de la recepción de quejas y de la revisión del Sistema Integral de Originación (SIO), el FOVISSSTE detectó inconsistencias en 84 créditos originados por SENSA, de octubre a noviembre de este año, los cuales fueron pagados a beneficiarios distintos a los oferentes o vendedores de vivienda, lo que representa aproximadamente un monto de 68 millones de pesos”.

El Fovissste ya interpuso una denuncia penal en contra de los representantes de la empresa, Omar Bazán y su socio Jesús Alberto Cano Vélez, a quienes acusa de hacer “mal uso” de las facultades otorgadas por el Fondo para representarle y cambiar los datos de los beneficiarios del dinero. O sea, en lenguaje común, los acusa de gandallas.

Los medios nacionales que han publicado la tranza de Sensa, entre ellos El Economista y Animal Político, informaron también que buscaron la versión del diputado Bazán, pero no tuvieron respuesta del legislador.

Omar Bazán, igual que Jaime Herrera, el sapo del gobierno de Javier Corral, ya siente un piecito en una de las gélidas celdas del Reclusorio Norte.

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Con el regreso de Chihuahua a la Conferencia Nacional de Gobernadores, Maru Campos hace vigente su pronunciamiento ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, de priorizar los intereses de la gente por encima de cualquier distancia ideológica.

De esta manera, la gobernadora panista deja la Alianza Federalista formada por gobernadores de oposición, que fue integrada también por su antecesor Javier Corral, y refrenda en los hechos su cercanía con el Gobierno federal.

“Se ha visto que se logra más con el diálogo y la mediación que estando confrontados, por lo que Chihuahua estará de nuevo en la Conferencia Nacional de Gobernadores”, dijo Maru Campos, que hará su debut en la reunión que se llevará a cabo en Villahermosa, Tabasco.

La Alianza Federalista fue formada en el 2020 por los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco”; Miguel Riquelme, de Coahuila y Francisco García Cabeza de Baca, de Tamaulipas. Javier Corral se sumó a esta Alianza, que también se conocía como la de los gobernadores rebeldes, donde participó activamente contra las políticas del Gobierno central.

Actualmente, la Alianza, cuyo lema es “Resistir en unidad, nuestra mayor fortaleza”, se encuentra integrada por los gobernadores de Aguascalientes, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco y Tamaulipas.

Al retirarse Chihuahua, pintándoles un violín navideño, comienza a desgranarse la mazorca y el PAN puede terminar con menos estados después de las elecciones del 2022, cuando se disputan las gubernaturas de Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Durango y Tamaulipas, las dos últimas integrantes de la Alianza Federalista.