Un viejo refrán español, afirma que “a veces, el silencio es la peor mentira”.
Bajo este contexto ¿cuál es la interpretación que puede darse al silencio que sucede a la publicación de un caso como el conflicto de intereses detectado en el proyecto del Banco de Alimentos de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac), de Ciudad Juárez?
Tanto Gilberto Cueva, director en Juárez de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac), como algunos consejeros considerados “clave” en este aspecto, hasta la fecha han guardado un silencio más que elocuente.
Cierto; una de sus máximas como parte de su Código de Ética plantea que sus colaboradores “deberán mantener la confidencialidad sobre los asuntos, comentarios, montos y acuerdos tomados en el seno del Consejo Estatal o Local, así como la información institucional sobre procesos, políticas, reglamentos y la información sobre instituciones y personas que nos haya sido confiada”.
Además de mandatar que “toda información en posesión de la asociación que sea dada a conocer, deberá hacerse mediante los canales institucionales autorizados”, además de ordenar que todo colaborador no deberá ventilar “dentro o fuera de la asociación” cualquier diferencia con los acuerdos tomados.
Discreción y cuidado de su imagen en todos sentidos, pues, lo cual está bien a fin de contribuir “a la construcción de una imagen positiva de la asociación y evitando así la crítica destructiva”.
Pero al mismo tiempo su documento normativo puntualiza que la conducta ética del colaborador de Fechac incluye “actuar siempre con honestidad, lealtad, respeto, imparcialidad, bondad, perseverancia y eficiencia, reafirmando constantemente el compromiso y la responsabilidad social”.
“La honestidad incluye el regirse siempre por la verdad, manteniendo coherencia entre lo que se predica y lo que se practica”, expone el documento.
¿No debería también dictaminar la obligación de reconocer pública o reservadamente, pero reconocer cuando estos principios se ven traicionados por juegos de intereses y acuerdos ventajosos entre sus propios miembros? El empresariado que destina a la Fechac parte de sus recursos para fines de tipo social ¿no merece la satisfacción de una explicación a fondo y la aplicación de sanciones que no correspondan solamente a la renuncia de un comité, y que impidan a todo involucrado seguir ejerciendo labores directivas dentro de la fundación?
Fechac es y ha sido desde su origen una importante iniciativa surgida del sector empresarial, que desde hace largo tiempo ha impulsado incontables proyectos en materia de salud, educación y capital social de la mano de los chihuahuenses.
Según palabras de su presidente estatal, Luis Alberto Barrio, se trata de un organismo que representa más que comunidad y servicio, pues su labor a raíz de la tragedia vivida en la capital de estado en el inicio de los años 90’s sirvió para consolidar una estructura de apoyo social y un vehículo del que hoy en día se valen más de 33 mil empresarios chihuahuenses para hacer llegar su apoyo a la comunidad.
En su Misión, Fechac se enfoca en crear mejores oportunidades para el desarrollo humano y social de los chihuahuenses; en su visión, se centra en ser una institución líder en responsabilidad social compartida, sustentable, transparente, efectiva y con incidencia en políticas públicas.
Y en lo referente a sus Valores, estos se basan en el bien común, la solidaridad, la subsidiaridad y, especialmente, en dar “sin esperar nada a cambio”.
Principios fundamentales que, sin embargo, están en riesgo de quedar en entredicho si sus representantes en Juárez y en el estado no llevan al terreno de la práctica lo que ahora predican, bastante bien, por cierto, en el terreno del discurso.
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Un consejo ciudadano integrado únicamente con representación empresarial, que no toma en cuenta a las organizaciones de la sociedad civil, nada tiene de ciudadano.
Esto aplica para el Consejo Municipal de Seguridad Pública y Prevención, que el lunes quedó instalado únicamente con 4 representantes de la iniciativa privada, además de los representantes del Gobierno local encabezados por el alcalde Cruz Pérez Cuéllar.
Ahí tomaron posesión Jesús Salayandía, presidente de Canacintra; Gilberto Cueva, presidente de Fechac; el ajonjolí de todos los moles Jorge Contreras Fornelli, como director eterno de Ficosec y, Francisco Moreno Villafuerte de Canaco.
Es bueno que los señores del billete se muestren interesados en vigilar la correcta aplicación de los programas de seguridad pública en la ciudad, pero es malo que acaparen todos los espacios, donde también tienen derecho de participar las organizaciones no gubernamentales con un amplio camino recorrido en defensa de las garantías individuales de las clases vulnerables.
Han de pensar que en esos niveles solamente sus chicharrones truenan, porque son generadores de fuentes de empleo, pero es el ciudadano de la calle el que sufre por la deficiente seguridad y son las organizaciones de la sociedad civil, las únicas que salen en su defensa.
El monopolio de los espacios de participación ciudadana no le queda bien al sector privado, aunque sea una costumbre en el caso de Jorge Contreras Fornelli, que en todo lo que sea materia de seguridad pública quiere meter su cuchara, sin ningún beneficio para la ciudadanía.
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Con la presencia de Marisela Terrazas y de Isaí Arámbula, en la conferencia de prensa que ayer ofreció Xóchitl Contreras, quedó definido el rumbo que tomará la sucesión en la dirigencia del comité municipal del PAN.
Xóchitl destapó ayer sus aspiraciones para dirigir el PAN local y fue arropada por Marisela e Isaí, que también se mencionaban como posibles candidatos. Este último será su compañero de fórmula en la secretaria general del partido.
Al proyecto de Xóchitl se han sumado otros liderazgos que actualmente ocupan posiciones en el Gobierno del Estado, como el de Rogelio Loya, Raúl García, Sergio Acosta y Oscar Ibáñez.
De los regidores blanquiazules, tres de ellos están con quien hasta el lunes fue la coordinadora estatal de licencias: Amparo Beltrán, Enrique Torres, y Joob Quintín, mientras que el doctor Víctor Manuel Talamantes y Austria Galindo se inclinan por Ulises Pacheco.
Por cierto, que, Quintín se trata de colgar la medalla de la candidatura de Xóchitl presumiendo de haber sido el artífice de su postulación, cuando en las filas panistas todo mundo sabe que el inquieto regidor, lo único que hizo al frente del PAN fue remodelar la fachada del viejo edificio de la calle 5 de mayo, sede del partido local.
Con la cargada de regidores y funcionarios estatales, prácticamente le cierran el paso a lo que queda del corralismo, que mandó a Ulises Pacheco a buscar la dirigencia municipal, una batalla que de antemano sabe perdida, pero que le permitirá negociar una posición en Gobierno, por la que ha esperado un año en la banca.
Ulises se registró la semana pasada para buscar la presidencia local del PAN, apoyado por el abogado Carlos Angulo.
De buenas fuentes, se sabe que Pacheco está buscando la silla de Joob Quintín, con el respaldo de la ex vicegobernadora Lety Corral, quien ha tratado de sumarle a varios desbalagados corralistas, que le sacan la vuelta porque no pierden la esperanza de colarse en la administración marucampista, y mantienen sana distancia de ella y de Ulises.
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No cabe duda que la presidenta del Congreso del Estado, Georgina Bujanda, trae varios pregoneros que la quieren ver como nueva rectora de la UACH, pero también hay otros que ya la ubican como la posible directora del Colegio de Bachilleres, aunque su perfil académico y de conocimiento policiaco, nada tenga afín con una rectoría ni con la dirección de un centro de estudios, de nivel medio superior.
Lo que sí es cierto, es que después del escándalo de los uniformes de alta costura con tufo a corrupción, que generó Marco Licón Barraza, la inquilina de Palacio busca una mano firme que le garantice orden y respeto en una institución que ha sido orgullo de los chihuahuenses desde su fundación.
Tras la vergonzosa salida de Licón de la dirección del Cobach se ordenaron auditorías a la institución para detectar todas las irregularidades que pudo haber dejado, en menos de un año que duró al frente de los colegios.
Por ello buscan un perfil de mano dura que restablezca el orden, que le dé seguimiento a lo malo que encuentren, que no se brinque trancas como lo hizo Marco y que responda directamente a la gobernadora.
Otro que también se menciona, pero con menos posibilidades de Georgina, es el exregidor del municipio de Chihuahua, el académico Carlos David Orozco Chacón.
El nombramiento se espera hasta que la gobernadora se recupere de la intervención quirúrgica a la que se sometió, y que también concluya el periodo de Georgina como presidenta del Congreso local.
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Ahora que nos está lloviendo sobre mojado, con la llegada de la viruela del mono a Juárez, será bueno que la ciudadanía sepa que los casos de esta enfermedad que anda por 92 países de todo el mundo, aumentaron en un 70 por ciento en una semana en casi todo el país, lo cual habla de la rapidez con que se propaga.
De acuerdo con el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica, (InDRE), en la pasada semana el número de casos pasó de 147 a 252 en el país, incluyendo los dos confirmados de Juárez el lunes.
Hasta el pasado día 15, el territorio nacional registraba contagios de la viruela símica en 20 estados, pero el mayor número se concentra en la ciudad de México, con 141, pues en los últimos siete días tuvo un repunte del 90 por ciento de casos.
Es bueno saber también que el 94 de los casos registrados en México, son hombres en edades que van de los 20 a los 60 años.
Aunque la viruela del mono no tiene las dimensiones de una nueva pandemia, ya fue declarada emergencia de salud pública internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y requiere que toda la población tome precauciones de higiene, similares a las que se adoptaron con el coronavirus.
Si se trata de un asunto de salud pública serio, es obvio que requiere de la participación de todos los niveles de gobierno, para tener control de aquellos factores de propagación del virus, como lo es el transporte público de pasajeros, donde ya se han roto todos los protocolos preventivos, pese a que es un servicio proclive al contagio rápido.
Ya nadie controla el exceso de pasaje en las ruteras y mucho menos el uso del cubre bocas y la sana distancia, reglas básicas durante la pandemia del Coronavirus que no se ha ido, y que ahora, con la llegada de la viruela, pone en riesgo a todos los usuarios del caótico sistema de transporte, por el simple hecho de que se transmite por el contacto físico.
Así que, si no quiere exponerse a contraer el virus del chango, respete los protocolos sanitarios y no se suba a camiones son exceso de pasajeros.