Muy enchilado anda el fiscal de la zona norte, Lord Jesús Manuel Carrasco Chacón, porque los muchachitos que tiene a su mando no le informaron del operativo del miércoles pasado en Santa Teresa, donde un grupo especial de agentes de Chihuahua detuvieron al tercer implicado en el millonario fraude de la financiera Aras.
Resulta que el grupo de ministeriales que atiende el asunto de Aras, llegó a la frontera con una orden de aprehensión contra Oscar Gonzalo Hernández, cuando este pretendía cruzar la frontera rumbo a los Estados Unidos por el puente de Santa Teresa, para burlar la acción de la justicia.
Los agentes le ganaron el mandado y en coordinación con los muchachitos de Lord Carrasco, de la Unidad Especializada de Órdenes de Aprehensión de la Fiscalía Norte, lo detuvieron y pusieron a buen resguardo en el Cereso número 1, en la ciudad de Chihuahua.
La molestia del fiscal Carrasco se dio, cuando se enteró que el malandrín de Aras ya había sido detenido y no le habían pasado corriente del asunto, para que al menos hubiera estado presente para la foto.
Por lo mismo, les dijo a sus agentes de Órdenes de Aprehensión que para que no se anden pasando de lanzas y dejen de informarle, no van a tener descanso en el periodo de Semana Santa, ni aunque se vayan de rodillas a San Lorenzo.
Una vez que les jaló las orejas a sus descarriados subordinados, armó un grupo de agentes de su confianza para que le informen oportunamente, cuando lleguen grupos especiales de la ciudad de Chihuahua a realizar operativos y no le ganen el mandado, como ha ocurrido hasta ahora.
El berrinche del fiscal trascendió a todos los departamentos a su cargo y hubo reacciones de quienes cumplen con sus tareas y ven que Lord Carrasco no pone el mismo empeño ni celo en otras áreas que están totalmente descuidadas, como es el caso de la Fiscalía Especializada de la Mujer.
El mismo personal opina que en dicha fiscalía, que no tiene nada de especializada, ni presentan resultados en los cientos de casos que siguen acumulando, por la simple y sencilla razón de que no hay dirección, pues la titular en la entidad, Wendy Paola Chávez, no visita la frontera desde el año pasado y desconoce el estado que guardan las carpetas abiertas en proceso de investigación.
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Alguien le debe decir al delegado federal de Bienestar, Juan Carlos Loera, que no es con lengua ni con cuentas alegres como se demuestran los resultados en el combate a la inseguridad y violencia, que aún mantiene al Estado de Chihuahua en la lista de los 10 más peligrosos del país.
Tampoco es presumiendo que el Gobierno federal tiene desplegados en la entidad más de 9 mil elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, porque no es con cantidad, sino con la calidad del trabajo como se logran resultados, que hasta ahora esas fuerzas no han demostrado, porque las zonas serranas y urbanas siguen tomadas por delincuentes del crimen organizado, y también del desorganizado.
Mucho menos es diciendo que el Gobierno de la República otorga un respaldo financiero al estado de poco más de 3 mil millones de pesos a través de los Fondos de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), y para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun), suma que se queda muy corta y a nivel de Mejoral, con las necesidades de cirugía mayor que tiene el vasto territorio de Chihuahua.
Lo anterior viene a colación porque el delegado morenista salió ayer a los medios, muy digno, a reclamar sus 10 minutos de publicidad en materia del combate a la inseguridad, afirmando que los índices delictivos en Chihuahua se han reducido gracias al trabajo y a las acciones coordinadas por elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, en las mesas de seguridad, que por cierto, son tan inútiles como los retenes en las calles de Juárez.
Juan Carlos Loera se subió al ring en respuesta a las declaraciones de la gobernadora Maru Campos, quien señaló que las entidades gobernadas por Acción Nacional presentan bajos índices de criminalidad, lo cual también es una reverenda mentira en lo que se refiere a Juárez.
El delegado federal expuso en el comunicado número 113, emitido por su oficina, que “la intervención de las Fuerzas Federales ha sido decisiva en el desplome de la incidencia delictiva y no se trata de un logro aislado, como lo hacen creer autoridades estatales. Ni desdén ni de brazos cruzados”, apuntó.
Dijo que las fuerzas federales participan diariamente en las mesas de coordinación en materia seguridad, como si éstas realmente dieran resultados.
Juan Carlos dijo, en otras palabras, que la gobernadora Campos está politizando el tema de seguridad por capricho. Pero su reclamo al crédito del combate a la inseguridad no se quedó ahí, porque luego hizo un recuento del número de elementos federales en la entidad y estadísticas de delitos a la baja, no demostrados hasta ahora, en los hechos, como si esta competencia por ver quién dice las mentiras más barracas, fuera a redituarles en la percepción que existe en los chihuahuenses que sufren la violencia en todas sus manifestaciones.
Loera se olvida que en el 2009 Juárez tuvo 5 mil soldados y 10 mil policías federales y la violencia no disminuyó, por el contrario, se multiplicó cuando los muchachitos de Genaro García Luna, se convirtieron en socios de los criminales que tenían asolada la ciudad.
No es con estadísticas, manipuladas a modo, como se debe demostrar el trabajo efectivo en materia de seguridad pública. Son hechos los que la gente reclama todos los días en todos los rincones de la entidad y hasta la fecha no tiene respuesta… solo mentiras y celos intergubernamentales.