Sentados y carcajeándose, contando los billetes que ganaron a lo largo de 17 años, es como los empresarios de Promotora de la Laguna S.A., la abominable PASA, se retira de Ciudad Juárez.
Con menos de la mitad de los camiones sirviendo a la ciudad, ya que de un mínimo de 91 unidades que deberían operar durante esta última etapa, solo 40 de PASA salen a las calles.
De acuerdo con estimaciones de las nuevas compañías –las que se encuentran ahora prestando el servicio– la suciedad, la basura y el daño a nuestro medio ambiente tardarán un tiempo considerable en disiparse.
Se va PASA sin haber dado cumplimento a un jugoso contrato celebrado hace 17 años, sin sanciones efectivas que pudieran haber sentado un precedente para que los abusos y omisiones no vuelvan a ocurrir.
Peor aún, a pesar de estar signado el compromiso de dejar unidades de recolección al término de su contrato, las autoridades municipales temen que ahora PASA les deje puros camiones inservibles.
En una toma captada por Norte Digital pueden observarse al menos 70 unidades estacionadas en los patios de PASA, vehículos que deberían estar prestando su servicio, pero que prefirieron dejar encerrados, ¿por qué razón?
Vaya usted a saber cuántos de ellos están en condiciones de realizar los recorridos. Quizá ante nuestros ojos tenemos un cementerio de unidades que coronarían el sello de desfachatez del que fuimos víctima los juarenses, por la permisibilidad y hasta complicidad de las autoridades de distintas administraciones municipales a través de los últimos años. Sí, complicidad, porque fueron omisos a la hora de exigir el cumplimiento del contrato.
Habrá que estar pendientes para ver si PASA nos pinta la última P en la frente, y en las siguientes horas se lleva las unidades que sirven, así, sin que nadie se dé cuenta, y san se acabó.
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Como cada viernes, representantes de seguridad de los tres niveles de Gobierno, además del presidente municipal y la representante local del Bienestar, se reunieron en la llamada Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, a la que mejor deberíamos de llamar “la mesa que más aplaude”.
Y es que estas “reuniones de seguridad” transcurren en la absoluta autocomplacencia y simulación, destacando las acciones estériles y logros imaginarios de nuestros campeones en estrategias constructoras de paz. Los comunicados oficiales en esta materia son una verdadera delicia, un deleite (¿o delito?).
En reciente reunión celebrada –así, tal cual– en el Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata, nuestros campeones en estrategias le siguieron dando vueltas al tema de la ola de homicidios que azota a Juárez, y como buenos toreros, oleeeee, concluyeron que no hay nada por hacer.
Entendámoslo todos de una vez, toda esta violencia tiene que ver con ajustes de cuentas entre grupos criminarles, y ellos tienen potestad para arreglar sus conflictos como mejor les parezca. Ojo, este “privilegio” no aplica para ciudadanos comunes, estimado lector.
En este cónclave, nuestras autoridades todavía se dieron el tiempo –y el valor– para hablar de un “operativo de rescate” en el caso de la pequeña Ángela, la niña que fue sustraída por criminales luego de que sus padres fueran asesinados el pasado lunes en la colonia Pánfilo Natera.
Se agradece, y mucho, que la menor esté sana y salva, pero, ¿operativo, señores? Si lo que se atendió fue una denuncia hecha al 911, para luego ir a recoger a la menor que dejaron abandonada los criminales, y nada más.
No hubo detenidos, ni cateos, ni una acción concreta para llamarlo operativo, al menos así lo prueban los videos que se filtraron a algunos medios de comunicación, en los que se observa a una pareja de jóvenes que abandona a la bebé y que huye al clásico y muy conocido rumbo desconocido.
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Existe preocupación bien fundamentada por parte de las direcciones de Protección Civil y Derechos Humanos del Municipio, debido a que los migrantes se siguen refugiando en viviendas y fincas abandonadas, mismas que representan un grave riesgo a su integridad y los vuelve más susceptibles de ser presa de grupos delincuenciales dedicados al tráfico humano.
Justo durante la semana que concluye se llevó a cabo el desalojo de un importante grupo de extranjeros, que tenía ya algunos meses ocupando una finca localizada en las calles Vicente Guerrero y Fray Bartolomé de las Casas, ahí frente a las viejas instalaciones de la XEJ.
La finca estaba ocupada por decenas de personas en movilidad, quienes vivían entre basura y heces fecales, bajo el riesgo de colapso de techos, según informó un preocupado titular de Derechos Humanos, Santiago González, a quien le ha tocado atender el fenómeno prácticamente sin el apoyo de las otras esferas de Gobierno.
En los operativos participó también Protección Civil del Municipio, y fue precisamente su titular, Roberto Briones Mota, quien durante la Mesa de Seguridad invitó a las corporaciones a ponerse las pilas y trabajar en coordinación.
El problema es que los albergues ya están saturados, y que los refugios oficiales no son opción para los migrantes, ya que les impiden salir y al sentirse en cautiverio prefieren pernoctar a la intemperie.
Algo deberán repensar urgentemente las autoridades y ponerlo en acción, antes de que una nueva crisis migratoria se genere.
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La sola idea de imprimir los libros de texto gratuitos en Chihuahua ha alborotado a más de una empresa impresora, y ya empezaron a soñar con el gran contrato gubernamental que les caería, si no del cielo, sí del edificio de la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo, impresores serios, que saben de lo que estamos hablando, están realmente preocupados por el tamaño del compromiso que se echarían encima.
Para esos que sí saben del negocio, editar, imprimir, empaquetar y entregar 4 millones de libros no sería cosa de un mes.
Especialistas en el tema consultados por este Mirone nos cuentan que sería cuestión de ver cada edición. Algunos saldrían «fácil», en algunos días, pero otros más complejos tardarían mucho más.
Lo peor del caso es que difícilmente estarían listos para octubre, como es la intención de las autoridades educativas del estado.
En un cálculo más realista, suponiendo que la redacción y edición de los textos gratuitos propios estén listos a la brevedad, estarían entregando en noviembre, o sea, a dos semanas de la suspensión de clases por las vacaciones de diciembre. Desde que inició este conflicto de los libros se han tomado en cuenta diversos puntos de vista, pero está claro que no habían visto el ángulo industrial.