Desde el lado que se mire, el video de Javier Corral que apareció esta semana pasada en las redes, evidencia su desesperación por vender su verdad, una verdad que no tiene y que intentó construir a lo largo de 5 años, cegado por la ira, sus odios, la soberbia y su afán de revanchismo.
Dónde lo grabó es lo de menos, si lo hizo en Juárez, en Chihuahua, en la Ciudad de México o en España. Lo cierto es que lo hizo en un tono lastimero, moderando el volumen de su voz, casi implorando que le crean.
En esta ocasión, Javier no habló con su característica voz engolada de tribuno que usó en sus años de gobernador en todas sus apariciones públicas, donde daba un mensaje, una entrevista o una simple declaración de banqueta.
Ya sin poder, Javier se escuchó sin esa capacidad verborréica que lo ha distinguido en su vida por decir tantas sandeces en tan poco tiempo.
Ahora en su reaparición, tuvo que sujetarse a un guion para decir en 7 minutos y medio que los bienes asegurados a Duarte y a su pandilla siguen embargados, y que su gobierno no se desistió del aseguramiento con la anulación de la extinción de dominio que sus propios funcionarios promovieron desde la Fiscalía General de Justicia del Estado.
En su video del 15 de septiembre, Corral dice que le pidió al exfiscal César Augusto Peniche, al que calificó de “líder” de la Operación Justicia para Chihuahua, que explique puntualmente el tema de la extinción de dominio.
Han pasado 4 días y el “líder” Peniche no ha salido a explicar la verdad de Javier, ni mucho menos el tema al que se dedicó en cuerpo y alma durante cinco años como fiscal, dejando la seguridad del estado en manos de los grupos criminales que ensangrentaron Chihuahua con más de 11 mil muertos, porque el señor estaba muy ocupado atendiendo las venganzas de su patrón.
Corral alertó a los que vieron su video “para que tomen conciencia de la enorme regresión que puede venir a Chihuahua en combate a la corrupción”, pero no dijo que esa regresión se vivió en su mandato, con todos los casos de impunidad que solapó en materia no solamente de corrupción, (Antonio Pinedo y su hermana incómoda Leticia), sino de crímenes y delitos de alto impacto sobre los que tuvo conocimiento y se calló cobardemente, como el asesinato de Miroslava Breach, donde participaron sus colaboradores José Luévano y Alfredo Piñeira.
No perdió oportunidad el exgobernador de atacar a los medios de comunicación, incluyendo a su exaliado, el periódico Reforma, y los colocó casi a nivel de cómplices del ballezano, cuando dijo que “está en marcha una embustera operación para confundir a la gente con información distorsionada que impulsa el propio César Duarte a través de sus abogados, a quienes los medios transcriben sus boletines de prensa al pie de la letra”.
Molesto porque al terminar su fallido gobierno ha salido pus en todas las dependencias e instituciones que mangoneó a su antojo, pero particularmente en el Supremo Tribunal de Justicia y en la Fiscalía General del Estado, Corral pretende ahora hacer creer a la opinión pública que es víctima de un linchamiento mediático, pero no se quiere dar cuenta de que lo que menos tiene, a 11 días de haber dejado el poder, es credibilidad, precisamente porque engañó a los chihuahuenses con una administración ineficiente y corrupta, peor que la de Duarte, y vaya que era complicado superarla.
Corral aseguró, sin mostrar pruebas, que todo lo que han difundido sobre su mal gobierno es una campaña de nado sincronizado de varios medios de comunicación, pero tampoco dijo cuáles. En verdad no era necesario que lo dijera, porque todos, los locales, regionales, estatales, nacionales y hasta los que le rindieron pleitesía cinco años a cambio de presupuesto oficial, han dado cuenta de sus pifias en todos los géneros periodísticos.
Crónicas, editoriales, artículos de opinión, notas informativas, entrevistas, columnas y videos, han descrito puntualmente lo que hizo y deshizo el innombrable 2, y eso no es nado sincronizado, sino carga de caballería, porque Javier se metió en las patas de los caballos con tanta estulticia contra los medios en sus años de gloria como gobernador, y ahora que sus fechorías son noticia diaria, le están pasando factura.
En varias partes de su lamento borincano, Corral insinúa que en el fondo el nuevo gobierno de Maru Campos trata de favorecer a Duarte. Lo dijo antes y lo confirmó en su video: quieren prepararle un ambiente favorable para cuando le abran la puerta de la cárcel.
Así lo dijo: “si a Duarte no se le brinda protección e impunidad por el nuevo gobierno, él no recuperará la posesión de ningún bien”.
Luego lo configuró con más detalle: “lo que está en el fondo de todo este manejo mediático y la distorsión informativa, es generar un ambiente de confusión social para tratar de favorecer a Duarte al pretender descalificar las investigaciones.
Así se deja ya ver el propio comunicado que emitió la Fiscalía del Estado y en el que dice que con la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se demuestra el mal manejo que se ha realizado dentro de los expedientes antes mencionados”.
Tachó de injusta la postura de la nueva Fiscalía del Estado, por dar a conocer todas las pifias que cometieron sus ministerios públicos y Torquemadas, que integraron los famosos Expedientes X, y hasta se dio el lujo de elevarlas al nivel de referente nacional e internacional.
Y tiene razón. Sus famosos expedientes de la Operación Justicia para Chihuahua y los miles que se acumularon por los homicidios, secuestros y extorsiones sin resolver que hubo en su quinquenio, lo ponen como un referente de la ineptitud, el cinismo y la corrupción. Ni más ni menos.
Pero terco como es, aseguró que ningún bien será restituido ni reintegrado físicamente, por la solidez con que, según él, se integraron los expedientes. “Estos siguen asegurados y esto es irrebatible”, sentenció.
Más tardó en grabar su video que la nueva Fiscalía en desmentirlo de manera categórica, al exhibir el documento del levantamiento del embargo de bienes al exgobernador y dos de sus colaboradores.
En el documento firmado por Humberto Chávez Meléndez, director de Extinción de Dominio de la Fiscalía, se solicita el levantamiento de la medida cautelar de aseguramiento de bienes de César Duarte, así como de Gerardo Villegas Mandriles, Alejandro Ornelas Hernández y Antonio Enrique Tarín García.
El documento oficial demuestra que sí hubo un desistimiento por parte de su Fiscalía, y que una vez que se cubran los procedimientos legales, esos bienes dejarán se estar inscritos o gravados en el Registro Público de la Propiedad.
No conforme con ello, Javier dijo que el nuevo gobierno intenta engañar a los chihuahuenses con mentiras y falsedades, y pidió a los destinatarios de su video estar muy alertas ante lo que llamó “el embate mediático del duartismo buscando su impunidad”.
A pesar de que se presume periodista, el juareño (por lo de juarense y paseño) pretende ignorar que no hay tal embate mediático, sino que todo el catálogo de estulticias que están saliendo a la luz pública son noticia y, por lo tanto, su trascendencia afecta a todos los chihuahuenses y deben ser comunicadas.
Javier terminó su video pidiendo “encarecidamente”, en tono casi de súplica, la difusión de su mensaje para “que no permitamos que se reconstituya en Chihuahua el pacto de impunidad y que se burlen de nueva cuenta del pueblo de Chihuahua”.
El burro hablando de orejas, podríamos titular a este párrafo, porque si alguien se burló de los chihuahuenses, fue el propio Javier Corral al someter a sus caprichos a las instituciones, al quebrar las finanzas públicas, al incrementar la deuda con más de 10 mil millones de pesos, al enlutar al estado con la sumisión y complicidad que tuvo con el crimen organizado, y por dejar en estado de desastre a Ciudad Juárez con obras abandonadas.
Que no venga ahora con videos plañideros, que solo confirman su baja estatura moral y su enorme cinismo para comunicar una verdad que no tuvo en 5 años y no va a tener por el cochinero que deja en la entidad.
El tema en cuestión seguirá dando mucho material como noticia, porque el mismo exgobernador así lo anunció. Los juristas de la Fiscalía y el Supremo Tribunal de Justicia resolverán lo que en derecho corresponda sobre el asunto, pero los medios seguirán cubriendo la información, aunque el enfoque no complazca, ni pueda ser dictado por el pequeño dictador.