El director del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (CBTIS 128), José González Cereceres está en el ojo del huracán por señalamientos muy fuertes en su contra y respecto a lo que presumiblemente está ocurriendo en el plantel juarense a su cargo.
A Mirone le llegó un escrito de denuncia anónima, en forma de carta dirigida al director general de Educación Tecnológico Industrial y de Servicios, Rolando Jesús Saldaña y al jefe de la oficina estatal de ese sistema, José Alejandro Ponce Martínez.
Aunque se hace un poco más de refilón, porque se ve que la queja está centrada en el acoso laboral, la denuncia más grave es que en el plantel se vende y se consume droga “lo cual es sabido por todas y todos los trabajadores de este plantel, y que se le ha informado al director en forma oportuna, sin que éste lleva a cabo ninguna acción”.
Asegura la denuncia que “de tal magnitud es el problema, que acata (sic) los hechos del pasado 2 de mayo, donde fue asesinado, al momento de terminar clases y relativamente a las puertas de nuestro plantel, el que fue alumno de nombre (lo reserva Mirone), que se encontraba inscrito en el turno matutino, del cual el maestro Cereceres tenía conocimiento que vendía drogas dentro de la institución”.
“Nuestro plantel se encuentra hundido en las drogas”, concluyen en la denuncia y advierten que si la comunidad escolar no es atendida, los docentes se irán a un paro laboral, cansados de trabajar no únicamente con miedo, también en un pésimo ambiente laboral, según el texto.
“El maestro González Cereceres es un hombre con tendencias misóginas y pasivo agresivo, el cual, utilizando su poder, humilla a su personal a cargo, en especial si se trata de mujeres. Esto se ha observado en diferentes juntas y reuniones donde todas y todos lo hemos observado”, dice la carta supuestamente elaborada por docentes, personal administrativo y hasta padres de familia.
El acoso laboral al personal docente y administrativo, el director presuntamente lo opera por medio de prefectos y guardias “levantando reportes sin que en ese momento se le notifique al docente/administrativo”.
Acusan ambiente cada vez más hostil y cargas de trabajo excesivas que, junto a la presión constante de prefectos para cumplir plazos en lugares nada confortables por el deficiente equipamiento de las aulas, estarían contribuyendo a “un bajo desempeño académico en los alumnos y la disminución de nuestro trabajo como docentes”.
En el texto también se cuestiona que González Cereceres se comporte más como parte acusadora que como apoyo a su planta docente, cuando se han presentado incidentes o reclamos de padres de familia, inconformes con las calificaciones de sus hijos.
Se le señala que en esos encuentros ha mostrado “un comportamiento verbalmente agresivo hacia los compañeros y compañeras, todo lo anterior sin tener una plática previa y/o investigación con el/la docente”.
Que actúa visceral, que es hasta pedante y amenazante, cuando alguien lo contraviene, señala el escrito que llegó a Mirone digitalmente. Le reclaman hasta que, supuestamente, haya ordenado una comida gourmet para el presídium en la más reciente graduación, pero que al resto de los invitados les humilló, “dejando el servicio en el suelo para que cada uno lo tomara”.
Aquí veremos qué seguimiento le da la autoridad a la denuncia.
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Es bastante grave la situación en Juárez en cuanto a falta de equipamiento e infraestructura para atender, como debe de ser, a los recién nacidos.
Ya tiene rato que Mirone había escuchado el reclamo, tanto de quienes ahí laboran, como de quienes han requerido los servicios, pero el problema simplemente no se atiende por las autoridades estatales de salud.
Niños prematuros han estado a punto de morir o presentan afectaciones a su salud, porque no hay cajas incubadoras suficientes para ellos en el Hospital de la Mujer. Así de crítica la situación.
Como tampoco hay espacios suficientes para que se les atienda, en el Hospital prácticamente desalojan a madres y recién nacidos para que se vayan a buscar las incubadoras a otra parte, y hasta les dejan las carga de conseguir ambulancias, porque ahí no tienen tampoco las necesarias.
Para acabarla de amolar, en el Hospital Infantil, a donde mandan a las familias a buscar atención, tampoco tienen el debido y suficiente equipamiento.
En pocas palabras, en el sector salud estatal, no se dan abasto con el requerimiento de cajas incubadoras, mientras que se disparan en Juárez este tipo de nacimientos prematuros.
No es cosa menor, la mortalidad neonatal siempre ha sido preocupante en esta frontera, pero lo más desalentador es que en lugar de mejorar, se agrave la situación y crezca el riesgo para los recién nacidos.
Lo peor de todo es que, a final de cuentas, se trata -casi como siempre- de insuficiencia presupuestal, es decir, de falta de recursos o de una mala priorización del gasto.
Lo que más les ha calado a quienes han visto o vivido dramáticas experiencias, es que sí haya dinero hasta para traer a Carin León a que cante en las festividades Del Grito en la capital del estado, pero no para comprar incubadoras para los pequeños con dificultades. Como suele pasar, quienes más la llevan de perder, son las familias que de plano no tienen recursos ni servicios para buscar otra opción de atención médica.
Andan hablando con las piedras en esas áreas tan sensibles y no hay recursos, ni porque en los hospitales públicos las consultas están cada vez más caras, hasta de a 500 pesos por visita.
No andan nada bien las cosas en los hospitales de Juárez. Todavía hay personal que se pregunta dónde quedó un sofisticado aparato que se recibió en donación para atender transtornos en la salud mental. Quién sabe por qué motivo había ido a parar al Hospital de la Mujer, pero ni ahí, ni en ningún otro espacio especializado se echó a andar, porque nunca nadie supo cómo hacerlo.
En todo el sector hay un total descontrol con ese tipo de donaciones en especie. Incluso se habla de un histórico saqueo de aparatos. A ver a qué hora le ponen atención.
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Los abogados del gremio juarense andan haciendo corajes, porque en el Poder Judicial siempre salen con pichicateces a la hora de lanzar proyectos o atender las necesidades locales.
Los juzgados civiles, tradicionales y de audiencia, están saturados y colapsados por falta de espacios y de personal.
Ya de por sí no tenían espacio suficiente, pero en el edificio donde se atiende lo civil en el esquema tradicional, les aventaron encima (literalmente, en el segundo piso) a los nuevos juzgados laborales que antes de la reforma no formaban parte del Poder Judicial.
Pues ahora todo está en el mismo viejo edificio del eje vial Juan Gabriel, donde los problemas de estacionamiento crecieron, igual que las cargas laborales del personal.
Supo este Mirone que como ya se está desmantelando el Juzgado II de lo Civil y el titular está por jubilarse, todo el trabajo se lo pasaron al Juzgado I, donde se hizo un verdadero cuello de botella y los casos no avanzan, si no hay por ahí cochupo de por medio.
En los juzgados civiles de audiencia, también las cargas están pesadas y no se contrata mayor personal, pese a que en una de las reestructuras pasadas, de los 10 juzgados que había, tres se apartaron para operar exclusivamente para asuntos mercantiles.
No ocurrió como en chihuahuitas tierras, donde los juzgados mercantiles se ampliaron sin afectar o cerrar los civiles. Como siempre, a Juárez le hacen el fuchi, aunque las cargas en la frontera sumen más que las acumuladas en Chihuahua y todo el resto del estado.
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El novelón que se armó en torno a la juarense Adriana Terrazas Porras, porque de plano no quieren los diputados de Morena que siga asumiéndose como uno de ellos, dio ayer más tela de dónde cortar.
Muchos grillos acudieron en la capital al protocolo de conmemoración del 176 Aniversario de la Gesta Heroica de los Niños Héroes de Chapultepec. Ahí andaba otro liderazgo de Morena, el súperdelegado Juan Carlos Loera. Claro que los periodistas buscaron la jiribilla para ver qué opinaba de la expulsión acordada por la bancada de ese partido en el Congreso del Estado.
“Es verdaderamente inverosímil, abyecto, que la propongan el PRI y el PAN para ser presidenta del Congreso. Eso huele muy mal. Yo pienso que por dignidad, de toda la bancada, del movimiento y hasta de ella misma, de la propia diputada, no debería de haber aceptado eso”, respondió Loera.
El también aspirante a la candidatura a la presidencia municipal por Morena, consideró que si Adriana no está dispuesta a construir acuerdos en esa colectividad del grupo de diputados de Morena “¿pues entonces qué está haciendo ahí?”. Destacó que les da la razón a los diputados que pidieron su expulsión “y eso que no muchas veces se las doy”.
En el mismito evento, claro que no en discurso oficial, sino abordada por los medios, Terrazas Porras le contestó a Loera y lo acusó de misoginia.
“Totalmente en contra de sus expresiones, me parece un acto misógino. Merezco por supuesto estar en la presidencia. Tengo una experiencia que me avala de muchos años-. El hecho de que me hayan reelecto como presidenta del Congreso, pues habla del trabajo que se hizo, digno”, aseguró la diputada.
Ahí mismo, en otro tema, pero relacionado con la grilla morenista, aprovechó para echarle flores al alcalde Cruz Pérez Cuéllar y hasta lo calificó como un presidente municipal “extraordinario”.
Destacó que Cruz tiene garantizada la reelección para el cargo que busca, precisamente, el delegado Loera.
“No tengo la menor duda de que así va a ser”, señaló sobre la reelección del alcalde juarense.
También ayer hubo conferencia del coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, Cuauhtémoc Estrada. El diputado juarense le dio otra repasada al tema de la expulsión aún no notificada a Terrazas Porras y a los comentarios de Loera de la Rosa.
“Y creo que no es cuestión nomás de dignidad -dijo el legislador-, yo creo que hay cuestiones muy objetivas, muy demostradas, por las cuales nuestra bancada tomó una decisión. ¿Por qué los congresos tienen fracciones parlamentarias con el reconocimiento dentro de la ley?, pues porque fijan posturas, tienen proyecto, establecen líneas legislativas”.
Aseguró que lo que no se puede permitir, es que la fracción genere acuerdos internos, se lleven hacia el Congreso y se rompan, como lo hizo Adriana en varios asuntos, el más destacado el mismo acuerdo sobre quién iba a presidir el Congreso desde el periodo anterior.