Tal como se comprometió la semana pasada, Juan Carlos Loera salió ayer martes a fijar su postura en torno a los resultados de la elección de la gubernatura de Chihuahua en la que resultó perdedor. De entrada, reconoció los números de la votación final, pero hizo énfasis en lo que él llamó la “inequitativa” elección del pasado 6 de junio.

En conferencia de prensa, el exaspirante a Palacio de Gobierno mencionó una lista de señalamientos en contra de la iglesia católica, del órgano electoral y de los medios de comunicación. Adelantó que encabezará una serie de acciones, como la promoción de un juicio de procedencia en la Cámara de Diputados por el conflicto de interés, por la ilegibilidad y por los procesos penales que tiene abiertos la próxima gobernadora. 

Aseguró que estará al frente de esa nueva lucha y aunque no lo dijo abiertamente, su objetivo será tratar de derrocar a la nueva gobernadora. Juan Carlos estuvo acompañado por los diputados locales electos. Previo a la rueda de prensa, se reunió con ellos en privado en un salón del hotel Real Inn para obtener la venia y el compromiso de los próximos legisladores. Ahí Loera se autoproclamó el pastor de los nuevos diputados. Lo que no se sabe es si ese pastoreo se lo autootorgó o viene como instrucción directa desde Palacio Nacional.

El excandidato a la gubernatura hizo varios señalamientos, entre los que destacaron los dos procesos penales en los que está indiciada Maru Campos. Así que lo veremos presionando a la Fiscalía para que no mande a la congeladora los asuntos.

Presentó varios videos de sacerdotes en los que supuestamente se manipula desde la fe la voluntad del pueblo. Loera se confesó católico y se sintió agraviado por la postura que tomaron algunos párrocos, que desde el púlpito promovieron el voto en su contra.

Sobre el árbitro electoral, dijo que solaparon la inequidad de los medios de comunicación y la intervención de servidores públicos a favor de la campaña política. Acusó que hubo entrevistas en medios disfrazadas de noticias e información pagada.

Loera puntualizó que aún tiene tiempo para interponer algún recurso de impugnación de la elección, pero por el momento no tiene nada en firme. Por ahora solo ha interpuesto una queja ante el Instituto Estatal Electoral (IEE), en donde denuncia que la candidata del PAN, Maru Campos, rebasó el tope de campaña por hasta 50 millones de pesos. Eso es materia de anulación de la elección, según dijo.

También afirmó que presentaron 5 mil 500 fojas en donde, según dice, se demuestra cómo se rebasó el tope de campaña. La pelota está en la cancha de la autoridad electoral. Loera omitió hablar de los empresarios contra los que ya había despotricado en días anteriores, por su intromisión en la campaña a favor de la candidata panista.

Juan Carlos Loera llegó a la conferencia llevando al baile a los candidatos que sí ganaron la elección. El tío incómodo siempre estará con su sobrino y Benjamín Carrera ya está perdido. Leticia Ortega siempre fiel, que hasta se arriesgó a asistir a ese evento político en horas de trabajo porque ayer, precisamente, regresó a la Sindicatura municipal. Muchos otros estuvieron ahí por compromiso. Con el tiempo veremos a quiénes les dura la fidelidad.

Por cierto, no estuvo por ahí el candidato plurinominal Armando Cabada, ni las diputadas electas federales Maité Vargas y Lilia Aguilar. Mucho menos estuvo Cruz Pérez Cuéllar, quien seguramente no figurará en este acompañamiento de la postderrota.

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Las lenguas triplefilo le comentan a Mirone que Morena metió a David Óscar Castrejón Rivas como plurinominal local en la posición uno de la lista y a Adriana Terrazas en la dos.

De suplente de Castrejón iba el actual diputado Miguel Ángel Colunga Martínez.

Era tal la seguridad de Juan Carlos Loera de ganar la elección del pasado domingo 6 de junio, que el plan era que Castrejón fuera a gobierno y Colunga se quedara de coordinador por su experiencia en el Congreso. Pero como dice Emmanuel: “todo se derrumbó …”

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Y ya que de morenos hablamos, a este Mirone le aseguran que de la lista de candidatos plurinominales de Morena, alcanzarán curul hasta el lugar 14 de la primera circunscripción que comprende el estado de Chihuahua.

Afirman que entre esos 14 lograrán estar tres juarenses: Armando Cabada en el lugar 3, la abogada Susana Prieto en el lugar 6 y Andrea Chávez en el sitio 12. Vale destacar que todo mundo se estaba olvidando de la juarense Andrea Chávez, quien es hija de José Luis Chávez Viguera “El Loco Chávez”, un exUach líder del desaparecido Comité Universitario Democrático (CUD), hoy catedrático de la UACJ y exasesor de la senadora Bertha Caraveo.

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A medida que avanza el cómputo final de la Asamblea Municipal Electoral de Juárez, esto para entregar la constancia de mayoría al futuro alcalde de esta calurosa y sufrida frontera, también sigue creciendo la lista de toda clase de soñadores y suspirantes que buscan la manera de convencer al también senador morenista, Cruz Pérez Cuéllar, para que los integre en su proyecto y, por supuesto, en la nómina del nuevo gobierno local que inicia en septiembre.

En este espacio editorial hemos dado cuenta puntual de algunos innombrables funcionarios municipales independientes que, a pesar de tener a Juárez de cabeza, no terminan de entender que ya se les acabó el veinte, pero una de nuestras fuentes bien informadas nos confirma otro caso igual o más sorprendente que los ya mencionados.

Y como nuestro pecho no es bodega, le contaremos apreciado lector que unos días antes de concluir la campaña electoral, hubo una inusitada reunión en el salón privado de un famoso restaurante de Campos Elíseos, a la que acudió con currículo y solicitud de empleo en mano, el polémico director de la Comisión Estatal de Seguridad, Ricardo Realivázquez, quien sin el menor empacho le dijo al virtual alcalde electo que él es la mejor pieza de ajedrez para meter en orden a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. Tómala.

Nuestra cercanísima fuente comenta, además, que el exjefe de la polimunicipal, habló pestes de su exjefe Armando Cabada Alvídrez, pero para rematar la pieza, hizo lo propio con su actual patrón, el gobernador Javier Corral, a quienes culpó de diversas omisiones y ‘manejos oscuros’ que han convertido a esta frontera en una de las ciudades más peligrosas del mundo.

Nos enteramos de primera mano que la reunión no le dejó buen sabor de boca al futuro alcalde de Juárez, ya que quienes lo conocen aseguran que no le gusta tratar con quienes muerden la mano que los alimenta, pero como buen político le dijo a Realivázquez que después de la elección se encargaría de analizar con detenimiento el delicado tema de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

Nos informaron también que Pérez Cuéllar escuchó con atención todos los planteamientos y proyectos de seguridad de quien ya estuvo en esa posición durante un buen tiempo, pero que en los hechos no hizo nada para sacar a Juaritos del estado de inseguridad en que se encuentra desde el 2016.

Nuestra fuente confirmó también que desde el pasado lunes 7 de junio, el aún jefe de la Comisión Estatal de Seguridad ha estado insistiendo día y noche para una segunda reunión con don Cruz, pero hasta ayer por la tarde no había obtenido respuesta alguna.

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El cinismo y la hipocresía son defectos de carácter que suelen ignorar quienes los padecen; es de naturaleza humana no ver la viga en el ojo propio y sí la paja en el ajeno.

La sentencia contra el impresentable panista Hugo Schultz es el portazo en la nariz a un gobernante que, desde que supo que había correligionarios de su partido implicados en el crimen de la periodista Miroslava Breach, tomó la decisión equivocada.

Era difícil pensar que hubiera podido optar por enfilar los esfuerzos de su fiscalía contra todos los involucrados, cuando estaba claro que al menos tres de ellos tenían el sello azul en su historial.

Aunque una mirada más pausada a esa decisión da otra perspectiva. El señalamiento era un argumento moral suficiente para que Corral hubiese preferido sacrificar a los miembros de su partido, porque se trataba del asesinato de una de las periodistas más respetadas de su estado, el de ella, porque ya se sabe que él no nació aquí.

La reflexión viene al caso porque hubo otra encrucijada en donde el todavía jefe del Ejecutivo tuvo que decidir si ir por la justicia o proteger a un miembro de su partido.

Eso fue lo que ocurrió cuando decidió ir con todo en contra de su hoy sucesora Maru Campos. Entonces sí hubo argumento para olvidarse de la militancia y actuar con lo que, según él, era el irrestricto apego a la ley.

¿Por qué no tuvo la misma vara para ir por Schultz, Luévano y Piñera? Ahí radica el cinismo y la hipocresía, defectos de los que posiblemente no sea consciente quien los padece.

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Ahora que amainó la pandemia de Covid-19, en los negocios de espectáculos, empezó a dar vuelta el rumor y el deseo de algunos empresarios del entretenimiento de la ciudad y de fuera del estado de acabar con el monopolio de Don Boletón.

Dicen de Don Boletón, que presta el servicio de boletaje electrónico para el acceso a todo tipo de conciertos y espectáculos, que tiene toda clase de privilegios y exclusivas prerrogativas por parte de las autoridades locales para operar.

Aquí en Juárez es la única ciudad en el país donde se tolera una sola empresa boletera. No hay que olvidar que se trata del negocio del alcalde con licencia Armando Cabada, el ahora también casi diputado plurinominal. Con el cambio de administración y el próximo presidente municipal, Cruz Pérez Cuéllar, muchos se preguntan si se le seguirá cuidando las espaldas al negocio de Cabada y, de pasadita, al usufructo que por años han realizado del Parque Borunda.