El alcalde de Juárez Cruz Pérez Cuéllar calificó de oportunista a su homólogo de Chihuahua, Marco Bonilla, después de que este último saliera a medios a anunciar el blindaje de la capital del estado contra actos desestabilizadores de la delincuencia organizada, como los ocurridos en esta frontera la semana pasada.

El tema no pasaría de ser un simple comentario a bote pronto del edil fronterizo, si no fuera porque se trata de los dos alcaldes de las ciudades más importantes del estado, que desde este momento velan armas para escalar en el ánimo de la opinión pública rumbo al 2026, aunque todavía les falte muchísimo tramo por recorrer.

El “piropo” de Cruz tiene sentido, porque Marco Bonilla ha tomado la delantera en acciones que en Juárez aún no se han realizado, y eso, por lo visto, ha calado hondo en el ego de Pérez Cuéllar, como la supuesta limpieza y reordenación del Centro Histórico que en Juárez quedó solo en anuncio, mientras que en Chihuahua capital sí se llevó a cabo; o el programa para aplicar pruebas Covid gratuitas, que en esta frontera ni siquiera se ha mencionado y mucho menos presupuestado.

Sin embargo, no podemos pasar por alto que Bonilla busca, a toda costa, contrastar  sus acciones con las del alcalde de Juárez, y lo ha hecho con mucha precisión, como cuando ocurrió la emergencia por los ataques incendiarios de la delincuencia organizada en Juárez, y anunció a los cuatro vientos y en caliente, un operativo de seguridad en Chihuahua capital para blindarla de posibles atentados. Solo le faltó decir, por lo claro, que allá sí cuentan con el control y con la preparación necesaria para mantener a raya a la delincuencia, no como en esta golpeada frontera.

Por eso tiene mucha razón Cruz cuando dice que estos son momentos de solidaridad y no de protagonismo, pero si ya sabe que en política todas las formas tienen fondo, para qué hacer berrinche exponiéndose a ser exhibido como un alcalde de mecha corta.

Todavía les faltan a ambos muchos obstáculos por brincar. Por lo pronto, este Mirone les recomendaría a ambos alcaldes no hacer corajes, concentrarse en lo suyo y dejar de fijarse en el vecino de enfrente. Al final, los hechos son los que hablan. Zapatero a tus zapatos. ¿O usted qué opina, estimado lector?

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No nada más a los temas candentes de la inseguridad ligada con la operación de la delincuencia organizada le saca la vuelta el Gobierno federal. También lo hace a la hora de aflojar la cartera para apoyar a un estado como Chihuahua, que viene arrastrando ya dos administraciones con graves problemas financieros.

Lo malo es que las papas calientes se les dejan a las autoridades locales, como acaba de ocurrir con los maestros del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Chihuahua (Cecytech), quienes tomaron las oficinas de Recaudación de Rentas, tanto en Juárez como en la capital del Estado.

Los sindicalistas docentes y administrativos de la institución reclaman el pago de prestaciones pendientes, pero con su protesta y bloqueos, no solo afectaron a los usuarios de distintas oficinas, también le pegaron a la recaudación de las arcas estatales que están urgidas de que caigan billetes.

Supo Mirone que se les debe la segunda parte de su aguinaldo, pero el caso es que las participaciones federales, que deberían estar disponibles para tal fin, nomás no han llegado a Chihuahua y no tienen para cuando.

El Cecytech es un organismo descentralizado con un esquema especial de financiamiento, ya que la mitad de su operación se cubre con recursos federales y  la otra mitad con estatales. En Chihuahua hay cerca de 2 mil trabajadores.

Se suponía que la lana llegaría para la primera quincena de enero, lo que no ocurrió. Si acaso se les dará hasta finales del mes, si bien les va, de acuerdo a fuentes bien informadas.

En cuanto a la parte estatal, es bien sabido que desde la pasada gestión, el exsecretario de Hacienda, Arturo Fuentes Vélez, siempre dejó para después los compromisos que se tenían con estas instituciones descentralizadas.

Por ello, el boquete creció y ahora la nueva Administración estatal debe tapar el hoyo antes de que se les haga bolas el engrudo.

Nadie desconoce que los dirigentes sindicales del Cecytech son expertos en pegarla de gritos para llevar agua a su molino, pero la verdad es que sí hay pagos pendientes con los docentes y administrativos. Lo que sea de cada quién.

A menos que si de plano en el estado siguen cabalgando en las mandíbulas de la miseria, no les quede otra que salir con el clásico “debo no niego, pago no tengo”.  Lo malo es que los aguerridos ceciteches no se van a quedar de brazos cruzados, por lo que urge que Maru aplique otra vez sus buenos oficios con los mandamases del altiplano para que no le hagan al monje loco y paguen lo que deben.

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La pandemia y sus variantes siguen trastocándolo todo, justo cuando apenas estaba agarrando vuelo la actividad económica.

Para muestra un botón: los espectáculos públicos que deben programarse con anticipación para su promoción y venta de boletos, atraviesan ahora por la incertidumbre que generan los inestables semáforos epidemiológicos, situación que ya les está pegando en los bolsillos a cientos de trabajadores del ramo.

El caso es que para enero están agendados eventos que se autorizaron desde diciembre, cuando el semáforo estaba en amarillo y los aforos autorizados eran del 50 por ciento, para espectáculos en salones de eventos.

Si el semáforo no cambia y permanece en naranja cuando llegue la fecha programada de un evento, será un verdadero problema aplicar el aforo del 30 por ciento que para ese color establece la norma sanitaria, si ya se vendieron los boletos correspondientes para tener más público. ¿Quien les va a decir a los que no puedan entrar que se quedan afuera?

A ver cómo concilian las autoridades sanitarias y del Municipio el complicado asunto, porque es correcto que se haga respetar la disposición sanitaria preventiva, pero también el cumplimiento de los contratos de las empresas que se dedican al giro y deben de planear con anticipación sus corridas financieras para mantener el negocio.

Muchos millones de pesos están en juego en el pago de impuestos, venta de boletos y de esquilmos, así como de sueldos de cientos de trabajadores del ramo que ya no sienten lo duro, sino lo tupido por el canijo virus.

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Como si las broncas generadas por la delincuencia en el estado fueran pocas, algunos elementos de la Fiscalía General del Estado le meten más hueso al caldo con escándalos de cantina y abusos de autoridad, tal como el que ocurrió el domingo por la noche en un antro del periférico de la Juventud y avenida De la Cantera.

Resulta y resalta que en el antro estaba bebiendo un agente del Ministerio Público del Estado acompañado por un policía ministerial, cuando, al calor de las copas, se hicieron de palabras contra un parroquiano de armas tomar, quien no se quedó callado y les dijo hasta de lo que se iban a morir.

Cuando todo mundo pensaba que el pleito no había pasado de las habladas y mentadas, los agentes estatales aparentaron que se retiraban del lugar, pero solo para esperar en la calle a su rival, al que le propinaron una buena golpiza para  luego tratar de privarlo de su libertad.

En eso estaban cuando arribó una patrulla de la Dirección de Seguridad Pública del Municipio, que se llevó detenidos a los tres rijosos, para presentarlos en barandilla en calidad de peleoneros de arrabal.

Las identidades de los tres individuos fueron reservadas por la Policía Municipal, a pesar de que el civil golpeado los acusó de haber intentado levantarlo, por la discusión que tuvieron en el antro.

Aquí es cuando surge la interrogante: ¿por qué tanto celo de los polimunicipales para proteger la identidad de los abusones agentes estatales, si los detuvieron en flagrancia y hasta los quisieron charolear para que los dejaran en libertad?

Si así como actuaron en contra del civil, lo hicieran contra los verdaderos malandros, otro gallo nos cantara.