Después de una semana de rumores, alertas y todo tipo de comentarios especulativos en las redes sociales, en torno al secuestro de autobuses foráneos que transportan migrantes, las autoridades estatales no logran ponerse de acuerdo en torno a estos hechos, y han emitido versiones contradictorias que solo confirman que, en lugar de una efectiva coordinación, impera el caos y la desinformación en materia de prevención y persecución del delito en el estado.
Los mensajes que alertaban a la población de tales secuestros circularon desde la semana pasada, pero fueron negados por la Fiscalía de Chihuahua y la misma Policía Estatal, sin ahondar en el caso, a pesar de que ya se tenía conocimiento de un autobús robado y abandonado en el kilómetro 246, de la carretera Villahumada-Juárez.
Luego, el domingo pasado, estos rumores comenzaron a tomar forma, cuando en las inmediaciones de la carretera Samalayuca-Santa Teresa, fueron localizados los cuerpos sin vida de dos hombres, que se dijo extraoficialmente, que eran los choferes de ese autobús secuestrado.
La Fiscalía General del Estado guardó absoluto hermetismo en todos esos días, hasta que las declaraciones del secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya, el lunes por la tarde, los hicieron reaccionar.
Loya admitió el secuestro de los dos choferes del autobús abandonado en la carretera y dijo que los cuerpos sin vida, localizados en un camino vecinal de la ruta a Santa Teresa, correspondían a ellos.
Dijo también que el autobús transportaba migrantes y que estos fueron rescatados por la Guardia Nacional. Sin embargo, esa versión se contradice con las imágenes de dos videos, que muestran a más de 50 personas caminando en la noche, por los acotamientos de la carretera y por las vías del tren, con niños y pocas pertenencias.
Tras esta declaración, la Fiscalía General del Estado reaccionó y emitió ayer un escueto comunicado, que especifica que el autobús marca Scania, modelo 2011, fue localizado por la Guardia Nacional el pasado 12 de octubre, en el kilómetro 246+200 de la carretera Juárez-Villahumada, con reporte de robo.
Sin embargo, sostienen que hasta ayer no tenían denuncia formal por la presunta desaparición de un grupo de personas, que presumiblemente viajaban en el autobús, ni de los choferes.
En su declaración, Gilberto Loya informa también, que hace días detuvieron a un chofer de transporte foráneo en la ciudad de Chihuahua, acusado de extorsionar a varios migrantes que viajaban en el autobús que conducía.
Los dos hechos hablan de una nueva modalidad de los traficantes de personas, de trasladar grupos de migrantes en autobuses comerciales, con la supuesta complicidad de choferes que, al no cumplir con las órdenes de los criminales, son asesinados, como es el caso.
Ahora falta saber el destino que tuvo ese grupo de más de 50 migrantes que se ven en los videos, de los que ninguna autoridad da cuenta.
Si pasaron por el retén Precos de Salamayuca, forzosamente deben haber quedado registrados, así fueran a pie o en algún otro medio de transporte, porque se trata de seres humanos que tienen derechos y, por lo tanto, las autoridades estatales y federales tienen la obligación de salir de su marasmo e indagar su paradero.
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“Mientras se pescan bagres, alimentarse con juiles”, reza un popular refrán mexicano, que “como anillo al dedo” casca perfectamente con la actual situación que los sufridos fronterizos enfrentan “pariendo chayotes” con el llevado y traído tema del transporte público y privado de la ciudad.
En otras palabras, o te aclimatas o te… aclimatas, porque ahorita nomás hay de dos sopas, y la del transporte de calidad y de eficiencia ya se acabó… o más bien, ni siquiera hay en la alacena.
No cabe duda que en cuestión de infraestructura pública nos toca siempre bailar con la más fea… o con la menos agraciada –que para el caso es lo mismo– teniendo siempre que apechugar con lo que se tiene a la mano para esperar que “alguien” nos haga el milagro de que ese árbol llamado BRT, que creció torcido, pueda algún día enderezar su retorcido y maltratado tronco.
Por ahora nomás sigue de columpio para entretener en el vaivén del “ya merito”, el cada vez menos controlable enojo de usuarios y no usuarios.
Que no se les olvide que “olla que mucho hierve, sabor pierde”, o que, de tanto esperar a que haya para carne, nos salgan con que es vigilia.
“Mientras son peras o son manzanas”, con eso de que se siguen “corrigiendo” errores de infraestructura y funcionamiento del BRT, los directivos del transporte, la movilidad y la obra pública del estado nos siguen dando el mismo mal endulzado atole con el dedo.
Ahora con el anuncio de que no será en septiembre, ni en noviembre, ni en diciembre de 2022… ¡Vaya! Ni siquiera en enero, febrero, marzo… ni para abril o para mayo, sino hasta julio de 2023 cuando los fronterizos –juran, rejuran y recontrajuran– vivamos el milagro de un servicio semimasivo de calidad, eficiencia y en pleno funcionamiento.
“Se me hace muy ojona pa’ paloma”, reza otro popular refrán, dicho sea de paso.
Por el momento el arranque de la fase preoperativa de la pretroncal de Gómez Morín, y de la segunda etapa del BRT-2 con servicio extendido hasta el centro que “a gritos y sombrerazos” y con tramos de la 16 de Septiembre aún cerrados, comenzó forzadamente a funcionar a la media tarde del lunes, no es otra cosa que un nuevo e improvisado “probete” del prometido y largamente pospuesto “hartete” que -esperemos- no resulte al final ser “puro y llano sorbete”.
Sí que a estas alturas a Juárez ya le sale más caro el caldo que las albóndigas.
Por el momento y aunque se les junte el lavado con el planchado, Jáuregui, Valdez, Carrera y Aguirre arrancan nuevas fases de operación con la misma larga cauda de improvisaciones, correcciones, ajustes, reajustes, recontra ajustes y promesas de a gratis, como las que han caracterizado la primera fase del BRT-2.
¿No olerán que ya no está el horno para bollos?
Para julio de 2023, dicen.
O como dijo Mark Twain: “Nunca dejes para mañana lo que puedes dejar para pasado mañana”.
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Ayer, la diputada morenista Leticia Ortega Máynez, le puso el cascabel al gato en la tribuna del Congreso del Estado, al solicitar a la Secretaría de Cultura que les explique, por qué no se contempló el gasto del Festival Internacional Chihuahua de este año, en el presupuesto de egresos, y en cambio, se despilfarran recursos en contratos de publicidad oficial, en condonaciones de pago a empresas privadas por venta de terrenos, y en un proyecto de seguridad opaco.
La juarense exigió a la Secretaría de Cultura que presente un análisis financiero sobre la situación actual del Festival, y que justifique las razones por las que tuvo que ser suspendido.
Ortega dijo que la cultura es un bien de primera necesidad, que durante 17 años trascendió los cambios sexenales, sin interrupciones por falta de presupuesto, como ahora se argumentó.
El informe solicitado a Cultura, que fue aprobado por el pleno, pretende determinar los gastos en eventos y programas culturales, que a lo largo de un año se privilegiaron en dicha dependencia, en lugar de darle prioridad al FICH.
Ya se habla de gastos superfluos en una agenda cultural que no tiene la importancia del festival, que desde el 2004 se realizaba y que había convertido a Chihuahua en anfitrión de espectáculos nacionales e internacionales de primer nivel, con acceso gratuito para todos los chihuahuenses.
Por lo mismo, será interesante conocer el informe detallado que rinda la titular, Rebeca Alejandra Enríquez, quien lamentablemente carece de experiencia en el sector que dirige, pues solo tiene el antecedente de haber sido directora de Cultura durante la administración municipal de Chihuahua, lo cual no le da las credenciales para aquilatar la importancia de un festival del tamaño del FICH.
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Desde las filas de Morena surgió una rupestre campaña que pretende desestabilizar la relación de la activista Clara Torres con la gobernadora Maru Campos, en un tema tan sensible como la atención a los niños en las estancias infantiles.
El operativo amarra-navajas se realizó, haciendo circular en los grupos de WhatsApp de organizaciones no gubernamentales, un gráfico con un mensaje que decía textualmente: “A más de un año del inicio del gobierno del estado de Chihuahua encabezado por la Gobernadora Maru Campos, Las Estancias Infantiles olvidadas, una promesa que abanderó con gran orgullo en su campaña” (sic).
Continúa citando: “A la fecha ninguna Estancia Infantil en todo el estado ha recibido un peso ($$$$$) para poder sobrevivir a las necesidades de los niños. La Gobernadora de Chihuahua Maru Campos, se le han olvidado los niños y su promesa de campaña” (sic).
El gráfico con errores en la redacción, fue ilustrado con la foto de la gobernadora en campaña, los logos de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Bien Común y del Instituto Chihuahuense para el Desarrollo Integral Infantil.
Este último es el que dirige Clara Torres, quien ayer desmintió el contenido del documento digital y aseguró que no tuvo mayor trascendencia, porque las estancias infantiles están trabajando normalmente.
Descartó la panista que se trate de fuego amigo y aseguró que hay voces que quisieran que este proyecto fracasara, como ocurrió en el ámbito federal, cuando se les retiró todo el apoyo a las guarderías del mismo tipo, desde el inicio de la administración federal. Torres aseguró como prueba de que el programa estatal está funcionando, el hecho de que su meta del primer año era entregar 3 mil 500 becas, pero la cifra fue ampliamente superada, y hasta ahora se han otorgado 5, mil 700 para igual número de niños en guarderías, estancias infantiles y escuelas de horario extendido.