Con arcaicas y burdas maniobras de desprestigio, un dirigente del sindicato nacional del Sistema Tecnológico pretende desestabilizar las actividades académicas del Instituto Tecnológico de Juárez, y todo porque las personas que ha recomendado, entre ellos a varios miembros de su familia, no han calificado para obtener una plaza por sus bajos niveles de preparación.
Maestros de la institución confirmaron ayer a Mirone, que detrás de la guerra sucia que el delegado sindical, Pedro González Galván, ha emprendido contra el director del Tec de Juárez, Hermenegildo Lagarda Leyva, se encuentra la mano de Javier Alvarado Zamora, dirigente de la sección 61 del SNTE.
Alvarado Zamora, que anteriormente fue delegado sindical en el Tecnológico de Juárez, pretende colocar en las plazas docentes de la institución a sus recomendados, incluyendo a su parentela, pasando por encima de los derechos de quienes tienen mejores credenciales académicas y han resultado aprobados en las convocatorias de contratación.
A esas intenciones, que imitan prácticas del viciado sindicalismo del pasado, se ha opuesto el director Lagarda Leyva, porque son violatorias de los derechos de quienes cumplieron todos los requisitos para ser contratados, y eso ha sido suficiente para desatar la ira del émulo de la maestra Gordillo.
El antecedente de este conflicto en ciernes, se remonta al mes de abril del año pasado, cuando se lanzó una convocatoria abierta para ocupar 81 plazas en el plantel.
Javier Alvarado pretendía aprovechar la oportunidad para favorecer a sus secuaces, pero el sindicato solamente obtuvo 3 posiciones y el resto de sus incondicionales no calificó, por sus pobres capacidades y méritos académicos.
La mitad de esas plazas, nos dicen, las ganaron personas que están fuera del sindicato y de la institución, porque cumplían con los requisitos de experiencia y niveles de estudio hasta de posgrado.
La comisión dictaminadora docente, que revisó poco más de mil cien solicitudes de ingreso de esa convocatoria, y dio por ganadores a los mejores, también está siendo descalificada por el dirigente sindical, a pesar de que su delegado en Juárez, Pedro González, ya había avalado el proceso.
El dictamen de los que ganaron las plazas de dicha convocatoria fue emitido en agosto del año pasado, y al no ver favorecidos a sus recomendados, por maletas, no por otra razón, Alvarado Zamora, trató de convencer al director del Tec de brincarse los resultados del proceso para colocar a sus cuates, cosa que tampoco logró.
Ahora, que Lagarda está por cumplir los 6 años como director, ejercidos en dos periodos, Javier Alvarado ha emprendido desde México una sucia campaña, utilizando al delegado sindical local para generar escritos que piden que se invalide el proceso de contratación por las supuestas irregularidades, pero que en realidad sólo atienden a sus compromisos e intereses personales.
Hasta lonas con argumentos que mueven a risa, como retrasos de un mes en la entrega de uniformes al personal del Tec, han aparecido en el edificio principal, firmadas por la delegación sindical.
Estas maniobras que pretenden desestabilizar a la institución, han sido rechazadas y condenadas por el personal docente, administrativo y hasta por el alumnado del Tec, porque significa un ataque sindical de los dirigentes en contra de sus propios agremiados. Vil canibalismo, pues.
Como respuesta a esa campaña, que también se ha dispersado en redes sociales, la Dirección del Tec respondió en un comunicado que todos los señalamientos son falsos y tratan de confundir a la opinión pública.
Y ciertamente, ese canibalismo que encabeza Javier Alvarado, utilizando a su títere local Pedro González, enrarece el ambiente de una institución que, a lo largo de 58 años de historia, ha sido sinónimo de prestigio académico en la ciudad y no merece ser instrumento de la grilla barata de malos dirigentes sindicales.
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Finalmente, parece que en el altiplano han escuchado las insistentes quejas por la poca atención que el delegado de Migración ha puesto en el problema de los migrantes, mismos que deambulan por las calles de la ciudad, y la próxima semana estará en esta frontera el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez.
Diputados federales que han estado picando piedra en esta crisis humanitaria, confirmaron a Mirone que será el próximo jueves cuando el funcionario venga a supervisar los resultados del operativo que en la primera semana se enero se desplegó en la frontera para contener el flujo de migrantes hacia los Estados Unidos.
De los 200 agentes de diferentes partes del país que fueron concentrados en esta ciudad para realizar ese trabajo, solo quedan 70, pero ya están pegando también de gritos porque tienen que cumplir con jornadas diarias de 12 horas.
Para el operativo en cuestión, Garduño Yáñez estableció una coordinación con la Patrulla Fronteriza del sector de El Paso, para evitar el cruce de los grupos de venezolanos, cubanos y haitianos que intentaban llegar a los Estados Unidos en demanda de asilo.
Sin embargo, y a pesar de las cuentas alegres que ha hecho la cancillería mexicana, al asegurar que las detenciones de migrantes se redujeron en un 97.5 por ciento en el mes de enero, lo cierto es que todos esos extranjeros desplazados se dispersaron por diferentes colonias de la ciudad y ahora están en todos los cruceros.
Otra evidencia de que ese flujo no fue detenido y continúa cruzando, son los datos de la oficina de Aduanas y Seguridad Fronteriza (CBP) de El Paso, que a través de la Patrulla Fronteriza siguen interceptando grupos numerosos de migrantes.
En la visita programada del comisionado Garduño, los diputados federales y locales de las comisiones de Asuntos Fronterizos, tratarán de abordarlo para que se ponga atención a los migrantes que no están en albergues, sino expuestos a los peligros de las calles y al mal tiempo.
Al primero que van a poner en la cruz, sin duda, por indolente y omiso en este problema, será al delegado del INM, el contralmirante Salvador González Guerrero, a quien le quedó muy grande la responsabilidad del operativo, pero eso sí, se ha mantenido interpretando fielmente el papel del Tío Lolo.
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Prometedoras, es la palabra correcta, son las funciones tecnológicas y capacidades que tiene la subsede de la Plataforma Centinela, que la gobernadora Maru Campos describió en el video compartido ayer a los medios.
En la cápsula informativa, se pueden apreciar parte de las muchas capacidades que tiene la base de inteligencia instalada a poca distancia de Estación Babícora, que ayer fue puesta en servicio, especialmente las de vigilancia vial, reconocimiento facial y vehicular, así como de registró estadístico en tiempo real, entre otras.
De lo que no se habló, y debe ser prioritario en esta ambiciosa estrategia de seguridad pública con tecnología de punta, fue sobre las capacidades operativas y de respuesta inmediata que tendrá la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, porque no solamente deben ver en las pantallas a los delincuentes, sino ir por ellos en caliente para sacarlos de las calles.
Estamos acostumbrados a que después de cualquier ataque, nuestras policías tienen siempre una reacción tardía, pues solo llegan a colocar el listón amarillo en la escena del crimen, a contar casquillos, a levantar cadáveres, y tan tan.
Esperemos que con toda esa vigilancia del “Big Brother” juarense, ahora puedan aplicarse mejor en la persecución de criminales de todo tipo, para que la estrategia sea completa y no solo se observación y monitoreo.
Por lo pronto, lo que se mostró sirve para conocer con un poco más de detalle en qué consiste esta plataforma, obra insignia de esta administración estatal, pero no debe perderse de vista que la tecnología es solo una herramienta más en el combate el crimen organizado y desorganizado.
Aquí se requiere de una estrategia integral, una que paralelamente le entre a los temas del combate a la impunidad, de mejores condiciones para las policías estatales y municipales en términos de salarios, equipamiento y capacitación, así como al del fortalecimiento de las fiscalías de zona, dotándolas de todo lo que requieran para combatir los enormes rezagos que existen en materia de procuración de justicia.
Desde este espacio esperamos ver pronto que la Plataforma Centinela vaya acompañada de una visión amplia que considere todos estos puntos.
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La aduana americana está lanzando una alerta por el incremento de mujeres y jóvenes que están siendo utilizados por el crimen organizado, para cruzar narcóticos a los Estados Unidos.
Prueba de ello son las tres mujeres y un hombre, todos ciudadanos estadounidenses, detenidos por oficiales del CBP en los primeros dos días de enero, cuando intentaban cruzar fentanilo, metanfetaminas y marihuana a El Paso, por los puentes internacionales.
Los hechos confirman, a los oficiales de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que cada vez son más las mujeres y jóvenes que son utilizados como “burros” para el contrabando de drogas en esta región.
En esta ocasión, de las tres mujeres arrestadas, una es de 19 años y transportaba en su vehículo 10 kilos de metanfetamina y 30 de marihuana.
Las otras dos mujeres, de 51 y 31 años de edad, fueron interceptadas en acciones diferentes en los puentes Paso del Norte y de las Américas, en posesión de 2 kilogramos de fentanilo, como peso total.
El cuarto traficante capturado, es un joven de 19 años, que intentó cruzar a pie por el Puente Libre llevando escondido en su pantalón, un globo con medio kilo de fentanilo.
Estos decomisos realizados en dos días, significan un repunte importante en los intentos de contrabando de narcóticos, en el inicio de una temporada que mantiene alertas, pero no distraídas, a las agencias federales de la frontera por la crisis migrante.