No cabe duda, al gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, le llegó la lumbre a los aparejos a escasos 76 días de entregar la administración estatal a la próxima gobernadora María Eugenia Campos Galván. Ayer, en lo que pareció un acto desesperado, el mandatario estatal subió el siguiente mensaje a su red social de Facebook:

“Créanme que no me puede tanto la ofensa pública en mi contra, de varias personas a las que brindamos la oportunidad de colaborar en nuestro Gobierno; tengo la conciencia tranquila sobre mis lealtades esenciales.

Lo que en realidad me puede más es ver tanta indignidad contra sí mismos; siento pena ajena de ver cómo se reciclan las lealtades, y todo lo que tienen que hacer para granjearse una nueva oportunidad o para conservar un trabajo al que tendrían derecho por su propio esfuerzo. Qué época tan frágil la que ahora estamos viviendo en el concepto esencial de la dignidad”.

El mensaje del góber ocurre un día después de que, en Ciudad Juárez, el dirigente local del Partido Acción Nacional (PAN), Joob Quintin Flores Silva, amagara con sancionar a un grupo de militantes panistas que no apoyaron la campaña de ese partido durante el proceso electoral, en el que Corral Jurado y su hermana Leticia encabezaban la lista.

Mirone dio cuenta, en su columna pasada, de esos panistas que están en la cuerda floja.

Cada día que pasa el gobernador se hunde más en su barco “fantasma”, que de a poco se va quedando sin tripulantes y sin el apoyo de la mayoría de sus colaboradores.

Al mandatario no le queda más que reprochar la supuesta ingratitud de quienes, él cree, le deben agradecimiento, porque no valoran el gesto y el detallazo que tuvo el góber por aceptarlos dentro de su gobierno.

Que Corral haya sacado de lo más profundo de su ser la “pena ajena” que siente por la falta de lealtad a su persona, significa que para esta hora debe contar por decenas a los colaboradores del actual gobierno que ya le dieron la espalda, con el clásico portazo de nariz incluido.

Y mientras resuenan los gemidos y lamentos de Corral a lo largo y ancho del estado, el góber nomás no puede salir del sótano en los índices de aprobación ciudadana de los gobernadores del país. En el más reciente ranking publicado por “México Elige” Corral aparece en el último lugar nacional de aprobación. Ya lleva varios meses en esa posición y terminará hundido como el peor gobernador de todo México. Así cómo quiere que le juren lealtades.

El mandatario estatal tiene una aprobación del 25.5 por ciento, mientras que el penúltimo puesto es de Cuauhtémoc Blanco, el analfabeto gobernador de Morelos, que tiene un 30.3 por ciento.

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El dirigente del PAN, Joob Quintín Flores, se aceleró cuando dijo a un grupo de reporteros que el Comité Municipal a su cargo discutiría, en su sesión del martes pasado, el tema de la expulsión de “los traicioneros” del blanquiazul. Al final de la sesión nunca ocurrió lo prometido.

El martes por la mañana, en la conferencia de prensa que encabezó Quintín Flores, la diputada electa Daniela Álvarez sacó a colación el tema de la expulsión del gobernador Javier Corral Jurado, y en el momento, al dirigente partidista no le quedó otra que decir que ese mismo día sesionaría el Comité Municipal para analizar el tema.

Las fuentes mironianas nos informan que cuando agotaron la orden del día y llegaron a los asuntos generales, el tema de la expulsión de los traicioneros se puso sobre la mesa, pero fue rechazado con el único argumento de que se vería en otra ocasión. No hubo más explicación del presidente del Comité Municipal, excepto que hubo una confusión en la conferencia de prensa. Negó también que él haya realizado o filtrado a los medios la supuesta lista de “traicionaros”.

En su entrega de ayer, Mirone anotó que el trámite de expulsión de un militante de Acción Nacional no es tan sencillo. Aunque el Comité Municipal o el estatal pueden recibir la petición, será el Comité Ejecutivo Nacional el que decida si expulsa a alguno de sus miembros por haber incurrido en alguna falta grave, como lo es la “traición” a la institución política. Entonces, no es competencia del Comité Municipal expulsar a ninguno de sus miembros.

Seguramente Joob Quintín le dará vueltas al asunto y se tardará para integrar el expediente de los 15 panistas a los que calificaron de “traicioneros”. El tema de la expulsión ya dividió opiniones al interior del PAN, en donde hay quienes opinan que no es necesaria la cacería de brujas y donde hay otros que quieren quemar en leña verde a todos los que estuvieron en contra de la ahora gobernadora electa Maru Campos, empezando por Javier Corral Jurado.

Los que están en contra de la persecución opinan que el gobernador Corral sólo está esperando que lo expulsen del partido para dar su “espectáculo”, fiel a su estilo bravucón y de ofensiva constante contra aquellos que considera sus enemigos. Hay personajes como Rocío Reza, presidenta del Comité Estatal, que opinan que un acto de expulsión afectaría la imagen del partido.

Por su parte, los que creen que Corral debe estar fuera del PAN, consideran que desplegó una campaña de odio contra los candidatos de la alianza Va por México y de ataque sistemático en contra de Maru Campos, una campaña incluso mayor que la de la persecución en contra del exgobernador César Duarte Jáquez. Por eso creen que debe haber consecuencias.

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En la sesión del Comité Municipal del PAN del martes pasado, uno de los integrantes le preguntó a bocajarro a Joob Quintín, si se iba a autonombrar como coordinador del grupo edilicio del PAN del Ayuntamiento para la próxima administración que encabezará Cruz Pérez Cuéllar, y si continuaría como presidente del partido. Las fuentes de Mirone aseguran que el líder partidista contestó que sí. Quintín argumentó que nada se lo impedía.

El Comité Municipal lo integran algunos corralistas como Enrique Torres, Martha Adriana Durán y María Valadez, y después de que trascendió que sus nombres aparecían en la lista de los “traidores” que serían expulsados del partido, andaban como alacranes rociados con veneno, en busca de la venganza contra Quintín Flores.

Muchos panistas no ven bien el empeño de Joob, que busca mantenerse en la presidencia del partido para autoimponerse como coordinador de regidores del PAN. Unos opinan que el empecinamiento de Quintín es para negociar y dejar el partido en manos de uno de sus incondicionales, y que éste, a su vez, lo designe coordinador de la bancada edilicia de Acción Nacional en el Ayuntamiento.

Y mientras son peras o son manzanas, algunos como Sergio Acosta, Luis Carlos Casiano Corral –sobrino del gobernador Javier Corral–, José Márquez, David Rodríguez y la diputada electa Marisela Terrazas, ya levantaron la mano para dirigir al partido, eso si el testarudo Joob Quintín se los permite.

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El Comité Ejecutivo Nacional del PAN convocará a las y los diputados federales electos de Chihuahua a cursos de capacitación nacional de lo que será el quehacer y de la agenda legislativa pendiente en la Cámara de Diputados. Las reuniones de trabajo serán en la Ciudad de México y una está programada exclusivamente para diputadas y la otra para todo el grupo parlamentario. De los nueve distritos federales con cabecera en Chihuahua, seis fueron ganados por el PAN y tres por Morena.

Posteriormente, el 6 de julio los diputados federales electos serán llamados a otro curso de capacitación en la ciudad de Chihuahua, el cual es convocado por el actual diputado Jorge Romero Herrera. Los cursos van enfocados a transmitir información relacionada con la función y el proceso legislativo, las obligaciones de los diputados federales y el marco jurídico del Congreso, entre otros temas.

Los futuros legisladores federales están ansiosos y se muerden las uñas en espera de la convocatoria para integrar la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, y por recibir la ficha correspondiente y la credencial de identificación que los acredite como flamantes diputados que les permita el acceso al salón de sesiones del palacio legislativo de San Lázaro.

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En su pódium mañanero, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que ya tiene listos los tamalitos de chipilín, el pucho de frijol con puerco, los tostones rellenos y el agua fresca de matalí para recibir a los 11 gobernadores electos de Morena que ganaron las elecciones el pasado 6 de junio.

López Obrador comentó que ofrecerá una comida a los gobernadores electos David Monreal de Zacatecas, Lorena Cuéllar de Tlaxcala, Víctor Orozco de Baja California Sur, Marina del Pilar Ávila de Baja California, Layda Sansores de Campeche, Indira Vizcaíno Silva de Colima, Evelyn Salgado Pineda de Guerrero, Alfredo Bedolla de Michoacán, Miguel Ángel Navarro de Nayarit, Rubén Rocha de Sinaloa y Alfonso Durazo de Sonora.

Los gobernadores electos de Nuevo León, Samuel García y Mauricio Kuri González, de Querétaro, ya pidieron también audiencia con el presidente de la República, dijo López Obrador. Respecto a la gobernadora electa de Chihuahua, Maru Campos, seguramente también solicitará audiencia con el titular del Ejecutivo federal, una vez que regrese de vacaciones este próximo fin de semana.