Violando descaradamente las disposiciones legales, activistas de Morena están realizando encuestas casa por casa, preguntándole a la gente su intención de voto en la revocación de mandato y pidiendo, además, nombre, dirección y credencial de elector.

Con el cuento de que se trata de hacer un balance previo a la jornada electoral, para saber si la gente de Juárez quiere que el presidente de la República se quede o se vaya, los promotores morenistas se soltaron el chongo y, sin cuidar las formas, se inventaron su encuesta de salida. Faltaba más, faltaba menos.

En una casa del fraccionamiento Partido Romero, uno de los silvestres encuestadores se topó con una ama de casa que lo increpó y hasta grabó sus absurdas respuestas, que van de lo risible a lo prosaico.

“¿Para qué es la encuesta?”, le pregunta la dama en la puerta de su vivienda.

“Para saber si quiere que se quede el presidente. La gente está molesta con el señor presidente porque algunos están inconformes con él y otros están diciendo que se vaya y la gente que está pensionada dice que se quede y los que no están pensionados dicen que se vaya”. (sic)

“Pero la decisión del voto es secreta”, le interrumpe la señora.

“Sí, aquí únicamente va a ser con el presidente, no va a ser con otros candidatos. Es nada más para presidente, si la gente quiere que se quede o que se vaya”. (sic)

“¿Por qué ustedes los de Morena andan buscando saber cuántos van a decir que sí o que no? Deben dejar que la gente lo haga libremente”.

“Sí, por eso, pero al hacer esto es para tener un balance más o menos de cuánta gente de Ciudad Juárez está de acuerdo en que se quede o que se vaya, y ya en la votación, ustedes van a decidir. Esa es la idea”. (sic)

“Pues no le entiendo a Morena su idea. Para qué quieren saber eso, entonces no están respetando el derecho de las personas”, le dice la señora.

“No le están faltando al respeto de ninguna manera. Como le dije, es nada más para saber si la gente lo apoya o no lo apoya. Le pedimos nada más su nombre, su dirección y su credencial de elector”, contesta el ignorante morenista.

“Pues no le voy a dar nada de eso”, le responde la dama y le cierra la puerta.

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A todas luces, se ve una intención de promover resultados favorables a la 4T en el referéndum, por eso el encuestador mencionó cómo piensan votar los pensionados que reciben apoyos económicos del Gobierno federal a través de la Secretaría del Bienestar.

Lo anterior no se explica, a menos que los jerarcas y operadores de Morena en la entidad estén previendo que ni de chiste alcanzarán la votación de los 400 mil chihuahuenses que han pronosticado, y se les haya ocurrido esta encuesta para tener el pretexto de pedir los generales de los ciudadanos que están indecisos, y hasta su credencial de elector, para hacer algún chanchullo.

Ante esta descarada intención de manipular resultados, detectando los sectores donde se encuentran los simpatizantes y no simpatizantes de AMLO, la autoridad electoral tendrá que intervenir, porque, además, todo indica que los promotores de la encuesta están en la nómina del Bienestar. De resultar empleados del Gobierno, aunque sean temporales, hay bronca en el ejido.

Si el INE ya sancionó a los legisladores de Morena, Magdalena Rentería Pérez y Benjamín Carrera Chávez, por sus publicaciones de apoyo a AMLO en pleno proceso de revocación de mandato, qué les impide detener la encuesta.

Ahora que los morenistas se pusieron tan legalistas y le exigieron a la autoridad electoral que sancione al Gobierno municipal de Chihuahua, por haber apoyado supuestamente el evento Sí Por México, de Claudio X. González, que se realizó el miércoles en la Plaza de Armas de la ciudad capital, es la oportunidad de la autoridad electoral para pedirles también cuentas por la encuesta, a todas luces ilegal.

De no hacerlo, estarán permitiendo que el referéndum, de por sí, muy cuestionado por su origen y los fines que persigue, se ensucie antes de la votación.

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Llama la atención que en el reporte de 993 migrantes interceptados por la Patrulla Fronteriza en los últimos 10 días en el sector de El Paso, Texas, no hayan registrado a ningún mexicano.

Ciudadanos del Perú, Haití, Cuba, Honduras, El Salvador, Guatemala y hasta de Turquía, fueron detenidos en cuatro grupos, el más grande de 430 personas, pero ningún compatriota de suelo azteca.

El hecho revela, que las caravanas de migrantes de Centro y Sudamérica siguen llegando y cruzando por esta frontera, y contradice las declaraciones que las autoridades migratorias mexicanas han hecho, en el sentido de que los flujos de personas desplazadas del sur del continente en grupos numerosos se habían detenido.

El informe de la Patrulla Fronteriza, evidencia también que estos grupos cruzaron por la zona urbana, no por el desierto ni por el Valle de Juárez, donde son víctimas de asaltos, violaciones y hasta la muerte por parte de pandillas del crimen organizado.

Todos ellos fueron deportados por esta frontera y falta saber las condiciones en que se encuentran, para sobrevivir en un clima extremo, sin dinero, en una tierra extraña y acosados por los traficantes de personas, que sin duda les pusieron marcación personal y les echaron el ojo en cuanto los deportaron, ante la ausencia de control de las autoridades migratorias mexicanas.