El jueves, diputados del Congreso local aprobaron por unanimidad una iniciativa para pedir que el Gobierno federal envíe más pruebas para detectar coronavirus en el estado de Chihuahua.
La petición -propuesta por la priista Marisela Sáenz Moriel- se fundamenta en el hecho de que actualmente los contagios y los fallecimientos se han multiplicado en Ciudad Juárez y Chihuahua.
En su exposición de motivos la legisladora juarense también hizo referencia a la saturación de los hospitales públicos y privados tanto en la frontera como en la capital.
En contraste al planteamiento que se aprobó por unanimidad, en el Gobierno estatal se ha dejado en segundo término el tema de la aplicación de más pruebas.
Un anuncio del gobernador Javier Corral del 14 de octubre, para instalar en esta frontera un laboratorio que permita procesar con mayor rapidez los reactivos, se dejó de lado desde hace tres semanas.
Corral no volvió a hablar del tema en ninguna de las múltiples apariciones que hace a través de las redes sociales oficiales.
En la conferencia de prensa del jueves Norte Digital preguntó cuánto esta gastando el Gobierno en subcontratar laboratorios privados para la aplicación de pruebas. No hubo respuesta.
Sin embargo, analizando la propia información que el Gobierno ha difundido, se estima que de las poco más de 98 mil 800 pruebas realizadas hasta el día de hoy, más del 50 por ciento se procesaron en laboratorios particulares.
En la lista de centros de diagnóstico privados están la Clínica Médica Internacional, que ha realizado poco más de 32 mil pruebas; el laboratorio Ángeles, con más de 300, e Imagen Diagnóstica, con más de 10 mil, por mencionar solo algunas.
Urge la resolución para instalar el laboratorio
En la iniciativa con carácter de punto de acuerdo de urgente resolución presentada en la sesión del Congreso local, Marisela Sáenz Moriel planteó la necesidad de implementar una estrategia de detección, protección y resguardo de casos positivos de Covid-19 por colonias.
El objetivo sería brindar apoyo médico a través de la instalación de puestos o módulos de salud donde se otorgue orientación médica y se realice la toma de pruebas para detectar el coronavirus.
La petición -dijo Sáenz- está justificada por la decisión de la autoridad sanitaria de volver al semáforo rojo desde el pasado 23 de octubre, debido al incremento exponencial en contagios y decesos.
“Es de vital importancia preservar la salud de los chihuahuenses y tratar de contener los contagios para disminuir la saturación que tienen ahora los hospitales públicos y privados”.
“Asimismo, que se comiencen a aplicar pruebas rápidas de antígeno en las colonias prioritarias con altos índices de personas contagiadas de Covid”, explicó.
El razonamiento de Sáenz es simple: si no se hacen más pruebas el virus se propaga más. Porque al no tener un resultado positivo de Covid-19, la simple presunción o conclusión de creer que no se ha contraído, o el hecho de que el Covid 19 en ocasiones es asintomático, acarrea un mayor número de contagios.
“Realizo un llamado por medio del presente para que se envíen apoyos de forma urgente y sin escatimar recursos. Es un acto de humanidad. El sinnúmero de contagiados y de fallecidos que tenemos en este estado es de gravedad”.
“No queremos más muertes, no queremos más contagiados como consecuencia de estar esperando recibir atención médica afuera de un hospital o en su casa, derivado de la falta de una cama de hospital”, insistió.
Indolencia desde el inicio
La indolencia del Gobierno estatal para la adquisición de pruebas salió a relucir desde los primeros días de la pandemia.
El 17 de marzo de 2020, cuando se confirmó el primer caso de contagio positivo aquí, el director de Epidemiología de la Secretaría de Salud Gumaro Barrios, informó que solo había 40 pruebas disponibles.
Siete meses después Barrios se ha resistido a responder el cuestionamiento de por qué no acelerar la instalación del laboratorio en Juárez.
En esa misma línea se manifestó su jefe, el director médico zona norte Arturo Valenzuela, quien declaró a los medios que instalar un laboratorio aquí no era una prioridad en este momento.
Especialistas consultados advierten que la poca aplicación de pruebas provoca que existan más casos positivos de contagio que no están siendo detectados ni atendidos.
Pero lo más grave es que el hecho de no tener un laboratorio en Juárez obliga a que las pruebas se envíen a Chihuahua o que se tenga que pagar a un laboratorio privado para realizarlas.
En la primera opción el resultado se retrasa hasta una semana, y en la segunda se provoca un exceso de gasto en momentos que el presupuesto público debería orientarse a lo más importante, refieren.
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