El cruce diario de cientos de migrantes a El Paso, Texas, por esta frontera, no sólo ocasiona daños al suelo del río Bravo, su flora y su fauna, sino que las personas que atraviesan también afectan su propia salud, ya que las aguas ya traen una serie de contaminantes, consideró Raymundo Aguilar, miembros del colectivo Sierra Madre.
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