El ser humano dentro de las 24 horas del día realiza diferentes actividades: socializa, trabaja, estudia, se divierte, etcétera, pero también requiere dormir lo suficiente que permita a su organismo reponerse, y descansar.
Lo cotidiano nos ha limitado a no tener un descanso reparador adecuado, pero así como comenzó a dificultarse nuestro sueño, también podemos establecer hábitos que nos favorezcan para dormir satisfactoriamente.
El aumento de personas que están atravesando un trastorno asociado con el sueño está siendo considerable en los últimos años, comúnmente el insomnio es el que domina en las estadísticas y tiene múltiples causas como situaciones emocionales (ansiedad, tristezas, miedos) o situaciones medicas, que influya un síntoma físico que no permitan conciliar el sueño, algún dolor o malestar. Pero también influye la cuestión de hábitos personales y mejorándolos pueden ayudar notablemente.
Las prácticas que ayuden al cuidado del sueño, realizándolas rutinaria y adecuadamente en conjunto, lo conocemos como Higiene del sueño, la cual es importante para niños y adolescentes, ya que la actividad diaria se ve beneficiada si el sueño es de calidad, permitiéndonos: estar alerta, mejorar la atención en clases, tener más facilidad de concentración, reducir enfermedades, mantener el peso adecuado, aumentar la creatividad y energía, tener buen humor, reducir el estrés, ayudar al sistema inmune, aumentar la melatonina, entre otros aspectos de salud.
Qué podemos hacer para lograr una adecuada higiene del sueño y tener un mejor estilo de vida, tanto adultos como pequeños:
-Revisar si existe una condición médica o emocional que nos permita descansar adecuadamente.
-Establecer un horario en la medida de lo posible fijo.
-Evitar el uso de electrónicos al menos 1 hora antes de dormir.
-A muchas personas les funciona un baño con agua tibia.
-Evitar comer al menos 2 horas antes de ir a la cama, sobre todo alimentos que tengan cafeína, carbohidratos, estimulantes o diuréticos.
-Preparar el espacio para dormir, que la cama sea cómoda, quizás se requiera un antifaz, tapones para los oídos, pijama adecuada, reducir ruidos, o cualquier distractor. En menores es ideal no tener el televisor o algún dispositivo electrónico en la recamara.
-Regular la luz.
-No exceder de 45 minutos si se toma siesta.
-Mantener la habitación con temperatura adecuada.
-Procurar irse a dormir, relajado, evitar estar molesto o exaltación de alguna emoción.
-Con los pequeños es muy importante reforzar estos aspectos, haciendo énfasis en su ritual como ponerse su ropa de dormir, aseo bucal, evitar jugar antes de irse a la cama, evitar enviarlos regañados y si como padres de familia los acompañamos y somos quienes apagamos la luz de su habitación, será sin duda un beneficio para toda la familia.
Psicoterapeuta Adolescentes y Adultos
Tel. (656) 176-6321


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