Durante más de una década, alrededor de tres mil personas vivieron en Loma Blanca como si se tratara de un pueblo fantasma. La invisibilidad jurídica de este asentamiento, ubicado en el Ejido San Isidro, impedía a sus habitantes acceder a servicios básicos de calidad y garantizar la seguridad de su patrimonio.
La Comisión de Desarrollo Urbano del Cabildo aprobó el cambio de uso de suelo de 14 parcelas de esta comunidad, lo que permitirá modificar el Plan Director de Desarrollo Urbano Sostenible y abrir la puerta a la regularización de 337 familias. Sin embargo, el dictamen aún debe pasar por la aprobación del pleno del Ayuntamiento para que el acuerdo quede firme.

El regidor Alejandro Acosta Aviña, coordinador de la Comisión, explicó que la ocupación de las tierras se dio de manera irregular, lo que mantuvo por años en un limbo jurídico el patrimonio de cientos de familias. Fue hasta la puesta en marcha de un programa federal de regularización, sumado al consentimiento del propietario legal de las parcelas, Gabino Solís González, que se pudo avanzar en el proceso de legalización.
De ser aprobado en Cabildo, los posesionarios podrán celebrar contratos, firmar escrituras, vender, heredar y pagar el impuesto predial, con el respaldo de un marco legal. Además, podrán acceder a créditos gubernamentales y a infraestructura de mayor calidad.
El cambio de uso de suelo también permitirá el desarrollo de hasta 60 viviendas por hectárea en terrenos que, aunque ya estaban ocupados desde hace más de diez años, no contaban con reconocimiento formal en el Plan Director.
La falta de certeza jurídica les había pasado factura a los habitantes: calles sin pavimentar, alumbrado escaso y servicios públicos limitados a lo básico. Con la regularización, las autoridades municipales planean construir la calle principal para facilitar el acceso del transporte público y mejorar la recolección de basura, además de otros servicios.
El Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) emitió un dictamen favorable para la protocolización del cambio de uso de suelo, con lo que se da un paso más hacia la integración de Loma Blanca a la ciudad, aunque el proceso todavía no está concluido.
El asentamiento se extiende sobre 200 mil metros cuadrados, al oriente de la intersección entre la carretera Juárez–El Porvenir y el bulevar Independencia, cerca de la última etapa de Riberas del Bravo.
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