Al cierre de septiembre, la inflación se ubicó en los 4.45 por ciento, la cifra más baja desde antes del inicio de la pandemia provocada por la propagación del Covid 19 y por las crisis internacionales que se desataron posteriormente, como la crisis de los semiconductores y la guerra entre Ucrania y Rusia.
Según el informe mensual del Inegi sobre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (IPC), en septiembre de 2023 se registró un incremento de 0.44 por ciento respecto al mes anterior.
No obstante a ese repunte, la inflación general anual se ubicó en 4.45 por ciento, casi la mitad de la registrada a estas alturas del año pasado, cuando era del 8.70 por ciento.
De acuerdo con ese reporte, los productos de la canasta básica que más subieron de precio son algunos de los que más consumen las familias mexicanas para la preparación de sus bebidas y platillos.
Así, el tomate o jitomate tuvo un aumento del 10.28 en su precio al público; el huevo, de un 5.43 por ciento y el azúcar, un 5.71 por ciento.
Sin embargo, los productos que más “subieron” son el limón, con un 33.79 por ciento y la zanahoria, con un 25.17 por ciento.
Es decir, que con el aumento al azúcar y al limón, la limonada, una de las bebidas más populares del país, incrementó considerablemente su costo de producción.
En tanto, los servicios escolares también sufrieron un incremento considerable: la colegiatura de nivel primaria subió un 6.07 por ciento y la Universidad, 1.75 por ciento.
Incluso los antojos se volvieron más caros, pues los precios en loncherías, fondas, torterías y taquerías registraron un leve 0.37 por ciento de incremento.
En cambio, otros alimentos que son ampliamente demandados por los hogares mexicanos bajaron considerablemente de precio, según el INPC del Inegi.
La naranja, un 10.86 más barata; el aguacate, un 8.59; la manzana, 3.64 por ciento, el chile serrano, 6.87 y el chayote, un 27.48 por ciento.
También el tomate verde o tomatillo, el plátano, las papas y el pollo bajaron de precio.
El INPC es un informe que genera el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) cada mes, con el objetivo de medir la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos y adquiridos por un consumidor urbano promedio.
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