Han pasado 4 años desde que América Tibizay Rivera, dejó su natal Caracas, de la República Bolivariana de Venezuela, en busca de un sueño, cruzar a los Estados Unidos.
En un pequeño establecimiento localizado en la calle Manuel Bernal, en el centro de la ciudad, espacio que antes ocupaba “El Sasón de Doña Panchis” (sic), hoy Tibizay cocina los sabores de su natal Venezuela.
Es una forma honesta de ganar algunos pesos que se convertirán en dólares, para no llegar con las manos vacías a la Florida, Estados Unidos, donde la espera su sobrino Julio, afirmó la mujer de 50 años de edad.
Hace cuatro años América Rivera partió de su tierra, como muchos de sus paisanos, con el propósito de llegar a los Estados Unidos para conseguir un trabajo que le permitiría ayudar a los suyos, a los que se quedaron atrás, en su ciudad de origen, en Caracas.
Era el 2019, cuando sus pasos comenzaron a andar al norte, sin imaginar que en diciembre de ese mismo año, el mundo se vería sacudido por la mayor pandemia registrada en 100 años, la generada por el Coronavirus Covid-19.
Después de trabajar algún tiempo en Colombia, Tibizay siguió su paso por Centroamérica, para finalmente llegar a México. De esos días poco es lo que cuenta, solo refiere que a Ciudad Juárez llegó el 21 de enero.
“Empecé a buscar trabajo porque estoy esperando lo de la aplicación, que estados Unidos nos dé la oportunidad de entrar que es mi meta”, comentó.
Por aplicación América se refiere a “CBP One”, implementada por el Gobierno estadounidense para permitir a personas sin los documentos correspondientes ingresar a Estados Unidos, y que desean viajar a ese país vía terrestre, la cual comenzó a utilizarse desde el 12 de enero del presente año.
Según se explica en la página oficial de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), “el uso de CBP One agilizará la experiencia en el Puerto de Entrada, puede reducir los tiempos de espera, y permite un proceso seguro y ordenado para los Puertos de Entrada y todos los viajeros”.
Sin embargo, las fallas en esa herramienta, la desesperación en muchos de los extranjeros que intentan cruzar, ha sido latente y ha detonado ya, producto de la desinformación, situaciones masivas que han puesto en jaque a las autoridades de ambos lados de la frontera.
Así ocurrió el pasado 12 de marzo, cuando cientos de migrantes irrumpieron en el puente Paso del Norte, con la intención cruzar a Estados Unidos, tras el rumor de que les abrirían las puertas para darles asilo político.
“Muchos paisanos se desesperan, pero hay que mentalizarse, todo llegará a su tiempo”, señaló Rivera, luego de que aquel día ‘alguien’ –no sabe quién–, convocó a los migrantes al puente afirmando que les abrirían el acceso, “pero es pura mentira, es mejor esperar su proceso legal”, reiteró.
Trabajar mientras se espera
Aunque la manera en la que los migrantes de su país arriban a esta ciudad fronteriza es diversa, para América queda claro que la mejor manera de conseguir recursos, cuando no se cuenta con el apoyo de los familiares que habiten en los Estados Unidos, es trabajar.
Señaló que si bien a muchos de sus paisanos los están apoyando la familia, otros están en calles o refugios, lo ideal es que si se requieren recursos se opte por trabajar y no por pedir dinero en los cruceros.
Fue así como ella llegó al pequeño establecimiento de comida, donde junto con una compatriota pidió trabajo al dueño del comedor, que en ese momento se encontraba sin estar funcionando.
Desde finales de febrero, América comparte la sazón de Venezuela y sus platillos tradicionales como lo son las arepas, que durante la mañana de este jueves son degustadas por sus comensales en el pequeño establecimiento de apenas unos cuantos metros.
Mientras cocina, Rivera menciona que su objetivo es llegar con su sobrino Julio en Florida, ya que es su único familiar en EU con el cual ya ha establecido contacto, aunque también tiene otros dos sobrinos en el Canadá.
Agradecida con México y especialmente con la gente de Ciudad Juárez, Tibizay, espera pronto tener la suerte de que la aplicación le llame para continuar su proceso de para ir al vecino país.
Aseguró que por eso trabaja sin desesperarse y que, con paciencia, confía que ingresará de manera legal, aunque también reconoce que existe cierta inquietud entre los migrantes que no logren obtener su acceso, toda vez que concluya el programa CBP One.
“Si cierran el programa, muchos van a querer cruzar ilegalmente, esperamos que Estados Unidos tome conciencia de eso”, apuntó.
Entre tanto, América no pierde la fe, con paciencia espera su turno para lograr entrar a la aplicación, porque asegura que muchos de sus connacionales, ya lograron ingresar.
“A mí no me ha tocado la suerte de entrar, o no sé que pasa con la aplicación que se me devuelve pa’trás, pero la aplicación sí es real, hoy se van a ir muchos paisanos que la agarraron y estamos a la expectativa pues de que agarre”, puntualizó.
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