Han pasado más de 3 mil 800 días desde que los Bravos del FC Juárez hicieron su debut profesional, un lejano 29 de mayo de 2015, en contra de los Lobos BUAP, hasta la noche de este miércoles, en los que el conjunto juarense, en el mismo escenario que hace 10 años, recibió a los Diablos Rojos del Toluca para enfrentar el primer partido de liguilla en su historia.





Como ocurrió en pocas ocasiones durante el año, las gradas del Estadio Olímpico Benito Juárez volvieron a llenarse de vida, teñidas en su mayoría de color verde, aunque destacaba el color negro de las chamarras, así como un numeroso grupo de aficionados del Toluca, que llega como reinante campeón del futbol mexicano, y que pintaron de roja una parte de la cabecera norte.
Las banderas, el júbilo y la emoción juarense se transmitió en los primeros minutos del encuentro, los Bravos salieron al abordaje y su ofensiva comenzó a causar estragos rápidamente en la saga del Toluca.
A los tres minutos de partido, un cabezazo de Jesús Murillo ilusionó a la afición juarense, que aunque todavía no se acomodaba en su asiento, ya cantaba la primera anotación del conjunto fronterizo.





Con ataques quirúrgicos y un extraordinario orden defensivo, los Bravos comenzaron a tener el control del partido durante el primer tiempo. Incluso, a lo largo de la primera mitad, Ricardinho tuvo en sus piernas la oportunidad más clara para poner el segundo gol en el marcador, pero su disparó terminó en las gradas de la cabecera.
Ante un cuadro mexiquense confundido, que no hallaba la forma de descifrar el acertijo defensivo planteado por el profesor Martin Varini, los equipos se fueron al medio tiempo con los Bravos arriba en el marcador.
En el ambiente, se sentía que se había conseguido algo histórico, en los rostros de los jugadores y el público, el sentimiento que predominaba era el de calma y esperanza por lograr trascender, sin embargo, aún faltaba terminar el partido.
Se cae la muralla juarense
Conforme inició la segunda mitad, el estratega de los Diablos, el experimentado Antonio “turco” Mohamed movió sus piezas en el campo, que se empezaron a notar en los primeros minutos del reinicio del juego.
Un tiro de esquina en el minuto 56 de partido, en el que hubo más de dos remates de cabeza en el área de Juárez, fue letal para la portería defendida por el guardameta de Bravos, Sebastián Jurado, y gracias a un remate del ex Bravo, hoy defensor de Toluca, Antonio Briseño, puso el empate en los cartones.





Después, con la entrada del brasileño Helinho, la balanza se inclinó totalmente de lado de los visitantes, quienes atacaban con mayor frecuencia el arco de Jurado, mientras que la ofensiva juarense perdía poco a poco el control del balón.
Cerca de 10 minutos después de la primera anotación, la estrella del Toluca, Paulinho, se hizo presente en el marcador y con un remate de pierna derecha, hizo celebrar a los aficionados visitantes que llegaron desde el Estado de México.
A lo largo del encuentro, los jugadores de Bravos trataron de volver a hacerse presentes en el marcador, pero todo fue en vano.
Pizarro tomaba el balón en media cancha y, encarando a sus rivales, intentaba sacar magia de sus botines, aunque el parado defensivo de los visitantes detuvo todos sus ataques, mismo caso de José Luis “Puma” Rodríguez, así como Raymundo Fulgencio, que fueron limitados en su accionar ofensivo por las bandas.
En los últimos minutos, Dieter Villalpando y el juarense, formado en casa, Leonardo Rodríguez, ingresaron al campo en busca de dar ese toque que faltaba para buscar el empate, pero había sido demasiado tarde, la derrota estaba consumada.





En punto de las 8 de la noche, el árbitro central del partido, Maximiliano Quintero Hernández, levantó sus manos al cielo y confirmó de manera formal, la derrota del equipo juarense.
Entre abrazos, los Diablos se fueron del estadio con la victoria en su favor, mientras que, director técnico y el capitán de los Bravos, reclamaban al árbitro algunas marcaciones a lo largo del partido.
Para el equipo fronterizo, no habrá tiempo para asimilar sus equivocaciones de este partido, ya que tendrán que prepararse para continuar con la segunda parte de la serie de liguilla.
Este sábado, en punto de las 6 de la tarde (hora local), los Bravos viajarán a Toluca, específicamente, al Estadio Nemesio Diez en búsqueda de un milagro; derrotar por una diferencia de dos goles a los vigentes campeones del futbol mexicano, para así ganarse el derecho de jugar en las semifinales del Apertura 2025.
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