Antonio, entonces estudiante universitario, comenzó a trabajar por las mañanas para costearse sus estudios en una empresa de limpieza que da servicio a la industria maquiladora.
Durante los primeros dos meses todo iba perfecto…su jefa era una mujer, pero al cambio de supervisor de la compañía su nuevo jefe, con preferencia sexual por los hombres, comenzó a hostigarlo.
El testimonio narró que sus obligaciones se duplicaron desde la llegada de Alberto, pues ahora había que limpiar más áreas en la maquila que las que habitualmente se le asignaban, “me comenzó a dar café cargado”, comentó Antonio.
La presión laboral la aguantó solo una semana, el joven estudiante defendió su derecho a ser tratado como el resto de los empleados. Alberto, mientras le apretaba la mano con una suave e insinuante caricia, le dijo que si quería trabajar menos lo podría hacer.
“No aguanté que esas insinuaciones vinieran de un hombre, y decidí renunciar”, dijo el ahora profesionista…. “me arrepiento de no haberlo denunciado”, agregó.
Este tipo de acoso sexual en áreas laborales sabemos que existe, comentó Irma Casas, responsable del Centro de Atención a la Violencia contra las Mujeres.
Desafortunadamente estos incidentes no se denuncian por varias razones, pero principalmente es la de perder el trabajo, dijo.
Se cree que el acoso sexual laboral se presenta más hacia las mujeres, pero si es difícil en ellas proceder a denunciarlo, más aún es en los hombres cuando se dan estos eventos, dijo.
La oficina que encabeza en esta ciudad, misma que tiene como sede el edificio de la 16 de septiembre y calle Guatemala, ha recibido, en siete meses que tiene funcionando, solo una queja de una mujer acosada sexualmente por sus jefe, informó Casas.
Esa representación del gobierno del Estado no atiende casos de acoso contra hombres, pero sí se reciben en la Secretaría del Trabajo, indicó.
Es un tema complejo que ocurre en todos los sectores, tanto privados como de gobierno, pero se debe de promover la denuncia, ya que representa un delito, comentó.
