Inducen a sus clientas a falsear declaraciones abusando de los logros que se consiguieron
Teófilo Alvarado | 22 agosto, 2024
El tema de la perspectiva de género se ha desvirtuado de tal manera en Ciudad Juárez, que actualmente, personas inocentes son encarceladas injustamente.
Abogados locales aseguran que esa situación ha “rebasado la justicia” y se está victimizando a los hombres.
Este no es directamente un asunto de mujeres contra hombres, sino de abogados sin escrúpulos que buscan sacar ventaja de los casos de divorcio, y que, para lograrlo, están desvirtuando los logros que se consiguieron para la defensa de las mujeres. La acusación de violación o el abuso sexual se está usando como estrategia jurídica, alertan abogados locales.
Se trata de una mafia que dirime en los tribunales juicios de divorcio, en los que se falsean arbitrariamente declaraciones, aprovechándose de los mecanismos de protección a las mujeres para beneficiar a toda costa a sus clientas.
En más de la mitad de los juicios de divorcio, que involucran la custodia de los hijos, el reparto de bienes o el acuerdo para fijar las pensiones, se están falseando declaraciones, advierten abogados locales.
Son asuntos que inician como una guarda y custodia de los hijos y escalan de nivel hasta convertirse en acusaciones de violencia familiar, abuso sexual y hasta violación, señalan.
La perspectiva de género rebasó a la justicia
Luis Alberto Liñián Liñián, abogado defensor y exagente del Ministerio Público, expone que en Ciudad Juárez hay un problema que ha ido creciendo, y es el abuso de los mecanismos de perspectiva de género, en los delitos en contra de la mujer.
En los últimos cuatro o cinco años ha aumentado considerablemente esta problemática y a su juicio, se han desvirtuado la lucha y los logros que consiguieron destacadas activistas locales, en su búsqueda de justicia por las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y otros puntos más.
Recuerda que gracias a ellas existe la Fiscalía de la Mujer en esta ciudad y fue un movimiento que benefició no nada más al estado, sino a todo el país, sin embargo, lo que se vive actualmente es que se está abusando del sistema y “mucha gente inocente se está yendo a la cárcel”.
¿Qué está pasando en Juárez?
- • En más de la mitad de los juicios de divorcio que se realizan en Ciudad Juárez, se están falseando declaraciones
- • Abogados, aprovechándose de los mecanismos de perspectiva de género, conducen a las mujeres a falsear testimonios
- • Esto ha propiciado que hombres en proceso de divorcio estén encarcelados injustamente
- • Sus cónyuges los están acusando de violación o abuso sexual
- • El divorcio que inició como un caso civil, termina convirtiéndose en penal
- • Con tal de no terminar en la cárcel, los hombres aceptan todas las exigencias de sus exparejas y ellas conceden el perdón
¿Qué es la perspectiva de género?
- • Es una visión científica, analítica y política sobre las mujeres y los hombres. Se propone eliminar las causas de la opresión de género como la desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas basada en el género.
- • Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de Violencia
“Desgraciadamente”, el tema de la perspectiva de género ha rebasado a la justicia, advierte el jurista.
Señala que no puede acusar ni a la Fiscalía ni al Poder Judicial de lo que está ocurriendo, porque al final de cuentas ellos solo son quienes hacen cumplir la ley.
El problema es de algunas personas que no son honestas, porque hacen mal uso de los mecanismos, insiste.
Dice que ya hay criterios en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la Convención de Belém do Pará, en la Cedaw y otros organismos internacionales que han regulado toda la violencia de género, que han establecido estos mecanismos en favor de las víctimas “y ahora actualmente se está abusando de esas herramientas que les ha dado el Estado”.
Falsas víctimas tuercen la verdad
Liñián Liñián revela que en muchos de los casos han identificado que se trata de falsas víctimas, y se dan cuenta porque los asuntos inician con un divorcio o en una guarda y custodia y de pronto escalan hasta convertirse en acusaciones de violencia familiar, abuso sexual o hasta de violación.
En el fondo, las acusaciones buscan convertirse en una moneda de cambio, para obtener beneficios para las supuestas víctimas, quienes generalmente son (mal) aconsejadas por abogados faltos de ética, mismos que sustentan sus acusaciones en falsedades.
Cuando la acusación de violación se presenta entre cónyuges, la ley ofrece el beneficio del perdón.
Ante este panorama, el varón es acusado de violación, aunque no sea verdad, porque se tiene conocimiento de que el demandado no se quedará en la cárcel, mismo que al sentir la amenaza de ir a prisión, prefiere ceder a las exigencias de su pareja a cambio de no perder la libertad.
“Estos recursos los están usando como una moneda de cambio, donde negocian propiedades o algunos otros aspectos como la guarda y custodia de los hijos, a cambio de ya no seguir acusándolos del delito penal referido”, relata.
Aunque los hombres fueran ganando el caso de forma justa, terminan perdiendo todo por esas falsas acusaciones, agrega.
Sin embargo, el abuso no queda ahí. Puede catapultarse a un nivel extremo de falsedad, cuando la esposa llega a manipular a sus propios hijos y los inducen a declarar que han sido víctimas de abuso sexual o violación por parte de su progenitor, cuando esto, la mayoría de las veces, no es verdad.
La mentira que colapsó la vida de Saúl
Saúl, nombre ficticio con el que identificamos a un hombre afectado por esta mafia, compartió con Norte Digital su experiencia.
A él, su expareja lo acusó de haberla violado sin ser cierto, no obstante, esa denuncia sirvió para que lo despojaran de una vivienda que empezaron a construir cuando se fueron a vivir juntos.
El acuerdo con la hasta entonces pareja, fue que venderían la propiedad y repartirían el dinero en partes iguales. Hace poco más de un año se hizo un avalúo donde se conoció que el valor de la vivienda era de varios millones de pesos.
Una vez realizado el acuerdo, cuenta Saúl, que su expareja se mudó a casa de sus padres, cargando a escondidas con las escrituras de la casa.
Nunca se casaron y se entendió que se haría un juicio solamente por separación de bienes, porque tampoco hubo hijos de por medio.
A los pocos días de que la mujer dejó la vivienda, Saúl recibió una llamada del área de Delitos Sexuales de la Fiscalía del Estado, mediante la que le informaron que tenía una orden de restricción a favor de su expareja, situación que le sorprendió bastante.
A partir de ese momento, dice Saúl, sintió que le cambió la vida, ya que nunca imaginó que sería denunciado por una situación de ese tipo, ya que “se trató de una vil mentira”.
Muy pronto apareció el trasfondo, porque su expareja lo único que quería era quedarse con la propiedad, sin compartirla con él.
La denuncia por violación la hizo para presionarlo. Una vez que tuvo a la justicia de su lado, cumplió con su objetivo: despojarlo de lo que también a él le pertenecía.
Saúl explica que tras esta acusación, el estatus legal le cambió en automático, porque en lugar de abordarse el tema como un asunto civil, se tornó en uno penal, donde –de entrada– tenía el caso perdido.
“Mi mismo abogado me veía ya como un preso, como si estuviera yo en el Cereso; pierdes todo derecho, pierdes toda categoría, pierdes toda dignidad. En ese momento te empiezan a ver como presidiario, prácticamente estás perdido”, dice.
Recuerda que el Ministerio Público hizo contacto con el abogado de la mujer y lo primero que manifestó el litigante fue que querían la casa.
El terror de pensar que podría ser detenido y terminar en la cárcel por la denuncia de falsa violación, orilló a Saúl a cederle la propiedad a su expareja.
“Cuando algo así te pasa, el mundo se derrumba, porque (…) se pierde el trabajo, la relación con la familia, la fama y todo, cuando simplemente se trata de un asunto de ambición”, agrega.
“Te mueve toda la vida, ¿y qué haces?”, se cuestiona. “Ni modo, acceder a la extorsión”.
Triunfos fincados en mentiras… falsedades que enferman
Saúl, quien se dice víctima del sistema, señala que en la Fiscalía a una mujer le hacen la prueba donde se demuestra que tiene vida sexual activa y al decir que se le violó, en automático le creen y ya no hay forma de que un segundo perito pueda hacerle un examen, porque sería “revictimizarla”.
Por ello, un gran número de hombres tienen el caso perdido, por culpa de las mentiras, como fue su caso.
Recuerda que se vio obligado a firmar un poder, cediéndole los derechos de la casa a su expareja y antes de 72 horas abandonar la finca, con sus pocas pertenencias a cuestas, antes de que lo aprehendiera como si fuera un delincuente, cuando no lo es.
“Estuvo horrible y ya, pues se quedó ella con la casa, de la noche a la mañana, utilizando de manera tramposa un recurso judicial, legal, pero falso”, enfatiza.
Cuenta que en cuanto firmó el poder para cederle los derechos, su expareja le otorgó el “perdón” inmediatamente, no sin antes advertirle a través del Ministerio Público, que no puede acercarse a ella o a su familia nunca más.
Esa situación le disparó a Saúl el estrés, provocando que desarrollara algunas enfermedades con las que ahora debe lidiar.
Justicia alejada del humanismo
Al amparo de los mecanismos para garantizar la perspectiva de género, se están violentando los derechos de las personas, “porque la impartición de justicia no se está viendo desde una perspectiva humanista, sino de una postura enteramente feminista”, asegura Saúl.
Tras haber pasado por un conflicto tan grave, recomienda a los hombres que tengan mucho cuidado al establecer relaciones sentimentales, ya que no se puede saber de qué manera actuarán sus parejas pasado el tiempo.
“Es muy grave, muy triste que se estén utilizando estos mecanismos de protección a la mujer, como una forma de extorsión al hombre”, sentencia.